P-072 - ¿Y SI MIENTE? GESTIONAR UNA SITUACIÓN EMBARAZOSA SIN PERDER EL PACIENTE
Hospital Can Misses, Ibiza, EspaÑa.
Introducción: En las primeras décadas del siglo pasado se detectó la necesidad de prestar una adecuada educación a las personas con diabetes. En 1972 Leona Millar, oficializó la educación diabetológica como parte del tratamiento de la diabetes. Durante esta relación paciente-profesional, nuestra alerta se ve desafiada por factores como: Excesiva preocupación por los datos, demandas del entorno asistencial, fallos en la tecnología, e incluso estar más pendiente de uno mismo que del protagonista de la educación terapéutica: el paciente. En ocasiones después de verificar los seis factores que influyen en el incumplimiento terapéutico, puede existir la duda razonable: ¿y si miente? Y si la respuesta es afirmativa: ¿cómo lo gestiono?
Objetivos: Describir un caso en el que las técnicas de comunicación terapéutica y la tecnología, posibilitan la identificación de falsos datos y favorecen la recuperación de la paciente para responsabilizarse de su autocuidado.
Material y métodos: Glucómetro Contour next (Ascensia Diabetes Care). Registro en papel con límites de los controles. Software de gestión glucocontro (https://glucocontro.es). Ascensia Diabetes Care. Protocolo de DMG del Hospital Can Misses. En la primera consulta posdebut la paciente presentó un registro en papel con un 53% de cifras de glucosa acabadas en cero y cinco. Además de controles antes del desayuno y posprandiales de DE-CO-CE, rellenó los campos correspondientes a cuerpos cetónicos en orina y TA, peso y cita con cifras de glucemia. Durante la entrevista la persona se mostraba poco dispuesta a la comunicación, con monosílabos por respuesta, sin mantener contacto ocular y presentando mínima gestualidad. Le solicité glucómetro para la segunda visita. A la semana siguiente no lo aportó y siguió presentando controles escritos de las mismas características. Recalcando la importancia de aportarlo, y la necesidad de procesar los datos con software para una adecuada monitorización de la glucemia, en la tercera visita lo trajo. Gracias al software glucocontro pude constatar que no se había hecho ningún control hasta el día de la segunda visita. Viendo los datos y sin mencionar su mentira, procedí a insulinizar a la mujer.
Resultados: La mujer, sin sentirse culpabilizada, siguió su autocuidado y dio a luz sin más complicaciones, cumpliéndose los objetivos de la asistencia.
Conclusiones: El uso de la tecnología y su integración con las técnicas de comunicación terapéutica, favorecieron la detección de datos falsos y la recuperación de la paciente para responsabilizarse de su autocuidado.