metricas
covid
Buscar en
Cirugía Española
Toda la web
Inicio Cirugía Española Análisis y descripción de la calidad de vida específica en pacientes con fís...
Información de la revista
Vol. 96. Núm. 4.
Páginas 213-220 (abril 2018)
Visitas
10993
Vol. 96. Núm. 4.
Páginas 213-220 (abril 2018)
Original
Acceso a texto completo
Análisis y descripción de la calidad de vida específica en pacientes con fístula anal
Analysis and description of disease-specific quality of life in patients with anal fistula
Visitas
10993
Manuel Ferrer-Márqueza,
Autor para correspondencia
manuferrer78@hotmail.com

Autor para correspondencia.
, Natalia Espínola-Cortésa, Ángel Reina-Duartea, José Granero-Molinab,c, Cayetano Fernández-Solab,c, José Manuel Hernández-Padillab,c,d
a Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo, hospital Torrecárdenas, Almería, España
b Departamento de Enfermería, Fisioterapia y Medicina, Facultad de Fisioterapia, Enfermería y Ciencias de la Educación, Universidad de Almería, España
c Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Autónoma de Chile, Temuco, Chile
d Adult, Child and Midwifery Department, School of Health and Education, Middlesex University, Londres, Reino Unido
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Resumen
Texto completo
Bibliografía
Descargar PDF
Estadísticas
Figuras (3)
Mostrar másMostrar menos
Tablas (4)
Tabla 1. Propiedades psicométricas del cuestionario QoLAF-Qa
Tabla 2. Características clínicas de las fístulas
Tabla 3. Puntuación del cuestionario QoLAF-Q (total y por subescalas)
Tabla 4. Impacto de la calidad de vida en la población
Mostrar másMostrar menos
Resumen
Introducción

En pacientes diagnosticados de fístula anal, conocer la calidad de vida específicamente relacionada con la misma puede ayudar a los especialistas en coloproctología a elegir la estrategia terapéutica más adecuada para cada caso. El objetivo de nuestro estudio es analizar y describir los factores relacionados con la calidad de vida específica en una serie consecutiva de pacientes diagnosticados de fístula anal.

Métodos

Estudio observacional transversal realizado entre marzo del 2015 y febrero del 2017 con pacientes diagnosticados de fístula anal. Tras la anamnesis y la exploración inicial, los pacientes completaron el Quality of Life in patients with Anal Fistula Questionnaire. Este cuestionario mide específicamente la calidad de vida en personas con fístula anal. Su rango de valores es: 14 puntos = impacto nulo; 15-28puntos = impacto limitado, 29-42 puntos = impacto moderado, 43-56 puntos = impacto alto, y 57-70 puntos = impacto muy alto.

Resultados

Se incluyó a un total de 80 pacientes. La puntuación mediana obtenida en el cuestionario por la muestra estudiada es de 34.00 (rango = 14-68). Se observaron diferencias estadísticamente significativas entre pacientes con «fístula primaria» y «fístula recurrente» (rango medio = 42,96 vs. rango medio = 29,83; p = 0,048). Se establece una relación inversamente proporcional (p = 0,016) entre el tiempo con síntomas clínicos y la afectación de la calidad de vida en los pacientes (< 6 meses: rango medio = 45,55; 6-12 meses: rango medio = 44,39; 1-2 años: rango medio = 37,83; 2-5 años: rango medio = 22; > 5 años: rango medio = 19,00). No se encontraron diferencias estadísticamente significativas (p = 0,149) en la calidad de vida entre pacientes con fístulas complejas (rango medio = 36,13) o simples (rango medio = 43,59).

Conclusiones

Los pacientes con fístula anal presentan una afectación de moderada a alta en su calidad de vida. Un menor tiempo con síntomas clínicos y la presencia de fístula primaria son factores asociados a peor calidad de vida.

Palabras clave:
Fístula anal
Calidad de vida
QoLAF-Q
Abstract
Introduction

In patients diagnosed with anal fistula, knowing the quality of life specifically related to the disease can help coloproctology specialists to choose the most appropriate therapeutic strategy for each case. The aim of our study is to analyzse and describe the factors related to the specific quality of life in a consecutive series of patients diagnosed with anal fistula.

Methods

Observational, cross-sectional study carried out from March 2015 to February 2017. All patients were assessed in the colorectal surgery unit of a hospital in southeast of Spain. After performing an initial anamnesis and a physical examination, patients diagnosed with anal fistula completed the Quality of Life in Ppatients with Anal Fistula Questionnaire (QoLAF-Q). This questionnaire specifically measures quality of life in people with anal fistula and its score range is the following: zero impact = 14 points, limited impact = 15 to 28 points, moderate impact = 29 to 42 points, high impact = 43 to 56 points, and very high impact = 57 to 70 points.

