Los pacientes con patología psicótica tienen un mayor riesgo de mortalidad precoz. Además de las causas no naturales (accidentes, suicidio), la causa cardiovascular (CV) está de 2 a 4veces más presente que en población general. Esta revisión no sistemática de MEDLINE pretende esclarecer el papel de todos los condicionantes implicados.
La patología psicótica se relaciona con hábitos de vida poco saludables tales como el tabaquismo, la dieta no equilibrada o el sedentarismo. Los fármacos neurolépticos también han sido estudiados como desencadenantes de obesidad y síndrome metabólico. Por tanto, los pacientes psicóticos parecen predispuestos a sufrir muchos de los factores de riesgo CV «clásicos». No es de extrañar que las puntuaciones en las escalas de riesgo cardiovascular (RCV) (Framingham, SCORE) sean superiores a las de la población general. También encontramos publicaciones en las que evidencian mayor dificultad en el manejo de la prevención primaria y secundaria de la enfermedad CV.
Además, algunos factores bioquímicos (niveles plasmáticos de cortisol, ACTH, homocisteína, PCR) podrían indicar una vulnerabilidad de la psicosis per se, así como los hallazgos sobre hiperglucemia y resistencia a la insulina en psicóticos no tratados con psicofármacos. Estos factores «no-clásicos» podrían alteran la validez de las escalas de RCV diseñadas para población general. Por otro lado, los fármacos antipsicóticos podrían controlar factores intrínsecos de la psicosis (han demostrado disminuir la mortalidad global), no quedando claro su papel en la mortalidad CV.
Patients with psychotic disorders have a higher risk of early mortality. In addition to unnatural causes (accidents, suicide), death due to cardiovascular (CV) reasons is two to four times more prevalent in these patients than in the general population. This non-systematic review of MEDLINE aims to clarify the role of all the determining factors are involved.
Psychotic disorders are related to unhealthy life habits such as smoking, poor diet and physical inactivity. Neuroleptic drugs have also been studied as triggers of obesity and metabolic syndrome. Therefore, psychotic patients seem predisposed to suffer from several of the «classic» CV risk factors. It is not surprising that their scores on the CV risk scales (Framingham, SCORE) are higher than the general population. We also found publications that showed poorer management of primary and secondary prevention of CV disease.
In addition, some biochemical factors (plasma levels of cortisol, ACTH, homocysteine, PCR) may indicate a vulnerability in psychosis per se, as well as the findings on hyperglycemia and insulin resistance in psychotic “drug naive” patients. These “non-classical” factors could alter the validity of CV risk scales designed for the general population. Furthermore, antipsychotic drugs could control intrinsic factors of psychosis (they have shown to reduce global mortality), and their role in CV mortality is not clear.
La esperanza de vida en los pacientes afectos de esquizofrenia (EQZ) es aproximadamente un 20% inferior a la de la población general: 61 vs 76años (hombres: 57 vs 72años; mujeres: 65 vs 80años)1. La mortalidad es de 2 a 3veces más alta en EQZ que en población general2.
El exceso de mortalidad en personas con EQZ (y trastornos similares) se atribuye tanto a causas no naturales (suicidios, accidentes) como a causas naturales: neoplasias, enfermedad respiratoria y enfermedad cardiovascular (ECV). Nos centraremos en esta última, que también se presenta con el doble o triple de riesgo en la patología EQZ y su espectro3.
Son varios los factores que se postulan como desencadenantes: hábitos de vida poco saludables, iatrogenia por fármacos antipsicóticos y factores propios de la psicosis (fig. 1). Todos tienen un papel en la mortalidad, pero es difícil evaluar la trascendencia de cada uno de ellos. Por ejemplo, los fármacos tienen efectos secundarios que se relacionan con el síndrome metabólico y el riesgo cardiovascular (RCV) «clásico», pero quizá al controlar la patología psicótica inhiben factores intrínsecos de la misma que podrían causar ECV. Esta compleja interrelación nos hace preguntarnos si el RCV «clásico» (y las escalas teóricas para su prevención primaria) es válido en una población tan peculiar como la psicótica.
