Sr. Director: Streptococcus pneumoniae produce infecciones intraabdominales con poca frecuencia. El abdomen agudo es la forma clínica más frecuente y en general se debe a peritonitis. Se han descrito dos formas. La primera, la peritonitis neumocócica espontánea debida a diseminación hematógena, asociada a ascitis de origen hepático o cardíaco en adultos y a síndrome nefrótico en niños. Por otra parte, en la mujer, S. pneumoniae puede producir también infecciones del tracto genital por vía ascendente a partir de la vagina, desarrollando posteriormente peritonitis secundaria1,2. Recientemente hemos observado el caso de una mujer con una salpingitis bilateral por S. pneumoniae que no presentaba peritonitis.
Mujer de 47 años de edad, previamente sana, que consultó por un cuadro de dolor abdominal de 16 h de evolución, con náuseas y fiebre elevada. No había presentado previamente síntomas respiratorios y no había padecido historia de enfermedades de transmisión sexual o de enfermedad pélvica inflamatoria. Refería ligadura de trompas en el pasado. En el momento del ingreso presentaba fiebre de 39,6 °C y dolor a la palpación en zona suprapúbica. La analítica evidenció un recuento de 16.600 leucocitos/ µ l, con 74% de neutrófilos y 1% de cayados. En la radiografía simple de abdomen y la de tórax no se detectaron alteraciones. Con el diagnóstico de apendicitis aguda complicada se practicó laparotomía, en la que se observó la existencia de inflamación purulenta en ambas trompas en las zonas próximas a la ligadura. No se apreció afectación de la cavidad abdominal. Se practicó anexectomía bilateral. La paciente fue tratada con 2 g/6 h de cefoxitina y 100 mg/12 h de tobramicina, mejorando rápidamente su estado general. El estudio anatomopatológico evidenció salpingitis bilateral supurativa. A las 72 h en el cultivo del material purulento se observó la presencia de S. pneumoniae sensible a penicilina en cultivo puro. Los hemocultivos fueron negativos. Se continuó tratamiento con amoxicilina por vía oral, y la paciente fue dada de alta 6 días después de la intervención quirúrgica. Se mantuvo el tratamiento antibiótico hasta completar 10 días, observándose una buena evolución en los controles posteriores.
La paciente no presentaba ninguno de los factores predisponentes para la infección genital neumocócica previamente descritos, como dispositivo intrauterino, período posparto o posaborto, o cirugía ginecológica reciente3. La enfermedad pélvica inflamatoria es una entidad infrecuente después de una ligadura tubárica, y su presentación como abdomen agudo hace muy difícil su diferenciación con un cuadro de apendicitis aguda. En la mayoría de casos descritos en mujeres sin enfermedad de base, la peritonitis neumocócica va acompañada de anexitis. Sin embargo, al predominar la clínica de inflamación peritoneal, la anexitis suele pasar desapercibida4,5. En esta paciente, la ligadura tubárica previa frenó probablemente el ascenso de S. pneumoniae y localizó la infección, evitando la peritonitis. Este hecho, y la ausencia de hemocultivos positivos hace improbable la vía hematógena como fuente de infección.