Results

A total of 80 patients were included. The median score obtained in the questionnaire for the sample studied was 34.00 (range=14-68). Statistically significant differences between patients with “primary anal fistula” (n=65) and “recurrent anal fistula” (n=15) were observed (mean rank=42.96 vs. mean rank=29.83, p=0.048). Furthermore, an inverse proportion (P=.016) between “time with clinical symptoms” and “impact on quality of life” was found (<6 months: mean rank = 45.55; 6-12 months: mean rank = 44.39; 1-2 years: mean rank = 37.83; 2-5 years: mean rank = 22; >5 years: mean rank = 19.00). There were no statistically significant differences (P=.149) between quality of life amongst patients diagnosed with complex (mean rank = 36.13) and simple fistulae (mean rank = 43.59).

Conclusions

Anal fistulae exert moderate-high impact on patients’ quality of life. “Shorter time experiencing clinical symptoms” and the “presence of primary fistula” are factors that can be associated with worse quality of life.

Keywords:
Anal fistula
Quality of life
QoLAF-Q
Texto completo
Introducción

Una fístula anal es la existencia de un tracto o cavidad anormal que comunica la piel perineal con el canal anal o el recto a través de un orificio interno identificable1,2. La mayoría aparece como resultado de una infección criptoglandular3. La literatura muestra una amplia variedad en la incidencia de fístula anal (3,4:100.000 habitantes en España4, 8,6:100.000 habitantes5 en el norte de Europa), suponiendo alrededor del 10-30% de las intervenciones de coloproctología y siendo más frecuentes en adultos de 30-60 años6. Los síntomas suelen estar precedidos del drenaje de un absceso perianal e incluyen, principalmente, supuración, sangrado y dolor anal6-8.

Según el Standards Committee for the American Society of Colon and Rectal Surgeons, siguiendo la clasificación de Parks et al.3, las «fístulas simples» son aquellas interesfintéricas o transesfintéricas bajas que incluyen menos del 30% del esfínter externo9. Por su parte, las «fístulas complejas» son aquellas transesfintéricas con más masa muscular, supraesfintéricas, fístulas anteriores en mujeres, fístulas recurrentes y fístulas asociadas a incontinencia anal preexistente, enfermedad inflamatoria intestinal o radiación9. Esta clasificación ayuda a elegir la técnica quirúrgica más adecuada, establecer un pronóstico individualizado del tratamiento y realizar una evaluación comparativa entre los resultados del mismo y los reportados en las series de la literatura.

La fistulotomía constituye el tratamiento ideal para fístulas simples9, con un porcentaje de curación superior al 90%10. Las fístulas complejas pueden ser tratadas con diferentes técnicas que, si bien pretenden preservar la continencia, tienen resultados controvertidos11-16. Por este motivo, en pacientes en los que no es fácil encontrar una solución quirúrgica definitiva, la elección de la estrategia terapéutica debería estar orientada a mejorar su calidad de vida17.

Hasta la fecha, los estudios publicados que miden la calidad de vida en pacientes con fístula perianal utilizan cuestionarios generales (SF-12, SF-36)17-20 o relacionados con la incontinencia (St Mark¿s Incontinente Score17,19, Wexner Score21, FIQL21, Cleveland Incontinente Score22). Recientemente, se ha publicado un cuestionario para medir específicamente la calidad de vida en pacientes diagnosticados de fístula perianal (Quality of Life in patients with Anal Fistula Questionnaire [QoLAF-Q])23 (fig. 1). Por ello, el objetivo de nuestro estudio es describir la calidad de vida específica en una serie consecutiva de pacientes diagnosticados de fístula perianal y analizar qué factores se relacionan con una peor calidad de vida en este tipo de pacientes.

Figura 1.

Cuestionario de calidad de vida en pacientes con fístula anal (QoLAF-Q).

(0.7MB).
MétodosDiseño del estudio, participantes y tamaño muestral

Estudio observacional transversal realizado entre marzo del 2015 y febrero del 2017. Los criterios de inclusión fueron: ser mayor de 18 años, haber sido diagnosticado de fístula anal (clínicamente —fístulas simples— o mediante ecografía endoanal —casos dudosos o fístulas complejas—) y firmar un consentimiento informado. Los criterios de exclusión fueron: presentar alteraciones cognitivas que impidieran rellenar el cuestionario y haber sido diagnosticado de enfermedad inflamatoria intestinal (EII).

