Fundamento y objetivos: Describir las características clínicas de sujetos con hipertrigliceridemia remitidos a las Unidades de Lípidos asociadas a la Sociedad Española de Arteriosclerosis (ULSEA).
Pacientes y método: Estudio multicéntrico, prospectivo y observacional de pacientes con valores de triglicéridos séricos >200mg/dl, reclutados desde enero de 2007 a diciembre de 2008. Se recogieron variables demográficas, antecedentes, consumo de medicamentos, antropometría, diagnóstico y variables analíticas de la visita de inclusión.
Resultados: Se incluyeron 1.033 varones y 361 mujeres con edad media (DE) de 50±12 años. La enfermedad vascular previa, el tabaquismo, el consumo de alcohol y la esteatosis hepática fueron mayores en los varones que en las mujeres; en ellas fueron más prevalentes la hipertensión, la diabetes y la obesidad abdominal. La actividad física habitual y la dieta cardiosaludable fueron escasamente seguidas en ambos sexos. La mayor parte de los pacientes tenían una hipertrigliceridemia primaria (54%), especialmente una hiperlipidemia familiar combinada o una hipertrigliceridemia familiar. La obesidad, el alcohol y la diabetes fueron las causas más comunes de hipertrigliceridemia secundaria. El 27% de los pacientes se trataban con dieta, el 44% con fármacos en monoterapia y el resto (24%) con diversas combinaciones.
Conclusiones: Aunque predominan las causas primarias, se constata una elevada frecuencia de etiologías secundarias y de trastornos que agravan la hipertrigliceridemia, predominando el tabaquismo y el consumo de alcohol en los varones y la obesidad abdominal y la diabetes en las mujeres. Aunque muchos pacientes reciben terapia farmacológica, se evidencia un amplio margen para mejorar la dieta y reducir el sedentarismo.
ComentarioLa hipertrigliceridemia, una elevación significativa de los niveles plasmáticos de triglicéridos, es una anomalía frecuente y compleja del metabolismo lipídico. Además, la hipertrigliceridemia es también la alteración lipídica más frecuente encontrada en los enfermos con infarto de miocardio no fatal.
En los últimos años la hipertrigliceridemia ha adquirido relevancia en el campo de los factores de riesgo cardiovascular de origen lipídico, hasta el punto de que se ha establecido un límite superior de normalidad para la cifra plasmática de triglicéridos en 200mg/dl (2,3mM/l)1.
El presente trabajo es el primero que se publica con los datos provenientes del registro de hipertrigliceridemias de la sociedad española de arteriosclerosis. Los datos generales del estudio han sido publicados previamente2, pero los resultados de dicho registro no se habían publicado hasta este momento.
Se trata de pacientes diagnosticados de hipertrigliceridemia de distinto origen y que son remitidos a las unidades de lípidos de la sociedad española de arteriosclerosis. Como criterio de inclusión básico en el registro se utiliza la cifra de triglicéridos en plasma superior a 200mg/dl (lo que se corresponde con los criterios de hipertrigliceridemia del ATPIII), independientemente de los niveles de colesterol total, c-LDL o c-HDL. Los pacientes incluidos en el registro lo fueron de forma consecutiva.
Los resultados que se presentan corresponden a 1.394 individuos, la mayoría hombres, y se refieren a las características clínicas basales de los enfermos incluidos en el registro. Por tanto, se analiza la coexistencia de otros factores de riesgo, el origen de la hipertrigliceridemia, así como los tratamientos empleados.
Por la propia naturaleza del registro, el porcentaje de hipertrigliceridemias primarias es elevada, si bien es frecuente la hipertrigliceridemia secundaria, ante todo y fundamentalmente en relación con el consumo de alcohol en los hombres y la obesidad abdominal y la diabetes mellitus tipo 2 en las mujeres. Esto es particularmente importante si tenemos en cuenta el elevado riesgo cardiovascular asociado a estas condiciones clínicas. En la práctica clínica, la hipertrigliceridemia es un hallazgo frecuente en los pacientes con obesidad abdominal, con síndrome metabólico y, en definitiva, con resistencia a la insulina3. De hecho, en datos también provenientes del registro, la hipertrigliceridemia (independientemente del grado de elevación de la cifra de triglicéridos) puede ser útil para detectar individuos con síndrome metabólico y diabetes, por lo que tendría que ser utilizado como un marcador de cribado de estas alteraciones cardiometabólicas.
Del resultado del estudio presentado se desprende que, a pesar de que muchos pacientes reciben tratamiento farmacológico para la hipertrigliceridemia, existe un amplio margen en el estilo de vida (dieta, actividad física y cesación del tabaco). Y éste es un aspecto especialmente trascendente en el tratamiento de la dislipidemia de los pacientes con síndrome cardiometabólico en los que la hipertrigliceridemia es tan frecuente4.