El uso de balones intragástricos como tratamiento de la obesidad mórbida sigue siendo controvertido, especialmente en cuanto a la pérdida ponderal a largo plazo. Sus complicaciones han sido poco descritas, pero deben ser conocidas por los cirujanos que atienden urgencias figura 1.
Presentamos el caso de un varón de 29 años a quien se le implantó un balón intragástrico SPATZ3 y que, a los 11 meses del procedimiento, consultó en Urgencias por un cuadro oclusivo, evidenciándose por TC que el balón había migrado a yeyuno distal, causando la oclusión intestinal. Se trató el caso mediante enterotomía laparoscópica sin incidencias.