En el cálculo del tamaño muestral se definió como variable principal la «calidad de vida» (medida con el QoLAF-Q) y se fijó en 7 puntos el cambio esperado en dicha variable (la amplitud de intervalo entre categorías del QoLAF-Q). Además, se aceptó un nivel de confianza del 80% y un margen de error del 5%. Con base en todos estos criterios, se calculó que la muestra necesaria para este estudio era de 66 sujetos. Tras añadir un 20% extra para compensar posibles pérdidas, finalmente se definió el tamaño muestral en 80 sujetos.

Consideraciones éticas

El proyecto fue aprobado por el comité ético del hospital (ESVIFISPE). Los pacientes que cumplieron los criterios de inclusión fueron invitados a participar y recibieron un documento con información sobre sus derechos, objetivos del estudio y el plan de investigación. Todos los documentos recogidos fueron tratados según la legislación europea sobre protección de datos.

Protocolo para la recogida de datos

Los pacientes acudieron a la consulta procedentes del servicio de urgencias o de atención primaria. Allí, recibieron información sobre el estudio y completaron el consentimiento informado. A continuación, se realizaron la historia y la exploración clínicas detalladas. Se solicitó ecografía endoanal cuando la exploración clínica no arrojó datos concluyentes (dolor o difícil valoración clínica) y cuando esta indicaba la presencia de una fístula compleja. Durante la entrevista, se invitó a los pacientes a rellenar el cuestionario QoLAF-Q y el test de Wexner (en caso de incontinencia). Un cirujano y un residente de la Unidad de Cirugía Colorrectal entregaron el test y resolvieron cualquier duda que el paciente pudiera tener al respecto.

Variables e instrumento de medida

Las variables estudiadas fueron: sexo, edad, antecedentes obstétricos y de cirugías perianales previas, clínica y tiempo con síntomas clínicos presencia de setón, características de la fístula (catalogación, número y localización del OFE y del OFI, trayecto palpable), estudio manométrico y cuestionarios Wexner y QoLAF-Q. Se utilizó la clasificación de Parks et al.3 para catalogar las fístulas. Las fístulas que no se pudieron catalogar de forma óptima y con garantías (por dolor durante la exploración o problemas técnicos) fueron catalogadas como indeterminadas. Se consideraron fístulas recurrentes aquellas que habían sido tratadas para su solución en una o más ocasiones (sin incluir el drenaje de abscesos perianales con colocación de setón).

Se utilizó el QoLAF-Q para medir la calidad de vida en pacientes diagnosticados de fístula anal23. El QoLAF-Q consta de 14 preguntas con diferentes opciones de respuesta siguiendo una escala Likert de 5 puntos. Su rango de valores es: 14 puntos = impacto nulo; 15-28 puntos = impacto limitado; 29-42 puntos = impacto moderado; 43-56 puntos = impacto alto, y 57-70 puntos = impacto muy alto. El QoLAF-Q se desarrolló siguiendo un protocolo metodológico riguroso. Primero, los investigadores crearon una versión inicial del cuestionario teniendo en cuenta las directrices de la OMS23. Segundo, los investigadores remitieron dicha versión del cuestionario a expertos en la materia para que valorasen la pertinencia de los ítems incluidos en el mismo. Tercero, los investigadores aplicaron los cambios indicados por los expertos y eliminaron aquellos ítems que no fueron considerados pertinentes para medir la calidad de vida en pacientes diagnosticados de fístula anal. Por último, el QoLAF-Q fue administrado a una muestra de pacientes con fístula anal y se evaluaron, de manera rigurosa, todas sus propiedades psicométricas23 (tabla 1). La versión final del QoLAF-Q tiene 2dimensiones: 1) «impacto físico» de la fístula anal, y 2) «impacto biopsicosocial» de la fístula anal. Mientras la primera dimensión mide la intensidad y la frecuencia de síntomas clínicos asociados a la fístula, la segunda mide cómo afecta la fístula a la salud biopsicosocial del paciente.

Tabla 1.

Propiedades psicométricas del cuestionario QoLAF-Qa

  QoLAF-Q 
Fiabilidad
Consistencia interna
Coeficiente alfa de Cronbach  0,908 
Estabilidad temporal (medida con test-retest a las 4 semanas)
Coeficiente de correlación de Spearman entre el test y el retest  0,861 
Kappa de Cohen (no se asume la misma distancia entre opciones de respuesta)  k cuadrática = 0,82
IC del 95% = 0,735-0,906 
Kappa de Cohen (se asume la misma distancia entre opciones de respuesta)  k lineal = 0,72
IC del 95% =0,593-0,847 
Validez
Validez de contenido
Índice de validez de contenido  0,92 
Validez de criterio
Coeficiente de correlación de Spearman con el SF-12  0,734 (p < 0,001) 
Validez de constructo
Número de factores estructurales (porcentaje varianza explicada por los factores)  2 (81,63%) 
Habilidad para encontrar diferencias entre grupos conocidosb  p < 0,05c 
a

El QoLAF-Q es el cuestionario utilizado para medir específicamente la calidad de vida en pacientes diagnosticados de fístula anal.

b

Se compararon grupos de pacientes que presentaban diferencias en las siguientes variables: frecuencia de supuración, cantidad de supuración, frecuencia del dolor e intensidad del dolor.

c

Un valor p < 0,05 es indicador de la habilidad del cuestionario para encontrar diferencias significativas entre grupos de pacientes en los que se presume esa diferencia.

