Introducción: La fascitis necrotizante es una infección de partes blandas que se caracteriza por su rápida progresión a necrosis tanto de la piel como del tejido subcutáneo y la fascia. Aquella fascitis que afecta a la región perineal se denomina gangrena de Fournier. Ambas patologías presentan una alta morbimortalidad que se incrementa conforme se prolongue el tiempo hasta el desbridamiento quirúrgico, por lo que resulta esencial una alta sospecha clínica y una pronta instauración de antibioterapia, medidas de soporte y finalmente, la cirugía. En las primeras etapas, el desafío real radica en que los signos clínicos pueden no ser tan característicos (como la presencia de placas de necrosis o crepitación), lo que puede generar confusiones con otras patologías menos agresivas como la celulitis o abscesos/fístulas perianales. Por consiguiente, es crucial emplear escalas predictivas para evaluar el riesgo de fascitis necrotizante y así poder intervenir con mayor prontitud. La escala LRINEC valora parámetros bioquímicos relacionados con la sepsis, que permite predecir la posibilidad de fascitis necrotizante en aquellos pacientes con una puntación mayor de 6 puntos.

Métodos: Revisión retrospectiva de pacientes diagnosticados con fascitis necrotizante y gangrena de Fournier en el Hospital Universitario de Canarias entre 2014 y 2023. Se recogieron parámetros tales como sexo, edad, antecedentes personales, tiempo de estancia, LRINEC, índice de Charlson, criterios SIRS e intervención quirúrgica, entre otros. Se compararon los grupos descritos con un grupo control de abscesos perianales.

Resultados: Se identificaron un total de 15 pacientes (10 diagnosticados de gangrena de Fournier y 5 de fascitis necrotizante) y se comparó con un grupo control de 15 pacientes con abscesos perianales. En el grupo de Gangrena de Fournier (GN), se identificó un riesgo alto (> 6) en el 50% de los pacientes, mientras que, en el grupo de fascitis necrotizante (FN), resultó un 40% (2/5). Por otro lado, en el grupo control el 13% (2/15) de los pacientes, presentó riesgo elevado. La tasa de mortalidad del grupo de fascitis fue de un 13% (2/15).

Conclusiones: A pesar de su baja incidencia, la fascitis necrotizante continúa suponiendo un reto dada su gran morbilidad y mortalidad, especialmente en aquellos pacientes en los que exista un retraso diagnóstico y terapéutico, por lo que es imprescindible aplicar escalas predictivas para una actuación temprana. No obstante, según nuestra muestra la escala LRINEC supondría un instrumento de evaluación clínica de baja sensibilidad, a pesar, de su fácil aplicabilidad.