Riesgo cardiovascular en la patología psicótica, mortalidad asociada y papel de los fármacos antipsicóticos en su explicación. En la psicosis se establecen varias causas que conducen al mayor riesgo cardiovascular (RCV): los hábitos de vida, los factores intrínsecos de la psicosis y los efectos secundarios farmacológicos de carácter metabólico. Sin embargo, el papel de la psicosis per se y el control de esta vulnerabilidad intrínseca gracias a los antipsicóticos podrían ser claves a la hora de estudiar el RCV real y establecer si es similar al RCV esperable «teórico» (o clásico) de la población general.
CV: cardiovascular; Prot.: proteína.
El objetivo de esta revisión es analizar los distintos aspectos relacionados con el RCV y la mortalidad secundaria en los pacientes con trastornos psicóticos y el papel de los fármacos antipsicóticos.
La bibliografía fue consultada en Medline®/Pubmed® durante el periodo comprendido entre enero de 2012 y marzo de 2013. Los términos MeSH utilizados en la búsqueda original fueron: «Schizophrenia and disorders with psychotic features» (incluye «Psychotic Disorders» y «Schizophrenia») OR «Antipsychotic* agents» AND «Cardiovascular Diseases» (incluyendo «Vascular disease», «Myocardial ischemia», «Coronary Heart Disease» y «Cerebrovascular Disorders»). Las referencias de los artículos hallados fueron utilizadas para revisar artículos de interés que no habían sido identificados en la búsqueda original. No hubo restricción por fecha de publicación. Los artículos escogidos son referentes a población mayor de 18 años.
Concepto de psicosis y epidemiologíaSe entiende por psicosis aquellos trastornos que cursan con ideas delirantes, alucinaciones o desorganización en el lenguaje o la conducta. En la EQZ, el trastorno esquizofreniforme y el trastorno psicótico breve suelen aparecer uno o varios de los tres grupos de síntomas. Estos trastornos se distinguen por el tiempo de duración de los síntomas. Aun así, existe gran heterogeneidad dentro de cada grupo, con evoluciones muy dispares entre pacientes con el mismo trastorno. Por el contrario, en el trastorno delirante suelen aparecer únicamente ideas delirantes. Otros trastornos psicóticos, como el trastorno psicótico no especificado, el inducido por sustancias o el debido a enfermedad médica pueden presentar también gran heterogeneidad, pero siendo siempre imprescindible la presencia de al menos uno de los 3grandes síntomas: ideas delirantes, alucinaciones o desorganización4.
Se estima que el 3% de las personas experimentan algún episodio psicótico a lo largo de su vida, y la forma de psicosis más característica, la EQZ, presenta una incidencia anual de 1 por 10.000habitantes y una prevalencia cercana al 1% de la población española5. Otros estudios de estimación, teniendo en cuenta incidencia/mortalidad, proponen cifras de prevalencia media estimada de 3,0 por cada 1.000habitantes y año para los hombres, y levemente más baja para el sexo femenino (2,86 por cada 1.000mujeres y año)6.
Psicosis y estilos de vidaLos pacientes con psicosis presentan, en mayor frecuencia que la población general, peor estilo de vida: sedentarismo y poca actividad física, malos hábitos dietéticos y hábitos tóxicos1,7.
En cuanto al tabaquismo, hace décadas que se ha relacionado con las enfermedades de salud mental, y en particular con la EQZ7,8. Más adelante comentaremos la interacción entre el tabaquismo y la terapia farmacológica.
En cuanto a la actividad física, se cree que la tendencia al sedentarismo podría estar presente incluso antes del inicio de la psicosis, igual que la dieta rica en grasas saturadas y pobre en fibra9. Varios estudios permiten objetivar esta tendencia tanto en pacientes con EQZ crónica10 como en aquellos con psicosis de inicio11 (aunque en este caso el desempleo pudo comportarse como un factor de confusión). La alimentación con abundante grasa saturada y «comida rápida» parece predominar en este colectivo, en detrimento de la ingesta de fruta y verdura.