Análisis estadístico

Se analizaron los datos con el programa SPSS v.22.0. Las variables cualitativas de carácter nominal se analizaron mediante el estudio de frecuencias y porcentajes. Las variables cuantitativas (ordinales y de intervalo) se analizaron mediante el estudio de medidas de tendencia central y dispersión (media, desviación típica [SD], mediana y rango). Antes de realizar comparaciones entre grupos, se analizó la distribución de los datos para todas las variables. Los gráficos de normalidad (histogramas, Q-Q plots) y el test de Shapiro-Wilk demostraron que ninguna de las variables seguía la distribución normal. Por tanto, se utilizó el test de U de Mann-Whitney para comparar las medianas de 2grupos independientes y el test de Kruskal-Wallis para realizar comparaciones entre las medianas de más de 2grupos independientes. Se consideraron significativas las diferencias entre grupos cuyo valor fue p < 0,05.

ResultadosDescripción de la muestra

Se incluyó a 80 sujetos en el análisis (3 fueros excluidos por presentar EII). El QoLAF-Q fue completado por 58 hombres y 22 mujeres con una edad media de 46,5 años (rango = 18-78 años; SD = 11,8). El 12,5% era diabéticos, el 163% hipertensos y el 6,2% (5 mujeres) presentaba antecedentes de partos vaginales sin daño obstétrico. La mayoría de la muestra (73,7%) había tenido algún tipo de cirugía anal previa (un 16,4% en 3o más ocasiones), siendo la más frecuente el drenaje de absceso perianal (52,5%).

Las principales características clínicas de las fístulas se presentan en la tabla 2. El tiempo con sintomatología clínica era inferior a 12 meses en el 71,3% de pacientes y la clínica predominante fue la supuración (78,8%) seguida del dolor (16,3%). Dos pacientes de la muestra (2,5%) presentaban clínica de incontinencia leve (puntuaciones de 2 y 5 en la escala Wexner, respectivamente, y manometría normal). El 97,5% tenía un orificio fistuloso único y el 20% presentaban a la exploración la colocación de setón de drenaje. Entre los pacientes con fístulas recurrentes (n = 15), las cirugías previamente realizadas fueron: 4fistulotomías, 7 fistulectomías parciales más colocación de setón, 2ligaduras interesfintéricas del trayecto fistuloso (LIFT), un colgajo de avance y una infiltración de factores de crecimiento plaquetarios.

Tabla 2.

Características clínicas de las fístulas

Características clínicas  Frecuencia (n) 
Tiempo con síntomas clínicos
< 6 meses  30  37,5 
6-12 meses  27  33,8 
1-2 años  12  15,0 
2-5 años  5,0 
> 5 años  8,8 
Clínica predominante
Supuración  63  78,8 
Sangrado  5,0 
Dolor  13  16,3 
Clínica presente
Supuración  71  88,8 
Dolor  36  45,0 
Sangrado  33  41,3 
Incontinencia  2,5 
Intervenciones previas para tratar la fístula
Ninguna  65  81,3 
Una  14  17,5 
Dos  1,3 
Número de OFE
Uno  78  97,5 
1,3 
1,3 
Presencia de setón laxo  16  20,0 
Catalogación clínica
Interesfinteriana  28  35,0 
Transesfinteriana baja  27  33,8 
Transesfinteriana alta  10,0 
Supraesfinteriana  3,8 
Subcutánea  13  16,3 
Indeterminada  1,3 

Los tipos de fístulas presentes en el estudio fueron: 16,3% fístulas subcutáneas (n = 13), 35,0% fístulas interesfinterianas (n = 28), 43,8% fístulas transesfinterianas (n = 35), 3,8% fístulas supraesfinterianas (n = 3) y 1,3% fístulas indeterminadas (n = 1). Es decir, un 51,25 de las fístulas presentadas por la muestra fueron fístulas simples (n = 41) y un 47,5% fueron fístulas complejas

Factores relacionados con la fístula anal y su impacto en la calidad de vida del paciente

