El bazo ectópico es una entidad que puede presentarse clínicamente como una masa que cambia de posición en el abdomen sin otra sintomatología, una masa que cambia de posición asociada a dolor abdominal de intensidad variable e intermitente, que es la presentación más común, y finalmente un cuadro de abdomen agudo; esta presentación es menos frecuente.
Presentamos el caso de una mujer de 31 años sin antecedentes de interés que consulta en nuestro servicio por dolor abdominal de 12h de evolución en el hipogastrio, con fiebre de 37,8°C y malestar general. Estos cuadros venían ocurriendo desde hace aproximadamente un año, con al menos otros 3 episodios durante este tiempo, aunque con menor intensidad que actual.
Al ingreso, la paciente presentaba buen estado general, presión 110/70, hemoglobina 12,6mg/dl con hematocrito 36,7%, 16.340 leucocitos con un 77,8% de neutrófilos. Bioquímica con glucosa función renal, bilirrubina y transaminasas sin alteraciones. Se solicitó un urocultivo y una prueba de gestación que fueron negativos.
Se realizó un estudio mediante ecografía abdominal donde se aprecia una masa en meso-hipogastrio de aproximadamente 12cm de diámetro máximo, con áreas de distinta densidad en su interior, que corresponde con la presencia de un bazo ectópico con signos de isquemia múltiple.
Se decidió entonces practicar un angio-TC abdominal (fig. 1) donde se observan múltiples variables anatómicas en la vascularización abdominal, como la presencia de cuatro arterias renales izquierdas y dos derechas, un origen común de las arterias hepática y mesentérica superior, y una arteria iliaca interna izquierda con salida en posición distal. Se observó además la presencia de un tronco celiaco compuesto por una arteria gástrica izquierda y una arteria esplénica de gran longitud que irriga a un bazo localizado a nivel pélvico, con múltiples infartos isquémicos. A la altura de la cola del páncreas, se observa la imagen de torsión de la arteria esplénica que condiciona una disminución del flujo arterial.
TC abdominal con cuatro arterias renales izquierdas y dos derechas, un origen común de las arterias hepática y mesentérica superior y una arteria iliaca interna izquierda con salida en posición distal. Tronco celiaco compuesto por una arteria gástrica izquierda y una arteria esplénica de gran longitud que irriga a un bazo localizado a nivel pélvico, con múltiples infartos isquémicos. A la altura de la cola del páncreas, se observa la imagen de torsión de la arteria esplénica.
Ante estos hallazgos, se procedió a realizar una esplenectomía mediante laparotomía, permaneciendo la paciente asintomática desde entonces.
El bazo ectópico es producido generalmente por una anomalía en el desarrollo embrionario de los ligamentos de fijación del bazo (fundamentalmente el gastroesplénico y esplenorrenal), que están ausentes o son anormalmente laxos, lo que da lugar a un pedículo esplénico largo que predispone a la torsión y al compromiso vascular del bazo. El propio peso del bazo y el efecto de la gravedad desempeñan un papel determinante en la migración hacia abdomen inferior o la pelvis1. Otras causas de bazo ectópico son traumatismos abdominales o conectivopatías, aunque la presencia de variables anatómicas vasculares en nuestro caso sugiere el origen embrionario.
Su incidencia es poco conocida. En una serie de 1.000 esplenectomías, el 0,2% de éstas se realizaron por torsión de un bazo ectópico. No obstante, en series de autopsias descritas su frecuencia aumenta hasta el 10-30%2. La mayor incidencia se presenta entre la década de los 20 y los 40 años, siendo más frecuente en mujeres.
Con frecuencia los pacientes permanecen asintomáticos3. Los estudios hematológicos son inespecíficos. Puede existir leucocitosis y las manifestaciones de hiperesplenismo, tales como anemia, trombocitopenia o leucopenia, aisladas o concurrentes. Los episodios de dolor pueden ser intermitentes cuando la torsión de la arteria esplénica es reversible, provocando fenómenos isquémicos de intensidad y duración variable. En ocasiones, el cuadro puede confundirse con una apendicitis o una torsión ovárica4. El diagnóstico lo aportan las técnicas de imagen, fundamentalmente la ecografía abdominal y la TC5.
Las complicaciones de la torsión esplénica aguda incluyen la gangrena, la formación de abscesos, peritonitis local, obstrucción intestinal, compresión ureteral y necrosis del páncreas6.
El tratamiento del bazo ectópico es habitualmente quirúrgico. En la actualidad, dado que la mortalidad intraoperatoria es inferior al 1% y a que se han descrito complicaciones hasta en el 65% de los casos no tratados quirúrgicamente7, la tendencia es cada vez más a la esplenectomía, considerándose en la actualidad una técnica segura.