Psicosis per se como causa de vulnerabilidad cardiovascularEl trastorno psicótico podría comportar una vulnerabilidad intrínseca, postulándose como etiología independiente de ECV: es decir, no explicable por estilos de vida, por otros factores de riesgo cardiovascular (FRCV) «clásicos» ni por iatrogenia. Sin profundizar en factores genéticos que podrían correlacionar la enfermedad mental con la física12, repasaremos algunas hipótesis con carácter clínico que podrían intervenir en la fisiopatología:
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La homocisteína plasmática, que ha sido relacionada con el riesgo cerebrovascular, parece que podría estar más elevada en pacientes con psicosis. Al menos 2estudios13,14 observan que los varones jóvenes con EQZ presentan cifras elevadas respecto al grupo control, descartando la dieta o el tabaquismo como únicas causas.
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La proteína C reactiva (PCR), implicada en los procesos inflamatorios, también se relaciona en esta población con mayor riesgo CV. Podría haber una relación lineal entre los niveles de PCR y el riesgo estimable, siendo significativamente mayor en los pacientes que ya han presentado alguna ECV15.
Sin embargo, sus conclusiones pueden quedar limitadas al no tener en cuenta en el diseño el efecto de la terapia neuroléptica, que podría actuar como factor de confusión, pudiendo aumentar o disminuir los valores séricos de estos marcadores. Otros estudios resultan interesantes precisamente porque toman individuos con psicosis de inicio que aún no han sido expuestos a terapia:
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Tolerancia a la glucosa. Algunos estudios evalúan la respuesta al test de sobrecarga oral de glucosa en pacientes con psicosis no afectiva de inicio que aún no han comenzado tratamiento con neurolépticos. La tolerancia a la glucosa parece estar alterada con más frecuencia en la psicosis de inicio aún «libre de fármacos» con respecto a la población general16, no pudiendo explicarse por hábitos dietéticos o tóxicos ni factores socioeconómicos. En otro trabajo de diseño similar17, los autores observaron no solo peor tolerancia a la glucosa sino también elevación de interleucina-6 (no explicable por sexo, edad, tabaquismo, índice de masa corporal o factores socioeconómicos). Sin embargo, sí parece que los hábitos dietéticos insalubres y el sedentarismo podrían estar establecidos antes del comienzo de la clínica psicótica18.
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Hiperglucemia en ayunas. Un estudio transversal19 con pacientes hospitalizados por primer episodio de EQZ (libres de tratamiento) los compara con sujetos sanos (apareando sexo, edad, estilo de vida y antropometría): evidencian mayor hiperglucemia e hiperinsulinemia en ayunas y resistencia a la insulina.
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En contraposición20, en población rural de la India (pacientes con EQZ crónica sin tratamiento vs grupo control sano) se observó que los primeros presentan menor índice de masa corporal (IMC) y menor prevalencia de síndrome metabólico. Sin embargo, el estilo de vida dista de ser sedentario y la dieta es básicamente vegetariana. Además, la región es económicamente deprimida, con riesgo de malnutrición. Estas circunstancias afectan más a las familias con pacientes de salud mental. Estas peculiaridades comprometen la validez externa del estudio.
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El eje hipotalámico-pituitario-adrenal y el nivel de cortisol. La hipercortisolemia está relacionada con la acumulación de grasa abdominal y con la alteración del metabolismo de los hidratos de carbono. Elman et al.21 estudian la respuesta al estrés metabólico agudo: parece alterada en pacientes con EQZ, pero no sabemos si dicha afectación se acentúa o se atenúa por los neurolépticos. Los pacientes con psicosis libre de tratamiento19 presentaron niveles más altos de cortisol en plasma, pero el estudio se había realizado durante un episodio psicótico agudo con hospitalización. Por ello no es representativo de valores basales, a no ser que el paciente presente frecuentes agudizaciones o permanezca largos periodos en estado de hiperalerta, y precisamente evitar esta evolución es el objetivo de los neurolépticos. Kaneda et al.22 observan altos niveles de ACTH en los pacientes EQZ crónicos con altas dosis de neurolépticos, pero en aquellos con bajas dosis presentan valores similares al grupo de sanos, y el cortisol es similar en los 3grupos. Por tanto, la propia patología psicótica podría correlacionarse con un estrés que altera el eje adrenal, pero no tenemos suficientes datos para deducir el papel de los fármacos. Podrían requerirse mayores dosis por peor control clínico, o podrían estimular el eje por sí mismos.
