INTRODUCCIÓN
Parvovirus B19 (PVB19) es un virus con ADN monocatenario de reducido tamaño, icosaédrico, no envuelto, que fue descubierto en 1975 en el suero de donantes de sangre asintomáticos1. La infección natural por PVB19 es frecuente y de distribución mundial2,3. La primoinfección suele acontecer entre los 4 y 10 años de edad4 y su mecanismo de transmisión es fundamentalmente a través de las secreciones respiratorias de los sujetos infectados.
Este virus presenta un fuerte tropismo hacia las células progenitoras de eritrocitos que está mediado por un receptor exclusivo (antígeno P) de la línea eritrocitaria5.
En los adultos, las infecciones por PVB19 se manifiestan como algunos tipos de artralgias, artritis o artropatías y vasculitis; puede causar crisis aplásicas en los pacientes con alteraciones hematológicas o inmunosupresión7,8.
La infección de una mujer embarazada puede dar lugar a la transmisión vertical del virus y producir hidropesía fetal y abortos espontáneos9.
Además de las vías de transmisión respiratoria y transplacentaria, excepcionalmente el virus puede ser transmitido por transfusiones, lo que supone un factor de riesgo para ciertos grupos poblacionales.
Este trabajo muestra los resultados de un estudio realizado para evaluar la prevalencia de anticuerpos IgG frente a PVB19 en un grupo de mujeres embarazadas, así como la incidencia de infección por PVB19 en este grupo de estudio.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se determinaron anticuerpos IgG e IgM frente a PVB19 en 344 mujeres embarazadas del Hospital La Paz de Madrid. La edad media del grupo de estudio es de 30 años (DE 5,58 y moda 31). La edad media por grupos de edad se expone en la figura 1.
A cada mujer se le hizo una encuesta en la que se recogieron datos de interés epidemiológico relacionados con el PVB19 como antecedentes de abortos, enfermedades respiratorias, lugar de trabajo, transfusiones previas, hemorragias, dolores articulares, etc.
La determinación de anticuerpos IgG en muestras de suero se efectuó mediante enzimoinmunoensayo (Human Parvovirus B19 IgG ELISA MRL Diagnostics). La determinación de anticuerpos IgM se hizo en las muestras que resultaron IgG positivas mediante enzimoinmunoensayo (Human Parvovirus B19 IgM ELISA MRL Diagnostics).
El análisis estadístico de los resultados se realizó con el programa Epiinfo, versión 6.0.
RESULTADOS
De las 344 mujeres embarazadas, en 133 (38,7%) se detectaron valores positivos de IgG anti-PVB19 (fig. 2). De estas 133 mujeres con anticuerpos IgG anti-PVB19, nueve (6,8%) presentaron valores positivos de IgM anti-PVB19 (fig. 3). De las 133 mujeres embarazadas con anticuerpos IgG anti-PVB19, abortaron 78 (58,6%), mientras que en el grupo de 211 mujeres sin anticuerpos IgG abortaron 109 (51,7%), y de las 9 mujeres con anticuerpos IgM anti-PVB19 abortaron siete (77,7%).
Observamos que hay una tendencia al aumento de anticuerpos en función de la edad. En las mujeres embarazadas menores de 20 años, el valor medio de la seroprevalencia es del 28,57%, en el grupo de mujeres entre 20 y 29 años es del 33,81%, en el grupo de 30 a 39, del 44,69% y en mayores de 40 años aumenta hasta el 57,33% (tabla I).
Observamos una asociación estadísticamente significativa entre IgG anti-PVB19 positiva y antecedentes de aborto (p = 0,009 y odds ratio [OR] = 2,54 [1,16-4,39], ya que el 27,3% de las mujeres con anticuerpos IgG anti-PVB19 habían abortado anteriormente y sólo el 14,3% de las mujeres sin anticuerpos IgG anti-PVB19 habían abortado alguna vez.