La puntuaciones de los participantes en el QoLAF-Q pueden verse en la tabla 3 y las diferencias entre las medianas de hombres y mujeres en la figura 2 (hombres = 34,00, rango = 14-68; mujeres = 41,00, rango = 18-63). En general, el 1,3% no vio afectada su calidad de vida, el 33,8% presentaba impacto limitado, el 36,3% impacto moderado, el 26,3% impacto alto y el 2,5% impacto muy alto (tabla 4). Se observaron diferencias estadísticamente significativas en la calidad de vida (p = 0,048) entre pacientes con fístula primaria (n = 65, rango medio = 42,96) y fístula recurrente (n = 15; rango medio = 29,83). El impacto físico de la fístula fue significativamente mayor en pacientes con fístula primaria (rango medio = 43,18 vs. rango medio = 28,90; p = 0,032).

Tabla 3.

Puntuación del cuestionario QoLAF-Q (total y por subescalas)

QoLAF-Q    N.°  Media  Mediana  Mínimo  Máximo  DS 
QoLAF-Q «puntuación total»  Todos los pacientes  80  35,26  34,00  14  68  11,88 
  Hombres  58  34,03  34,00  14  68  10,97 
  Mujeres  22  38,50  41,00  18  63  13,78 
Subescala «impacto físico»  Todos los pacientes  80  16,86  16,00  34  5,07 
  Hombres  58  16,34  16,00  34  4,66 
  Mujeres  22  18,23  18,00  10  30  5,53 
Subescala «impacto psicosocial»  Todos los pacientes  80  18,40  18,00  34  7,73 
  Hombres  58  17,69  16,50  34  7,14 
  Mujeres  22  20,27  21,00  34  8,71 
Figura 2.

Valores del cuestionario en la muestra estudiada en dimensiones y sexos.

(0.08MB).
Tabla 4.

Impacto de la calidad de vida en la población

  Impacto
general
Subescala
«impacto físico»
Subescala
«impacto psicosocial»
Impacto general de la calidad de vida  Frecuencia (n)  Frecuencia (n)  Frecuencia (n) 
Sin impacto  1,3  1,3  3,8 
impacto limitado  27  33,8  28  35,0  27  33,8 
Impacto moderado  29  36,3  39  48,8  20  25,0 
Impacto alto  21  26,3  11,3  21  26,3 
Impacto muy alto  2,5  3,8  11,3 
Total  80  100,0  80  100,0  80  100,0 

Se encontró la existencia de una relación inversamente proporcional (p = 0,016) entre «tiempo con síntomas clínicos» y «afectación de la calidad de vida»; los pacientes que habían convivido durante más tiempo con la sintomatología clínica de la fístula presentaban mejor calidad de vida (< 6 meses [n = 30]: rango medio = 45,55; 6-12 meses [n = 27]: rango medio = 44,39; 1-2 años [n = 12]: rango medio = 37,83; 2-5 años [n = 4]: rango medio = 22; > 5 años [n = 7]: rango medio = 19.00). Sin embargo, al comparar la calidad de vida en pacientes sin setón (n = 16) y con setón (n = 64), se observaron diferencias no significativas (rango medio = 41,72 vs. rango medio = 35,63; p = 0,322) no fueron significativas. Sí se encontraron diferencias significativas (p = 0,044) en la intensidad del dolor entre pacientes con setón (rango medio = 30,50) y sin setón (rango medio = 43,00).

Al analizar la calidad de vida en función de la clínica predominante, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas a pesar de que los pacientes con clínica principal de supuración (n = 63) presentaban valores inferiores a los pacientes con clínica principal de sangrado (n = 4) o dolor (n = 13) (rangos medios de 38,87, 61,75 y 41,85, respectivamente; p = 0,127).

No se encontraron diferencias estadísticamente significativas con relación al tipo de fístula, siendo las complejas (n = 38) las que presentaban valores más bajos (rango medio = 36,13) y las simples (n = 41) las que presentaban los más altos (rango medio = 43,59; p = 0,149). Al valorar la presencia de uno o más OFE, no se observaron diferencias significativas (p = 0,496) entre los pacientes con un OFE (n = 78; rango medio = 40,20) y los que tenían 2o más (n = 2; rango medio = 52,25). Tampoco se encontraron diferencias significativas (p = 0,478) en la calidad de vida de pacientes continentes (n = 78; rango medio = 52,75) e incontinentes (n = 2; rango medio = 40,19).

Discusión

Se presenta el primer estudio realizado con el QoLAF-Q23. Los principales resultados muestran una afectación de moderada a alta en la calidad de vida de pacientes diagnosticados de fístula anal.