El síndrome metabólico (inicialmente denominado «síndromex») se define por: obesidad abdominal, hipertensión arterial (HTA), alteración del metabolismo de glúcidos (hiperglucemia) y de lípidos (ya sean triglicéridos o colesterolHDL). La asociación fue descrita en 1988 por primera vez23, y actualmente se considera diagnóstico cumplir al menos 3criterios de los 5 citados24,25. La obesidad, en una compleja relación en la que se comporta como causa y/o efecto, está asociada con alteraciones en la sensibilidad a la insulina, en el metabolismo lipídico y en la presión arterial26. Sin embargo, no hay que olvidar el fenómeno que ha venido a llamarse en la literatura «la paradoja de la obesidad»27,28. De forma aislada, la obesidad no extrema se comporta como un factor cardioprotector que aumenta la esperanza de vida, tal vez porque el índice de masa corporal no se correlaciona con la proporción entre tejido magro y tejido adiposo29.
Más allá de los desencadenantes (posteriormente hablaremos de la iatrogenia causada por los antipsicóticos), parece demostrado que los llamados FRCV modificables «clásicos» (tabaquismo, dislipidemia, diabetes mellitus [DM], HTA) están aumentados en la patología psicótica30 (tabla 1). Encontramos estudios en los cuales la EQZ se estudia sin evaluar el papel de los fármacos, dando por hecho el indudable riesgo-beneficio favorable de la terapia neuroléptica.
Prevalencia estimada y riesgo relativo de pacientes con esquizofrenia o trastorno bipolar sobre población general
FRCV modificables | Prevalencia estimada, % (RR sobre población general) | |
Esquizofrenia | Trastorno bipolar | |
Obesidad | 45-55 (1,5-2) | 21-49 (1-2) |
Tabaquismo | 50-80 (2-3) | 54-68 (2-3) |
Diabetes | 10-15 (2) | 8-17 (1,5-2) |
Hipertensión | 19-58 (2-3) | 35-61 (2-3) |
Dislipidemia | 25-69 (≤ 5) | 23-38 (≤ 3) |
Síndrome metabólico | 37-63 (2-3) | 30-49 (1,5-2) |
Adaptada de Correll30.
FRCV: factores de riesgo cardiovascular; RR: riesgo relativo.
El ensayo clínico estadounidense CATIE31, con pacientes con EQZ a nivel ambulatorio en centros de salud mental, permitió evaluar la prevalencia de síndrome metabólico32: se asoció en mayor frecuencia con el sexo femenino, raza blanca en varones y la edad. En comparación con el estudio NHANESIII (también estadounidense pero de población general), la población del CATIE presenta un significativo aumento de prevalencia del síndrome en todos los rangos de edad excepto 50-59años, en ambos sexos, e incluso tras ajustar por IMC (más aumentado en mujeres). Sin embargo, las prevalencias de hiperglucemia y/o diabetes fueron similares en ambos grupos.
Un estudio transversal realizado en España es el multicéntrico CLAMORS33, realizado sobre 1.452pacientes esquizofrénicos en tratamiento neuroléptico oral con fármaco único, reclutados en servicios ambulatorios de salud mental. Los resultados demostraron una mayor prevalencia del síndrome metabólico (respecto a la población no psicótica ajustando por edad), y un diagnóstico de este a edades significativamente más tempranas (10-15años antes) que en la población no psicótica. Esto supone, como en estudios de otros países, una mayor puntuación en las escalas de RCV (Framingham o SCORE).
Es posible que los pacientes con un primer episodio de psicosis no presenten RCV teórico aumentado34. En el primer año de tratamiento parecen presentar un pequeño pero significativo aumento del riesgo, aunque dentro de la categoría de «rango bajo» de RCV a 10 años (<10%)35.