También observamos que, de las mujeres con anticuerpos IgG anti-PVB19, el 15,5% ha padecido episodios de dolor articular, y entre las IgG anti-PVB19 negativas estos dolores los han presentado sólo el 9,7%, así como el 23,6% de las mujeres con anticuerpos IgG anti-PVB19 y el 16,2% de las mujeres sin IgG anti-PVB19 han tenido anemia, y el 9,2% de las mujeres con anticuerpos IgG anti-PVB19 y el 6,5% de las mujeres sin anticuerpos IgG anti-PVB19 han padecido enfermedades respiratorias frecuentes.
Aunque sin asociación estadísticamente significativa, encontramos que el grupo de mujeres con estudios superiores son las que presentan menor prevalencia de anticuerpos IgG anti-PVB19 (45,5%), les siguen las que tienen estudios medios (53,12%) y, por último, el grupo con estudios elementales es el que presenta la más alta prevalencia de anticuerpos IgG anti-PVB19 (81,8%), hecho que puede estar relacionado con la diferente situación socioeconómica de cada grupo.
En relación a la posible adquisición del virus en transfusiones, el 6,4% de las mujeres con anticuerpos IgG anti-PVB19 habían sido transfundidas y sólo al 2% de las mujeres sin anticuerpos IgG anti-PVB19 se les había transfundido sangre alguna vez.
DISCUSION
En nuestro grupo de estudio (mujeres embarazadas), un 6,8% presenta infección aguda por PVB19, cifra más alta que la observada por Gratacós et al9 en un grupo de mujeres embarazadas, al igual que también más elevada que en un grupo de mujeres en edad fértil no embarazadas10. La infección por PVB19 puede ser relativamente común en mujeres embarazadas, hecho a tener en cuenta, ya que en nuestro estudio de las 9 mujeres con anticuerpos IgM anti-PVB19 abortaron siete (77,7%).
En otros países donde se ha estudiado la prevalencia de anticuerpos frente al PVB19, las cifras oscilan entre el 20 y el 40% en los donantes de sangre y en los individuos sanos de la población general11-13. Las tasas de seroprevalencia descritas frente a PVB19 en donantes de sangre en España varían desde el 9,78%14 hasta el 64,7%15. Nuestros resultados ponen de manifiesto una prevalencia intermedia sobre los datos encontrados en la bibliografía consultada acerca de estudios epidemiológicos sobre PVB19, y no se han encontrado muchos datos referentes a prevalencia de PVB19 en mujeres gestantes, aunque en éstas la seroprevalencia que hemos encontrado (38,7%) es muy similar a la encontrada por Gratacós et al9 (35,03%) en un grupo de estudio similar al nuestro, pero más baja que la encontrada en un grupo de mujeres en edad fértil16.
Igualmente, encontramos una tendencia al aumento de la seroprevalencia en función de la edad, lo que coincide con hallazgos previos por otros autores11,14,17. Este patrón de seroprevalencia también es similar al descrito en el Reino Unido por Cohen y Buckely2, aunque diferente al publicado en ese mismo país por Gay et al18 en que a partir de la adolescencia la seroprevalencia varía poco.
Encontramos asociación estadística entre presencia de anticuerpos IgG anti-PVB19 y antecedentes de aborto, por lo que desde el punto de vista ginecológico parece evidenciarse que el PVB19 está implicado en los casos de abortos espontáneos.
Aunque no es estadísticamente significativa la asociación entre aborto espontáneo e infección reciente (IgM-positiva), sí es un hecho a tener en cuenta que de 9 mujeres con infección reciente abortaran siete.
No hay signos ni síntomas que sirvan de alarma para pensar en la infección por PVB19 durante la gestación, ya que no encontramos asociaciones estadísticamente significativas.
Aun teniendo en cuenta las grandes diferencias en las seroprevalencias, se puede asumir que un porcentaje de las mujeres en edad fértil son susceptibles a la infección. Aunque los datos disponibles no justifica-rían plantear la introducción generalizada del estudio serológico frente al PVB19 en el control de la embarazada, sí sugerimos la utilidad del estudio en ciertas situaciones, en concreto en mujeres embarazadas con antecedentes de aborto. Otros autores16 lo recomiendan en mujeres embarazadas que por su profesión tengan contacto estrecho con niños (nosotros no hemos encontrado asociación entre trabajo con niños y PVB19): todo ello con el fin de evitar infecciones que pudieran tener consecuencias graves.