Hemos leído con satisfacción el artículo de Ramón Cantero Cid et al. sobre la resección transanal a través de un dispositivo monopuesto, ya que venimos realizando la misma técnica desde marzo del 2010 y nos gustaría aportar nuestra experiencia.
Se ha intervenido a 9 pacientes, 7 diagnosticados de adenoma túbulo velloso y 2 con adenocarcinoma. Todos recibieron preparación mecánica, profilaxis antibiótica y antitrombótica.
Técnica utilizada: una vez colocado el dispositivo SILS, e introducidos 3 trocares de 5mm, lo disponemos en forma de triángulo, colocando la óptica de 5mm en el vértice superior simulando un TEM/TAO1. El trocar inferior izquierdo lo sustituimos por un trocar convencional de laparoscopia de 10mm, conectando la cánula de insuflación a un sistema de evacuación de humo para facilitar la visión sin tener que abrir la válvula y la posterior reinsuflación, además de usarlo para introducir el material de sutura. Usamos material de laparoscopia convencional: pinza de prensión, tijera, portaagujas y bisturí armónico para la disección y hemostasia2.
A diferencia de los autores, no restringimos la técnica a lesiones en cara posterior, ni según el porcentaje de circunferencia ni a la altura de esta. Solo nos hemos abstenido en los casos en los que la lesión no es visible y controlable en su totalidad.
Las intervenciones fueron llevadas a cabo bajo anestesia general e intubación orotraqueal en 8 ocasiones y raquianestesia en una ocasión. El tamaño medio de la lesión fue de 4,5cm (3-6), la media de la distancia al margen anal fue de 7cm (3-10), el tiempo quirúrgico medio de 2h y la estancia media hospitalaria de 5 días. Las posiciones utilizadas fueron: litotomía (5), navaja (3) y decúbito lateral izquierdo (1), según la posición de la lesión.
En todas se realizó resección de espesor total y cierre primario, con sutura en 7 ocasiones y 2 por segunda intención3.
Hemos tenido una complicación intraoperatoria consistente en una perforación de cavidad peritoneal en una mujer histerectomizada con una lesión en la cara anterior alta, que se solucionó mediante reconversión a laparoscopia en el mismo acto quirúrgico y que no presentó complicaciones posteriores.
Las lesiones del tercio inferior del recto las seguimos tratando con técnica de Parks, ya que la altura del SILS (4cm) nos impide su realización por proximidad.
Consideramos importante un adecuado seguimiento que realizamos cada 4 meses en lesiones benignas y cada 3 meses en el caso de lesiones malignas los 2 primeros años y posteriormente cada 6 meses, hasta los 5 años.