Estimación del riesgo cardiovascular en la psicosisEs importante hacer un inciso: tanto la función de Framingham36 (predice el riesgo de ECV coronaria, estadounidense) como la evaluación SCORE37 (predice la mortalidad de causa CV coronaria o cerebrovascular en población europea) están hechas en base a población general. No se especifica la prevalencia de psicosis u otras enfermedades psiquiátricas en la muestra que sirvió para la confección de las escalas de RCV. Y aún más: fueron publicadas hace unas 2décadas, es decir, antes de que saltara la alarma acerca del déficit de atención sanitaria a la salud física de la población con trastorno mental grave38. La proporción presumiblemente podría ser inferior a la presente en población general, restando fiabilidad para pacientes con enfermedad mental.
Estas escalas, por motivos geográficos, han requerido modificaciones; por ejemplo, la función de Framingham sobreestima el RCV en población europea39. Igual que en otros países, en España ha sido ya calibrada con población catalana40 y validada con éxito41.
No es de extrañar que se estén calculando las primeras calibraciones de la escala de Framingham en el ámbito que abordamos (en este caso, según la exposición a distintos antipsicóticos)42.
Por ello, nos interesa la bibliografía que directamente estudia la aparición de ECV en personas que presentan alguna patología psicótica.
Psicosis: enfermedad cardiovascular y mortalidad cardiovascularEn la tabla 2 se detalla un resumen de los artículos centrados en ECV y mortalidad asociada.
Estudios sobre riesgo cardiovascular, enfermedad cardiovascular y mortalidad asociada en pacientes con psicosis
Autor, año, lugarref. | Diseño (nombre estudio) | Ámbito | Población | n | Objetivo significativo | Resultados |
Bobes et al., 2007, España33 | Transversal retrospectivo multicéntrico(CLAMORS) | CSM | Psicosis con neuroléptico >3 meses, CSM | 1.452 | Prev. síndrome metabólicoPrev. RCV «alto» | 24.6% y edad media 40,7 años(similar a prev. en 50-55 años en PG)Según SCORE: 8%; según Framingham: 22,1% |
McDermott et al., 2005, EE.UU.43 | Cohortes retrospectivo | AP | EQZ/psicosis afectiva/controles | 357/146/2.083 | RRObesidadDiabetesHipertensiónCoronariopatíaAITMortalidadAnálisis de supervivencia | En EQZ/afectiva1,55/1,1 (NS)1,3 (NS)/1,981,2 (NS)/0,9 (NS)0,5 (NS)/0,9 (NS)1,5 (NS)/1,1 (NS)1,82/0,8 (NS)ECV y mortalidad afectan a EQZ más jóvenes vs PG |
Curkendall et al., 2004, Canadá44 | Cohortes retrospectivo | AP y Hosp | EQZ vs controles | 3.022 vs 9.175 | IctusDMMortalidad CV | (RR 1,5)(RR 1,8)(RR 2,2)RR similar (NS): IAM, isquemia cardiaca, AIT |
Osby et al., 2000, Suecia45 | Cohortes 1976-1995 | Hosp | EQZ | 1.593 | Mortalidad CV, RR | Varón=1,5→4,7Mujer=1,3→2,7(tendencia a aumentar cronológicamente) |
Osborn et al., 2007, Reino Unido46 | Cohortes (UKGPRD) | AP | Enfermedad mental severa vs controles (AP) | 46.136 | Mortalidad CVMortalidad cerebrovascular | HR 3,2 (< 50 años), 1,8 (50-75 años) y NS (> 75 años)HR 2,5 (< 50 años), 1,9 (50-75 años), 1,3 (> 75 años) |
Joukamaa et al., 2001, Finlandia47 | AP | Pacientes >30 años con EQZ o psicosis funcional | 8.000 | Mortalidad CVMortalidad CV | Varones: RR 2,9 (EQZ), 2,3 (psicosis funcional) (mujer)Mujeres: RR 3,7 (EQZ) (varones NS)El resto de RR fueron NS | |
Kilbourne et al., 2009, EE.UU.49 | Cohortes | Veterans Affaires | EQZ-otras psicosis | 22.817-7.336 | Mortalidad cardiaca | HR: EQZ 1,2HR otras psicosis: 1,3Dislipidemia: HR 0,88Enfermedad CV: HR 0,83 son protectores |
Druss et al., 2001, EE.UU.50 | Cohortes | Hosp | EQZ>65 años tras IAM | 161 | Mortalidad 1año tras IAM | EQZ: NSPsicosis afectiva: NS |
AIT: accidente isquémico transitorio; AP: atención primaria; CSM: centro de salud mental; CV: cardiovascular; DM: diabetes mellitus; EQZ: esquizofrenia; Hosp: hospitalario, HR: hazard ratio; IAM: infarto agudo de miocardio; NS: no significativo, PG: población general, Prev: prevalencia, RCV: riesgo cardiovascular, Ref: número de referencia bibliográfica, RR: riesgo relativo.
