Hemos leído con gran interés la revisión en conjunto: «Nuevos avances en el tratamiento de las varices: radiofrecuencia endovenosa VNUS Closure®», publicada por el Dr. García Madrid et al.1.
Como ya publicamos en nuestra revista en 20092, los cirujanos generales (CGD) somos posiblemente los responsables de hasta 2/3 partes de la cirugía de varices de la sanidad pública española, según la encuesta que se realizó y publicó en ese momento. Pese a este sorprendente protagonismo asistencial, la misma encuesta puso de manifiesto una pobre formación y muy pocas posibilidades de actualización en el manejo de esta dolencia tan prevalente. La técnica utilizada por casi la totalidad de los centros era la ligadura del cayado asociada al stripping de la vena safena, y apenas existía experiencia con las técnicas endovasculares. Por ello, consideramos muy interesante que nuestra revista contribuya a mejorar estos aspectos formativos con un trabajo de revisión como el del Dr. García Madrid, que tiene un gran interés práctico, y en el que se demuestra la bondad del procedimiento.
Nuestra experiencia (sumando actividad pública y privada) con la técnica de radiofrecuencia endovenosa ClosureFast® es menor que la del autor (24 pacientes), pero los resultados son igual de exitosos, especialmente en pacientes con varices bilaterales, en las que además de ser costo-eficaz, es también costo-eficiente, con respecto a la cirugía convencional. Estamos pendientes de completar un seguimiento más largo para publicar la serie.
Pero independientemente de los buenos resultados del Dr. García Madrid, y de los nuestros, los procedimientos endovasculares sobre las varices (tanto mediante endoláser como por radiofrecuencia, o espuma ecoguiada, y en un futuro próximo mediante vapor de agua) han demostrado suficientemente sus ventajas sobre el stripping (especialmente por su nula morbilidad a igual o mejor resultado que la cirugía tradicional), y se han convertido en el nuevo gold standard en el manejo de estos pacientes. Recientemente el Br J Surg ha publicado un Leading Article que lleva por título «The Endovenous Revolution»3, en el que se hace un acertado análisis de esta nueva realidad. Poniendo un ejemplo más próximo a nuestra especialidad, nos encontramos en un momento parecido al que ocurrió cuando se introdujo la colecistectomía laparoscópica. El tema está en decidir si seguimos operando las varices «por cirugía abierta» o, como parece lógico y deseable, aprendemos y las operamos «por laparoscopia».
Si por convencimiento previo, exigencia de nuestros pacientes o por presión de la industria (la radiofrecuencia ya la comercializa Covidien), nos animamos a realizar flebología endovascular, lo primero a dominar es la ecografía flebológica. Se trata de procedimientos obligatoriamente ecodirigidos por el propio cirujano, no solo durante su realización, sino también en el imprescindible ecomarcaje previo y en el seguimiento ecográfico postoperatorio. Por ello, el CGD que quiera usar estas nuevas técnicas, requiere de una formación ecográfica básica (igual que ocurre por ejemplo en la cirugía hepática y en la anorrectal). En nuestro país esta formación no está contemplada para los CGD, por lo que en algunos casos, como el nuestro, ha sido necesario acudir a cursos en el extranjero (donde existe amplia oferta en Italia, Francia, EE. UU., Argentina, etc.). En este sentido, nos gustaría proponer a la Asociación Española de Cirujanos (AEC) (a través de la Sección de Angiología y Cirugía Vascular) la organización de cursos sobre ecografía flebológica, ya que son el instrumento imprescindible para que los cirujanos generales entremos en esta nueva era de la flebología. Hasta que esto ocurra, queremos recomendar a los cirujanos interesados en dicha formación el Diploma de Especialización en Ecografía para Cirujanos de la Universidad de Zaragoza4, y un atlas-libro de autor español de muy reciente publicación5 que se ocupa muy acertadamente de este tema.