El único tratamiento curativo en la fístula anal es la cirugía y tiene como intención eliminar la fístula, aliviar la sintomatología, prevenir la recurrencia y preservar la función esfinteriana10. La fistulotomía es considerada como el mejor tratamiento para fístulas simples9,10. En cambio, las fístulas complejas se tratan con «técnicas preservadoras de esfínteres»13,24-30 que intentan encontrar un compromiso entre cicatrización y riesgo de incontinencia. Estas técnicas no alcanzan tasas de curación deseadas y un tratamiento quirúrgico agresivo puede ejercer un impacto negativo en la calidad de vida de los pacientes. Así, resulta fundamental objetivar la calidad de vida en pacientes con fístula anal antes de elegir un tratamiento31 y por ello se utilizó el QoLAF-Q23.

En este estudio hemos comprobado que la fístula anal ejerce un impacto entre moderado y alto sobre la calidad de vida de los participantes (mayor en mujeres que en hombres). Estos resultados son comparables con los de Owen et al.17, que muestran una reducción de la calidad de vida en comparación con la población sin fístula anal. Sin embargo, Sailer et al.32 señalan que la fístula anal es relativamente bien tolerada, lo cual queda corroborado por el hecho de que pacientes con un «tiempo con síntomas clínicos» inferior a 6 meses presentan peor calidad de vida que los que llevan más tiempo con estos síntomas. Esto podría deberse a la existencia de un mecanismo de adaptación a la fístula anal como enfermedad crónica y debería considerarse antes de iniciar un tratamiento intensivo, ya que el tiempo parece jugar a favor del paciente. Además, se observa que las fístulas primarias se asocian a peor calidad de vida, lo cual apunta a que los pacientes con fístulas recurrentes (más tiempo con síntomas) se adaptarían mejor a dicha situación. No obstante, estos resultados distan de los presentados por Owen et al.17, donde los pacientes con fístula recurrente presentaban peor calidad de vida en la función física y el rol emocional.

El uso de setón de drenaje es defendido como tratamiento y primer paso para la cirugía definitiva, pues facilita el drenaje, disminuye la infección y facilita la reacción fibrótica19,33-35. Así, Kelly et al.35 informan de una buena tolerancia en el 96% de sus pacientes. Otros autores19 defienden que el tipo de setón laxo es fundamental para mejorar la calidad de vida y muestran como el uso del «knot-free Confort Drain» mejora la calidad de vida de forma significativa en los scores de salud físicos y mentales, en comparación con el uso del setón laxo convencional. De acuerdo con la escala analógica visual utilizada, los pacientes con «Confort Drain» lograban mayor comodidad, bienestar con menos sensación de quemazón y prurito. Coincidiendo con otros estudios17, nuestros pacientes con setón de drenaje no presentan diferencias significativas en la calidad de vida cuando se comparan con pacientes sin setón, pero sí refieren menor intensidad de dolor.

La incontinencia tiene un efecto negativo sobre la continencia en la calidad de vida32,36,37 y el tratamiento de fístulas complejas puede empeorarla21,22. Según nuestros resultados, los pacientes con fístula asociada a alteración de la continencia no presentan peor calidad de vida que el resto, si bien el número de pacientes con incontinencia es pequeño como para poder obtener conclusiones sólidas. La importancia que los pacientes dan a la posibilidad de presentar incontinencia tras el tratamiento de la fístula perianal está reflejada en el estudio de Ellis38, que concluye que la mayoría de los pacientes seleccionan técnicas preservadoras de esfínter, aunque presenten peores resultados.

La principal limitación que presenta el estudio es un tamaño de muestra relativamente pequeño que, como consecuencia, no permite obtener conclusiones generalizables. Sin embargo, se muestra por primera vez un estudio de calidad de vida en fístula anal con un score diseñado específicamente para este tipo de pacientes. Esto permitirá valorar, en próximos estudios, el efecto de distintos tratamientos sobre la calidad de vida del paciente, que es lo que fundamentalmente debemos tener en cuenta al garantizar el éxito o fracaso de una nueva opción terapéutica.

Como conclusiones, los pacientes con fístula anal presentan una afectación de moderada a alta en su calidad de vida. El tiempo con síntomas clínicos, así como la presencia de fístula primaria, son factores que se asocian a peores valores en el QoLAF-Q. En cualquier caso, son necesarios futuros estudios con un mayor número de pacientes que permitan objetivar mayores relaciones entre diferentes parámetros asociados a la fístula anal.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener conflicto de intereses.