La prevalencia de coronariopatía (incluyendo infarto agudo de miocardio [IAM]) o accidente isquémico transitorio cerebral no es más frecuente en EQZ y otras psicosis según algunos estudios, aunque la enfermedad coronaria incide de forma más precoz y el ictus sí parece predominar en estos pacientes43,44. Los análisis están ajustados por varias variables, pero encontramos una limitación: el hecho de no evaluar fármacos y tabaquismo.
Diversos estudios avalan la aumentada mortalidad CV en psicosis: desde los realizados con pacientes cuya psicosis requiere hospitalización45 hasta otros dirigidos desde bases de datos de atención primaria46.
En cuanto a las causas específicas, se ha observado mayor riesgo de ictus letal en mujeres y de accidente coronario letal en varones47. Según otros análisis, la mortalidad CV es mayor independientemente del sexo: por ictus se mantuvo elevada para todos los rangos de edad, y por enfermedad coronaria letal es unas 3veces mayor en el grupo de edad de 18 a 49años, y casi el doble en el de 50 a 75años45. El peor resultado, estrechando rangos, es la franja de 18-25años48.
El estudio de cohortes de Veterans Affairs (realizado en Estados Unidos con pacientes ambulatorios)49 observó la mortalidad CV durante 8años de seguimiento. Tras ajustar por variables sociodemográficas, clínicas y comportamentales, la EQZ y otras psicosis se mantuvieron como factores de riesgo. Los diagnósticos de DM, HTA y demencia también se mostraron como FRCV independientes tras el ajuste. No se evaluó la obesidad. Entre las variables de estilo de vida, el tabaquismo y la escasa actividad física resultaron asimismo determinantes. Curiosamente, la dislipidemia y el diagnóstico de patología cerebrovascular resultaron factores protectores. Es importante tener en cuenta la edad avanzada de toda la muestra.
Prevención secundaria de enfermedad cardiovascularOtros estudios evalúan el riesgo de mortalidad tras sufrir un episodio CV, es decir, el manejo en prevención secundaria. Un estudio estadounidense de población mayor de 65años hospitalizada a raíz de un primer IAM (n=88.241) observa la mortalidad al año del episodio50. Su análisis ajustado (FRCV y 5criterios de calidad del control post-IAM) indica que ni la EQZ (HR, 1,23; IC95%, 0,86-1,60) ni la psicosis afectiva (HR, 1,05; IC95%, 0,87-1,23) deben ser consideradas pronósticas de mortalidad precoz tras IAM. Concluyen que debemos potenciar el mismo manejo en estos pacientes que en la población general, pero el diseño sugiere que quizá la edad suponga un sesgo de supervivencia; es decir, que no podemos extrapolar a pacientes psicóticos más jóvenes. Este estudio, junto con otros también de ámbito hospitalario y/o con base poblacional51,52 aunque con más amplios rangos de edad y a más largo término, está incluido en una revisión sistemática53. En ella se deduce de manera indirecta que la calidad de la atención médica proporcionada a las personas con enfermedades cardíacas y EQZ es con frecuencia subóptima y puede estar relacionada con un exceso de mortalidad evitable.
Fármacos neurolépticos y síndrome metabólicoDe manera prácticamente coetánea al síndrome metabólico, los fármacos antipsicóticos «atípicos» o «de segunda generación» se extienden gracias a que provocan menos frecuentemente extrapiramidalismo54,55 y un perfil de eficacia similar e incluso mejor que los neurolépticos típicos56. Pero pronto comenzaron a describirse los efectos secundarios metabólicos relacionados con la obesidad.
