Objetivo: Los neutrófilos polimorfonucleares (PMN) juegan un papel fundamental en la progresión del aneurisma de aorta abdominal (AAA). Hemos analizado PMN circulantes aislados de pacientes con AAA y de controles mediante una estrategia proteómica para identificar proteínas potencialmente implicadas en la patogénesis del AAA.
Métodos y resultados: Mediante electroforesis bidimensional diferencial en gel se analizaron PMN procedentes de 8 pacientes con AAA (4 aneurismas de gran diámetro [>5cm] y 4 AAA de pequeño diámetro [3-5cm]) y de 4 controles. Entre las manchas expresadas diferencialmente se identificaron, por espectometría de masas, varias proteínas involucradas en el equilibrio redox (p.ej., ciclofilina, tioredoxina reductasa, catalasa). Se observó una reducción en la expresión y en la actividad de la catalasa en PMN de pacientes con AAA comparado con controles. Por el contrario, PMN procedentes de pacientes con AAA mostraron mayores niveles de H2O2 y mieloperoxidasa que los PMN de controles. Además se observó una reducción significativa en los niveles de ARNm de la catalasa en PMN tras la incubación con forbol 12-miristato 13-acetato. Los niveles plasmáticos de catalasa también disminuyeron en pacientes con AAA de gran diámetro (n=47) y de pequeño diámetro (n=56) comparado con controles (n=34). Observamos expresión de catalasa en el trombo aneurismático y en el medio condicionado del trombo, asociado a la infiltración de PMN. Asimismo, se detectó un incremento en los niveles de H2O2 en el medio condicionado del trombo comparado con la capa media.
Conclusión: Se observa una reducción en los niveles de catalasa en PMN circulantes y en plasma de pacientes con AAA, lo que refuerza el importante papel del estrés oxidativo en la evolución del AAA.
ComentarioEl aneurisma de la aorta abdominal (AAA) es una patología vascular cuya prevalencia en varones de más de 60 años puede alcanzar el 8% y que en caso de ruptura suele ser mortal. Esta enfermedad se caracteriza por un intenso remodelado de la matriz, la presencia de un importante infiltrado inflamatorio y una elevada tasa de apoptosis, factores que contribuyen a la dilatación progresiva de la aorta y a la degeneración vascular propias de esta patología. La etiología de la enfermedad es compleja y el conocimiento acerca de los mecanismos que subyacen a su desarrollo, muy limitado. Cabe destacar que en este momento las medidas terapéuticas disponibles se reducen a la intervención quirúrgica de los AAA que presentan un alto riesgo de ruptura, siendo el diámetro de aorta el único marcador de progresión de la enfermedad y de riesgo de ruptura reconocido (>5-5,5cm). Asimismo, no se dispone de herramientas farmacológicas que limiten la progresión o promuevan la regresión de los AAA ya establecidos. Por tanto, se requieren estrategias que permitan determinar los procesos que tienen lugar durante el desarrollo de esta patología, identificar marcadores de evolución de la misma, así como caracterizar nuevas dianas terapéuticas que permitan la regresión del AAA.
Además de lo descrito anteriormente, una de las características de esta patología es la presencia de un trombo intraluminal de gran tamaño con un contenido especialmente abundante en PMN en su cara luminal. En los últimos años se ha evidenciado el papel activo de los PMN en el desarrollo del AAA, mediante su contribución en la formación del trombo intraluminal, la inducción de estrés oxidativo, la degradación proteolítica de la pared vascular y la inflamación de la capa adventicia1. En efecto, en modelos experimentales se ha observado que la reducción en PMN es capaz de inhibir la formación del AAA2. En este contexto, Ramos-Mozo et al. han utilizado una estrategia proteómica con el objetivo de identificar proteínas diferencialmente expresadas en PMN de pacientes con AAA frente a controles.
El resultado de este estudio ha permitido a los autores demostrar la reducción en la expresión (proteína y ARNm) y la actividad catalasa en PMN de pacientes con AAA. De hecho, también la expresión de la superóxido dismutasa y la tioredoxina reductasa están disminuidas en PMN de individuos con AAA frente a controles, lo que concuerda con un mayor estrés oxidativo evaluado mediante el contenido en H2O2 y en mieloperoxidasa, un reconocido biomarcador de estrés oxidativo. Análogamente, los autores detectaron una reducción en los niveles plasmáticos de catalasa y un incremento en los de mieloperoxidasa circulantes en pacientes con AAA. Finalmente, Ramos-Mozo et al. analizaron la expresión de la catalasa tanto en la cara luminal del trombo —región rica en PMN— como en el medio condicionado del trombo generado tras la incubación in vitro del tejido en un medio de cultivo. Los análisis inmunohistoquímicos demostraron la presencia de catalasa en neutrófilos, pero también en otros tipos celulares, probablemente glóbulos rojos, así como un patrón difuso de tinción extracelular, lo que sugiere la secrección de la catalasa al espacio extracelular. De hecho, el nivel de catalasa es superior en el medio condicionado del trombo que en el proveniente de la media del AAA, lo que puede ser una respuesta dirigida a contrarrestar el incremento en H2O2 que se produce en el trombo.
Uno de los aspectos destacables de este trabajo es la existencia de una correlación negativa muy significativa entre los niveles plasmáticos de catalasa y el diámetro aórtico. Estos resultados sugieren que las diferencias en los niveles plasmáticos de catalasa podrían estar relacionadas con la progresión de la enfermedad y por tanto podrían constituir un buen marcador de evolución de esta patología, al igual que los mismos autores han sugerido en el caso de la peroxiredoxina y la tioredoxina3,4. En definitiva este estudio pone en evidencia una vez más la importancia del estrés oxidativo en el desarrollo de esta patología. Los resultados sugieren el papel protector de la catalasa frente al desarrollo del AAA y que el control del estado oxidativo podría contribuir a limitar la progresión de la enfermedad.