En las últimas décadas, la dieta española parece alejarse de la dieta mediterránea tradicional, pese a que ésta ha demostrado un efecto protector frente a las enfermedades cardiovasculares. La Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA) publicó en 1994 sus recomendaciones dietéticas para la prevención de la arteriosclerosis, que tratan de recuperar el “espíritu” de la dieta mediterránea. En el estudio DRECE (Dieta y Riesgo de Enfermedades Cardiovasculares en España) se valoraron los hábitos dietéticos en 1991 y 1996-1997. En el presente estudio se analiza si estos hábitos se adaptan a dichas recomendaciones.
MétodosLos 4.787 sujetos participantes en el estudio DRECE-I se clasificaron según su perfil de riesgo cardiovascular, siguiendo los criterios de la SEA. Se estudió a los 1.200 individuos “con riesgo cardiovascular” y 600 individuos “sin riesgo cardiovascular”, elegidos de forma aleatoria por estratos de edad y sexo como grupo control. Se evaluaron los hábitos dietéticos mediante un cuestionario de frecuencia de consumo. La ingesta de cada nutriente se ajustó a la energía siguiendo el modelo de regresión de Willett. Se estudió el porcentaje de sujetos cuya dieta se ajustaba a las recomendaciones dadas por la SEA.
ResultadosLa mayoría de los sujetos estudiados no cumplía las recomendaciones de la SEA. La dieta de los participantes en el estudio DRECE se caracterizó por ser pobre en hidratos de carbono (un 41% de energía), hiperproteica (16%) y con un alto consumo de grasa (43%) y colesterol. Sólo aquellas recomendaciones referidas al consumo de grasa monoinsaturada se cumplieron por más del 50% de los individuos. Aunque el porcentaje de sujetos que cumple las recomendaciones, referidas a la ingesta de grasa total, saturada y de colesterol, ha aumentado de forma significativa, sólo supone un 14,2, un 25,7 y un 15,1%, respectivamente, de la población con riesgo cardiovascular.
ConclusionesLas recomendaciones dietéticas de la SEA para la prevención de la arteriosclerosis apenas se cumplen, salvo en lo referido a la ingesta de grasas monoinsaturadas. Debería promoverse la recuperación de la dieta mediterránea, con mayor consumo de legumbres, frutas y verduras, y menor de carne y lácteos, para poder conseguir los objetivos propuestos por la SEA.
During the last decades, the Spanish diet has moved away from the traditional “Mediterranean diet”, which has shown a protective role against cardiovascular events. In an attempt to revert population trends towards an increasing “westernization” of dietary habits, the Spanish Atherosclerosis Society (SEA) published in 1994 a document with dietary recommendations for the prevention of atherosclerosis. In the DRECE study (Diet and Cardiovascular Events Risk in Spain), the dietary habits of a representative population sample were assessed in 1991 and in 1996-97. The present study describes how well these dietary habits fit the SEA recommendations.
MethodsFollowing SEA guidelines, 4787 people participating in the DRECE-I study were classified according to their cardiovascular risk status. One thousand two hundred subjects “with cardiovascular risk” and a control group of 600 “low risk” subjects, randomly chosen by age and sex strata, were studied. A food frequency questionnaire was employed to assess dietary habits. Nutrient intakes were energy-adjusted following Willett’s model. The proportion of subjects following SEA dietary recommendations was evaluated.
ResultsMost subjects did not fit the SEA recommendations. The diet of the participants in the DRECE study was poor in carbohydrates (41% of total energy intake), protein-rich (16%) and with a high fat (43%) and cholesterol intake. Only the recommendations about monounsaturated fat were accomplished by more than 50% of the participants. Although in 1996-97 there was a significantly higher percentage of subjects following the recommendations about total fat, saturated fat and cholesterol than in 1991, they only accounted for 14,2%, 25,7%, and 15,1%, respectively, of subjects with cardiovascular risk.
ConclusionsWith the exception of monounsaturated fat intake, the SEA dietary recommendations for the prevention of atherosclerosis are only followed by a minority of subjects in the population. Restoration of Mediterranean dietary habits, with a higher legume, fruit, and vegetable intake, and a lower consumption of meat and dairy products, should be encouraged at the population level in order to fulfil the objectives proposed by the SEA dietary guidelines.
Al final del artículo se expone el listado de los participantes en el estudio DRECE.