Está establecido que los fármacos neurolépticos desencadenan ganancia ponderal desde los primeros meses de tratamiento (y en realidad se ha estudiado principalmente a corto plazo), destacando los antipsicóticos atípicos olanzapina y clozapina57,58. Como mecanismos patogénicos de esta obesidad de predominio central (pues se produce con redistribución de la masa corporal) se postulan la alteración del apetito y de la saciedad (con ganancia de masa adiposa) y la acción de estos fármacos sobre el metabolismo de los hidratos de carbono (en la sensibilidad a la insulina)59,60.
En la práctica, algunos estudios sugieren un efecto iatrogénico que se traduce en una incidencia aumentada de DM61,62 y de dislipidemia63,64. No siempre la conclusión es que los fármacos atípicos sean determinantes respecto a los típicos65,66, sobre todo si no son estudiados olanzapina y clozapina67,68. Podría no haber diferencias metabólicas entre típicos y atípicos por la heterogeneidad del grupo atípico69. Por otra parte, la HTA podría ser más frecuente en la terapia con antipsicóticos típicos70.
En contraposición a las citadas en el epígrafe «Psicosis per se como causa de vulnerabilidad cardiovascular», otras publicaciones atribuyen a los fármacos todo el peso del RCV. Una reciente revisión descarta diferencias en el RCV (basado en el peso corporal y el perfil metabólico) entre pacientes con un primer episodio de psicosis y controles sanos71. El estudio EUFEST72 —que se desarrolla actualmente— observa en su inicio similar prevalencia de síndrome metabólico (aunque no en cada criterio individualmente) en psicóticos de comienzo sin tratamiento (o escasa exposición) que en población general, y empeoramiento conforme aumenta la exposición a neurolépticos. Asimismo, un reciente metaanálisis compara 3grupos de psicosis: crónica medicada, sin medicar y primer episodio (con inicio de tratamiento), y observa que todos los diagnósticos del síndrome metabólico y la estimación del RCV (es decir, añadiendo tabaquismo) fueron significativamente más comunes entre pacientes que reciben tratamiento. Sin embargo, hemos de ser críticos con la selección de artículos, pues varios de los que hemos revisado16-19 no constan en este metaanálisis y otros que sugieren escasa validez externa20 sí han sido incluidos, lo que podría generar un resultado sesgado.
Pero el riesgo no solo es metabólico: el tabaquismo podría también verse afectado por los fármacos. Se comparó fumadores vs no fumadores en pacientes esquizofrénicos, y la conclusión fue que se asociaba con un fenotipo varón joven que requería mayores dosis de antipsicóticos (típicos) y peor evolución de la enfermedad aunque menos extrapiramidalismo73. También hay estudios que relacionan el tabaquismo con la aceleración del metabolismo de antipsicóticos de segunda generación, lo que hace requerir dosis más altas de estos74. Por último, el inicio del tratamiento podría desencadenar el hábito tabáquico en pacientes no fumadores35.
Antipsicóticos: enfermedad cardiovascular y mortalidad cardiovascularEn cuanto al papel real de los fármacos en la aparición de ECV, la mayoría de los artículos encontrados establecen una probable relación entre los antipsicóticos y el riesgo de AVC75,76. El riesgo tras el inicio de la prescripción podría ser principalmente a corto plazo77. Resulta trascendente la presencia de otros factores, como la edad y el deterioro cognitivo: los trabajos citados se centran en pacientes geriátricos y/o con demencia.
En lo referente a enfermedad coronaria, un estudio descartó diferencia entre seguir o no tratamiento con antipsicóticos para la incidencia de un primer IAM que requiriese hospitalización78. Asimismo, una revisión publicada en 2011 concluyó que no se podía establecer relación entre los neurolépticos y la aparición de IAM79. De nuevo encontramos varios estudios sobre población geriátrica que recibe antipsicóticos: algunos concluyen que no suponen un riesgo añadido de ECV80, e incluso asocian estos fármacos con el descenso de hospitalización por síndrome coronario agudo81.
