Introducción: Los tratamientos clásicos del nódulo tiroideo tóxico han sido el I¹³¹ y/o la cirugía por su eficacia y carácter definitivo. Desde hace pocos años, las técnicas de ablación térmica se están consolidando como una alternativa eficaz y segura. Describimos la experiencia adquirida en nuestro centro.

Métodos: Se evaluaron 21 pacientes tratados desde enero/2014 a diciembre/2021. La edad media fue de 51 ± 13,2 años, el 85,7% mujeres. Once nódulos fueron derechos y 10 izquierdos; 9 de predominio sólido (> 75%), 10 mixtos (25-75% porción sólida) y 2 quísticos (> 75% porción quística); dos nódulos presentaban macrocalcificaciones. El volumen inicial fue 14 ± 13,8 ml y el diámetro mayor inicial 35,9 ± 11,4 mm. La técnica inicial fue la radiofrecuencia, y desde 2019 las microondas. Se recogen datos sobre función tiroidea, volumen nodular y complicaciones en la ablación y a los 1, 3, 6, 12, 18 y 24 meses.

Resultados: La TSH se normalizó al mes en todos los casos menos dos, ambos normales a los 3 meses. No hubo necesidad de tratamiento sustitutivo en ningún caso. La tasa de reducción de volumen alcanzó una media del 70% al año (DE 18,1), con escasa reducción posterior (76,2% a los 24 meses). Esta fue mayor en los nódulos mixtos que en los sólidos (73,2% vs. 55,8% a los 6 meses, y 76,3% vs. 62,5% a los 12 meses) pero sin alcanzar significación estadística. No hubo recidivas de la hiperfunción durante el seguimiento. Como complicaciones hubo 2 parálisis recurrenciales transitorias.

Conclusiones: La ablación térmica de los nódulos tiroideos autónomos hiperfuncionantes es una técnica segura y eficaz en la normalización de la función tiroidea, alcanzando una reducción media del volumen al año del 70%, sin hipotiroidismo asociado y con infrecuentes complicaciones transitorias.