Sr. Director:
El motivo de esta notificación es complementar y matizar la Carta al Director remitida por nuestro grupo en 1996 y publi cada en Cirugía Española durante 19971, referente a un schwannoma benigno pélvico.
Destacamos en aquel momento la existencia de una recidiva precoz a los 6 meses, pese a una resección macroscópica y anatomopatológicamente completa. Otros autores recientemente han comunicado situaciones similares2-4, contrariamente a lo manejado como habitual en la bibliografía sobre el tema5. Aunque nuestra recidiva, en la práctica, podría deberse a residuo tumoral en vasos ilíacos o cualquier estructura que en su manipulación desencadene alta morbilidad, nos inclinamos a pensar en un origen intrasacro de la tumoración, sobre todo al revisar la hoja operatoria y verificar una presunta pediculación de la lesión en el tercer orificio de conjunción sacro.
La paciente fue estudiada a este efecto, pero no se ha confirmado lesión ósea alguna ni sintomatología o lesión neurológica acompañante, dato este último citado por alguna reciente publicación6.
Destacamos de nuestra observación la circunstancia de un seguimiento de más de 7 años de la recidiva, y el que lleve una vida normal pese a la gran actividad laboral y física. La paciente sigue rechazando en este momento la cirugía y lo seguirá haciendo hasta que aparezca una complicación que le obligue a ello. Recientemente acudió por una hematuria macroscópica aislada sin otros síntomas acompañantes, fue estudiada teniendo presente notificaciones de otros casos publicados con este signo clínico2,7 pero no se detectó lesión alguna, interpretándose como consecuencia de una presunta congestión venosa ve sical.
Merece citarse también la circunstancia del rápido crecimiento inicial de la recidiva y la estabilización actual, que perdura más de 3 años sin apreciarse amplias zonas de necrosis en la tumoración.
Nuestro amplio seguimiento de la recidiva no es el único comunicado en la bibliografía: destacamos los 22 meses de la notificación del grupo de Vigo2, pero nos ha permitido detectar y exponer unas observaciones que, pese a sus limitaciones, puede ayudar en situaciones similares que a buen seguro se presen taran:
Los schwannomas benignos pueden recidivar, incluso precozmente, pese a ser extirpados aparentemente en su totalidad.
La recidiva suele tener las mismas características clínicas y anatomopatológicas que la lesión original.
El crecimiento tumoral no es progresivo, y puede detenerse o ralentizarse por amplios períodos de tiempo.
Pese a su gran crecimiento, tiene escasa tendencia a dar complicaciones evolutivas de estructuras vecinas (contrariamente a lo que cabría esperar por su tamaño y localización pélvica).
Somos conscientes que la mejor actitud posible sería la exéresis completa y no agresiva de la lesión, opinión compartida por otros grupos2,5,8. Esperamos poder realizar su extirpación cuando aparezcan síntomas que obliguen a ello. No nos plan teamos en este momento el abordaje ideal para practicarla, que dependerá de las situaciones que concurran en ese momento, máxime si tenemos en cuenta que recientemente se han comunicado las vías transvaginal y laparoscópica como presuntamente curativas9,10.