Los estudios son muy heterogéneos en cuanto a antipsicóticos y mortalidad de pacientes con EQZ. Aunque parece que aumenten la mortalidad CV (siendo inconsistente la diferencia entre primera y segunda generación, por escaso tiempo de seguimiento), parece evidente que disminuyen la mortalidad global82,83. En la misma línea llama la atención el hecho de que el uso prolongado de clozapina, tan denostada por sus efectos adversos sobre los FRCV, obtiene el menor riesgo de mortalidad total84.
De hecho, valorando por grupo, parece que la mortalidad CV podría ser mayor en la terapia con neurolépticos típicos respecto a atípicos. Ambas familias tienen un efecto lineal dependiente de la dosis. El grupo de pacientes psicóticos no-medicados también presentan mayor mortalidad CV que el grupo con controles sanos45. De forma concordante, el número de antipsicóticos con los que es tratado un paciente parece relacionarse con el riesgo de ECV, aunque no queda claro si se debe a los fármacos o a la propia enfermedad mental85.
Guías clínicas y su ámbito de su actuaciónLas primeras guías clínicas específicas para el RCV de los pacientes con trastornos psicóticos han comenzado a desarrollarse recientemente en países como Suecia86. En nuestro entorno también figuran novedosas recomendaciones oficiales, como el consenso de las Sociedades Españolas de Psiquiatría y Psiquiatría Biológica87 o el consenso de la Asociación Europea de Psiquiatría88. Es por ello que la realización de estudios en el ámbito de la atención primaria (donde en buena parte tendría lugar el control de las enfermedades somáticas de las personas psicóticas) está justificada.
Sin embargo, la emergente puesta en práctica está obstaculizada por las características propias de este tipo de pacientes. Así, son habituales las descompensaciones secundarias a una mala adherencia al tratamiento y al seguimiento. Por otra parte, la relación médico-paciente, aún hoy condicionada por la ocasional aversión del profesional hacia el paciente psicótico, que no es un paciente «fácil». Más aún si tenemos en cuenta la idiosincrasia de la atención primaria en nuestro ámbito. Estas condiciones explicarían el infradiagnóstico e infratratamiento de enfermedades orgánicas que se evidencia aun actualmente en estos pacientes49-52,89.
La realización de estudios desde nuevas perspectivas y el desarrollo concienzudo de estrategias multidisciplinares sobre los resultados obtenidos en poblaciones concretas podrían ser la clave para mejorar la morbimortalidad de la población con psicosis y en tratamiento antipsicótico.
ConclusionesExisten varios condicionantes que podrían contribuir a aumentar el exceso de morbimortalidad CV en las personas que padecen trastornos psicóticos:
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Comportamentales, como determinados hábitos tóxicos y dietéticos insanos y el sedentarismo.
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Vulnerabilidad intrínseca de la psicosis.
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Iatrogenia de los fármacos antipsicóticos (que podrían potenciar pero también inhibir ciertos factores de los puntos anteriores).
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Infra-prevención, infradiagnóstico e infratratamiento de la patología CV.
Por ello, debemos por un lado ser cautelosos a la hora de estimar el RCV (y atribuir el grado de trascendencia a cada FRCV) en un colectivo con tantas peculiaridades como es el de las personas afectas de psicosis. Y por otro lado, conviene estudiar detalladamente a poblaciones psicóticas concretas (a destacar la visión desde atención primaria) para poder definir exactamente las estrategias a seguir y así conseguir el mayor beneficio, sin olvidar la fragilidad de estos pacientes.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesN/A- Para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosN/A- En mi artículo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoN/A- En mi artículo no aparecen datos de pacientes.
Conflicto de interesesD. Bergè participa en el proyecto VIVE 2013, patrocinado y organizado por Janssen/Jhonson & Jhonson. El resto de autores declaran no tener conflicto de intereses.
A la Dra. Anna Fabà por su apoyo, a nuestras familias y a los compañeros MIR de MFyC de Ciutat Vella-Barcelona 2008-2012, con los que el proyecto dio sus primeros pasos.