Bibliografía
[1]
C.G. Marks, J.K. Ritchie.
Anal fistulas at St Mark's Hospital.
Br J Surg., 64 (1977), pp. 84-91
[2]
J. Goligher.
Surgery of the anus rectum and Colon.
5th ed, Bailliere Tindall, (1984),
[3]
A.G. Parks, P.H. Gordon, J.D. Hardcastle.
A classification of fistula-in-ano.
Br J Surg., 63 (1976), pp. 1-12
[4]
C. Zanotti, C. Martinez-Puente, I. Pascual, M. Pascual, D. Herreros, D. García-Olmo.
An assessment of the incidence of fistula-in-ano in 4countries of the European Union.
Int J Colorectal Dis, 22 (2007), pp. 1459-1462
[5]
P. Sainio.
Fistula-in-ano in a defined population. Incidence and epidemiological aspects.
Ann Chir Gynaecol., 73 (1984), pp. 219-224
[6]
C.A. Vasilevsky, P.H. Gordon.
Benign anorectal: Abscess and fistula.
The ASCRS textbook of colon and rectal surgery, pp. 192-214
[7]
T.J. Jacob, B. Perakath, M.R. Keighley.
Surgical intervention for anorectal fistula.
Cochrane Database Syst Rev., 12 (2010), pp. CD006319
[8]
H. Abcarian.
Anorectal infection: Abscess-fistula.
Clin Colon Rectal Surg., 24 (2011), pp. 14-21
[9]
S.R. Steele, R. Kumar, D.L. Feingold, J.L. Rafferty, W.D. Buie.
Standards Practice Task Force of the American Society of Colon and Rectal Surgeons. Practice parameters for the management of perianal abscess and fistula-in-ano.
Dis Colon Rectum, 54 (2011), pp. 1465-1474
[10]
P.J. Shouler, R.P. Grimley, M.R. Keighley, J. Alexander-Williams.
Fistula-in-ano is usually simple to manage surgically.
Int J Colorectal Dis., 1 (1986), pp. 113
[11]
S.K. Narang, K. Keogh, N.N. Alam, S. Pathak, I.R. Daniels, N.J. Smart.
A systematic review of new treatments for cryptoglandular fistula in ano.
[12]
E.J. Bubbers, K.G. Cologne.
Management of complex anal fistulas.
Clin Colon Rectal Surg., 29 (2016), pp. 43-49
[13]
K.W. Göttgens, R.R. Smeets, L.P. Stassen, G. Beets, S.O. Breukink.
Systematic review and meta-analysis of surgical interventions for high cryptoglandular perianal fistula.
Int J Colorectal Dis., 30 (2015), pp. 583-593
[14]
H. Ortiz, M. Marzo, M. de Miguel.
Length of follow-up after fistulotomy and fistulectomy associated with endorectal advancement flap repair for fistula in ano.
Br J Surg., 95 (2008), pp. 484-487
[15]
M.A. Abbas, R. Lemus-Rangel, A. Hamadani.
Long-term outcome of endorectal advancement flap for complex anorectal fistulae.
Am Surg., 74 (2008), pp. 921-924
[16]
N. Uribe, M. Millán, M. Mínguez, C. Ballester, F. Asencio, V. Sanchiz, et al.
Clinical and manometric results of endorectal advancement flaps for complex anal fistula.
Int J Colorectal Dis., 22 (2007), pp. 259-264
[17]
H.A. Owen, G.N. Buchanan, A. Schizas, R. Cohen, A.B. Williams.
Quality of life with anal fistula.
Ann R Coll Surg Engl., 98 (2016), pp. 334-338
[18]
S. Riss, K. Schwameis, M. Mittlböck, M. Pones, H. Vogelsang, W. Reinisch, et al.
Sexual function and quality of life after surgical treatment for anal fistulas in Crohn's disease.
Tech Coloproctol., 17 (2013), pp. 89-94
[19]
I. Kristo, A. Stift, C. Staud, A. Kainz, T. Bachleitner-Hofmann, P. Chitsabesan, et al.
The type of loose seton for complex anal fistula is essential to improve perianal comfort and quality of life.
Colorectal Dis., 18 (2016), pp. O194-O198
[20]
M.S. Kasparek, J. Glatzle, T. Temeltcheva, M.H. Mueller, A. Koenigsrainer, M.E. Kreis.
Long-term quality of life in patients with Crohn's disease and perianal fistulas: Influence of fecal diversion.
Dis Colon Rectum., 50 (2007), pp. 2067-2074
[21]
A.P. Visscher, D. Schuur, R. Roos, G.J. van der Mijnsbrugge, W.J. Meijerink, R.J. Felt-Bersma.
Long-term follow-up after surgery for simple and complex cryptoglandular fistulas: Fecal incontinence and impact on quality of life.
