Los recientes episodios de crisis económica por los que han atravesado los principales países desarrollados, al igual que las crisis financieras y recesiones económicas de los países emergentes en la década de los noventa, han dejado una gran insatisfacción sobre la capacidad predictiva del análisis macroeconómico proveniente del pensamiento económico dominante, el cual asume supuestos irreales en los mercados de productos y de trabajo; además de no prestar la atención necesaria a las características vigentes en la arquitectura del sistema monetario internacional, base de la actual creación de dinero de aceptación mundial.
En este contexto se publica La nueva macro-economía global. Distribución del ingreso, empleo y crecimiento, coordinado por Guadalupe Mántey y Teresa López, un libro que se caracteriza por controvertir los planteamientos de la teoría económica convencional, adoptar supuestos realistas, y, con base en ellos, proponer alternativas de política económica.
El libro se articula en 6 partes —cuenta con 18 ensayos, en donde participan 25 autores— con el propósito de abordar dos problemas fundamentales de la macroeconomía moderna, tanto en los países desarrollados, como los subdesarrollados: la debilidad del crecimiento económico y la desigualdad en la distribución del ingreso.
Para realizar tal análisis, en el libro se reconoce que los agentes económicos tienen diferente poder de mercado, y que actúan en el marco de un sistema monetario internacional carente de ancla y con graves asimetrías informativas. Un elemento común de los trabajos incluidos es la revisión de las controversias teóricas en cada uno de los temas, reflexionando sobre la validez de los supuestos involucrados, con el fin de arribar a recomendaciones concretas de política.
En la primera sección, los capítulos aportan elementos tanto teóricos, como empíricos —específicamente para la economía mexicana— que explican cómo las políticas económicas han influido en el proceso de precarización del empleo, mostrando incluso, mediante los impactos de género, la mayor vulnerabilidad de las mujeres trabajadoras (Noriega; Cardero y Espinosa).
El deterioro del mercado de trabajo se analiza a través del incremento del empleo informal, la subcontratación, la alta rotación de personal, y la contracción de las remuneraciones reales, lo que impacta la participación de los salarios en el ingreso. Este fenómeno se asocia con la implementación de un modelo de promoción exportaciones —en el contexto de cadenas globales de valor—, y una política monetaria por objetivos de inflación, que se apoya en la apreciación cambiaria (Feregrino; Moreno-Brid y Fraga). Desde esta perspectiva, el proceso de formación de precios y el tipo de cambio son elementos fundamentales del análisis de la redistribución del ingreso a favor del capital y en contra del trabajo, fenómeno que no sólo ocurre en países en desarrollo como México, sino también en los industrializados.
En la segunda parte del libro se examina la influencia que ha tenido la precarización del empleo en la disminución del traspaso del tipo de cambio a la inflación en las principales economías latinoamericanas, así como los efectos que ha tenido la creciente concentración del ingreso en la demanda interna y el crecimiento de los países emergentes y desarrollados que integran la Organización para el Crecimiento y el Desarrollo Económicos (Ampudia; Hernández).
En la tercera sección se investigan los efectos del crédito bancario en la distribución del ingreso en México. En ella se muestra que la pérdida de poder adquisitivo de los salarios no ha sido compensada con crédito bancario accesible para el consumo, no obstante que éste ha crecido; por el contrario, las altas tasas de interés activas en este segmento del mercado, además de las elevadas comisiones asociadas a la gestión y otorgamiento del crédito al consumo, han acentuado el problema de la concentración del ingreso, al propiciar una transferencia neta de recursos de los deudores hacia la banca (Gómez).
La cuarta parte del libro aborda los obstáculos al empleo de la política fiscal con fines contra-cíclicos en México, como consecuencia de su subordinación a la política monetaria conducida mediante la intervención esterilizada en el mercado de cambios. En ella se destacan los efectos adversos de una creciente deuda interna con fines de estabilización monetaria, el correlativo déficit cuasi-fiscal, y la vulnerabilidad de las finanzas públicas a una repentina alza de las tasas de interés externas o a la reversión violenta de capitales foráneos (López y Basilio, Ortiz).
En la quinta parte se estudia específicamente el papel que juega el tipo de cambio en el proceso de acumulación de capital y de crecimiento económico, desde distintas perspectivas: primero, analizando los efectos microeconómicos en nuestro país; después, por bloques de países desarrollados, en desarrollo y con integración regional; y finalmente, además en tres países con regímenes de metas de inflación (Vargas y Rivas; Mántey; Capraro y Perrotini).
Las pruebas empíricas presentadas dan cuenta del impacto negativo que tiene una devaluación cambiaria sobre la distribución del ingreso, no sólo a través de su efecto negativo sobre el salario real y el consumo, sino también por el daño que ocasiona a la inversión, como consecuencia del incremento en la carga de los pasivos en moneda extranjera y las mayores tasas de interés que suelen seguir a una devaluación. Estas repercusiones, en opinión de los autores, tienden a superar los efectos positivos provenientes de una mayor competitividad vía precios relativos en el sector externo.
Finalmente, en la última sección, se plantean los defectos y desequilibrios que ocasiona la actual arquitectura financiera internacional, dependiente del dólar y del euro (Chapoy); así como las limitantes que impone el marco institucional del Banco Central Europeo para la coordinación de políticas monetarias y fiscales dentro de la Unión Europea (Panico y Purificato).
Por la relevancia de los temas y debates teóricos abordados, la evidencia factual ofrecida, así como los modelos matemáticos y econométricos desarrollados a lo largo de los capítulos que componen este libro, su lectura se recomienda no sólo para actualización y consulta, sino para ser aprovechada en salones de clase y seminarios de investigación, por sus aportes y como guía metodológica de la investigación económica.