La bioimpedancia ha supuesto un avance en la valoración del estado nutricional y de hidratación de pacientes en diálisis y ERCA. Parámetros como el ángulo de fase o la sobrehidratación se han implicado como marcadores de riesgo de mortalidad. Existen escasas evidencias del uso de la bioimpedancia peritrasplante, algunas de las cuales han relacionado la determinación del estado de hidratación pretrasplante con el desarrollo de función retrasada del injerto (FRI).
Objetivo: Valorar si el uso de parámetros de bioimpedancia monofrecuencia vectorial (BIVA) pretrasplante puede predecir en desarrollo de FRI, trombosis de injerto o supervivencia del paciente/injerto.
Material y métodos: Estudio prospectivo con 125 pacientes entre junio de 2010 y enero de 2015 con realización de BIVA una hora antes del trasplante, mediciones de parámetros como ángulo de fase, cociente agua extracelular/agua corporal total (ECW/TCW), cociente ECW/ICW, estimación de estado de hidratación basado en la situación del vector por encima o por debajo de la elipse de tolerancia al 75% (VEC). Se definió FRI como necesidad de diálisis durante la primera semana postrasplante.
Resultados: No hubo asociación entre ECW/TCW, ECW/ICW, VEC y el desarrollo de FRI, ni siquiera tras ajustes para otras covariables mediante regresión logística. Los pacientes con VEC pretraspante de sobrehidratación sí tuvieron un mayor asociación a FRI, aunque quizás esto expresa la posible necesidad de diálisis peritrasplante debido a su sobrehidratación previa. Hallazgos similares se obtuvieron con la trombosis precoz del injerto. El ángulo de fase y VEC no se relacionaron con peor función renal, hgb o albuminemia en 1.er y 3.er mes postrasplante. ECW/TBW y ECW/ICW se asociaron a cifras tensionales más elevadas al 1.er, 3.er y 6.° mes. No hubo relación de mortalidad ni supervivencia del injerto con el ángulo de fase o los parámetros de hidratación.
Conclusiones: No se ha establecido una relación entre parámetros de BIVA pretrasplante y resultados postrasplante.