Dis Colon Rectum., 58 (2015), pp. 533-539
[22]
E. Mylonakis, C. Katsios, D. Godevenos, B. Nousias, A.M. Kappas.
Quality of life of patients after surgical treatment of anal fistula; the role of anal manometry.
Colorectal Dis., 3 (2001), pp. 417-421
[23]
M. Ferrer-Márquez, N. Espínola-Cortés, A. Reina-Duarte, J. Granero-Molina, C. Fernández-Sola, J.M. Hernández-Padilla.
Design and psychometric evaluation of the quality of life in patients with anal fistula questionnaire.
Dis Colon Rectum, 60 (2017), pp. 1081-1089
[24]
A. Mishra, S. Shan, A.S. Nar, A. Bawa.
The role of fibrin glue in the treatment of high and low fistulas in ano.
J Clinic Diagn Res., 7 (2013), pp. 876-879
[25]
Zirak-Schmidt, S.K. Perdawood.
Management of anal fistula by ligation of the intersphinteric fistula tract —a systematic review.
Dan Med J., 61 (2014), pp. A4977
[26]
A. Arroyo, P. Moya, M.A. Rodríguez-Prieto, M.J. Alcaide, M.M. Aguilar, M. Bellón, et al.
Photodynamic therapy for the treatment of complex anal fistula.
Tech Coloproctol., 21 (2017), pp. 149-153
[27]
F. De la Portilla, R. Rada, J. Vega, N. Cisneros, V.H. Maldonado, J.M. Sánchez-Gil.
Long-term results change conclusions on BioGlue in the treatment of high transsphincteric anal fistulas.
Dis Colon Rectum., 53 (2010), pp. 1220-1221
[28]
D. Garcia-Olmo, D. Herreros, I. Pascual, J.A. Pascual, E. del-Valle, J. Zorrilla, et al.
Expanded adipose-derived stem cells for the treatment of complex perianal fistula: A phase ii clinical trial.
Dis Colon Rectum., 52 (2009), pp. 79-86
[29]
P. Giordano, P. Sileri, S. Buntzen, A. Stuto, J. Nunoo-Mensah, L. Lenisa, et al.
A prospective multicentre observational study of Permacol collagen paste for anorectal fistula: Preliminary results.
Colorectal Dis., 18 (2016), pp. 286-294
[30]
A. Moreno-Serrano, J.J. García-Díaz, M. Ferrer-Márquez, R. Alarcón-Rodríguez, A. Álvarez-García, Á. Reina-Duarte.
Using autologous platelet-rich plasma for the treatment of complex fistulas.
Rev Esp Enferm Dig., 108 (2016), pp. 123-128
[31]
S.A. Seneviratne, D.N. Samarasekera, W. Kotalawala.
Quality of life following surgery for recurrent fistula-in-ano.
Tech Coloproctol., 13 (2009), pp. 215-217
[32]
M. Sailer, D. Bussen, E.S. Debus, K.H. Fuchs, A. Thiede.
Quality of life in patients with benign anorectal disorders.
Br J Surg., 85 (1998), pp. 1716-1719
[33]
R.T. Akiba, Rodríguez, G. da Silva.
Management of complex perineal fistula disease.
Clin Colon Rectal Surg., 29 (2016), pp. 92-100
[34]
M. Ertem, H. Gok, E. Ozveri, V. Ozben.
Application of advancement flap after loose seton placement: A modified two-stage surgical repair of a transsphincteric anal fistula.
Ann Coloproctol., 30 (2014), pp. 192-196
[35]
M.E. Kelly, H.M. Heneghan, F.D. McDermott, G.J. Nason, C. Freeman, S.T. Martin, et al.
The role of loose seton in the management of anal fistula: A multicenter study of 200 patients.
Tech Coloproctol., 18 (2014), pp. 915-919
[36]
J. Rothbarth, W.A. Bemelman, W.J. Meijerink, A.M. Stiggelbout, A.H. Zwinderman, M.E. Buyze-Westerweel, et al.
What is the impact of fecal incontinence on quality of life?.
Dis Colon Rectum., 44 (2001), pp. 67-71
[37]
C. McKenna, L. Bartlett, Y.H. Ho.
Fecal incontinence reduces quality of life more than you may think.
Dis Colon Rectum., 60 (2017), pp. e597-e598
[38]
C.N. Ellis.
Sphincter-preserving fistula management: What patients want.
Dis Colon Rectum, 53 (2010), pp. 1652-1655
Copyright © 2018. AEC
Descargar PDF
Opciones de artículo
es en pt

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?

Are you a health professional able to prescribe or dispense drugs?

Você é um profissional de saúde habilitado a prescrever ou dispensar medicamentos