Mujer de 31 años, diagnosticada de leucemia mieloide aguda M1 y portadora de un catéter venoso central (CVC) con reservorio subcutáneo. Ingresó en nuestro centro para tratamiento y se le implantó un CVC tipo Hickman para aféresis. Cuatro días después de la administración del tratamiento quimioterápico la paciente presentó una neutropenia febril. Se extrajeron hemocultivos a través del CVC tipo Hickman y se inició tratamiento empírico con piperacilina-tazobactam. A las 48h se aisló Staphylococcus hominis en los hemocultivos y se añadió teicoplanina tras dosis de carga. Después de 90h de incubación se detectó crecimiento en dos nuevos frascos de hemocultivos. En la tinción de Gram se observaron bacilos grampositivos con tinción irregular (fig. 1). A las 72h de incubación en agar sangre en condiciones de aerobiosis a 37°C, con 10% de CO2, se observó el desarrollo de unas colonias secas y grisáceas (fig. 2). Se realizó una tinción de Kinyoun, observándose bacilos ácido-alcohol resistentes. El microorganismo se identificó como Mycobacterium mucogenicum mediante reacción en cadena de la polimerasa y técnica de hibridación reversa (GenoType® Mycobacterium AS, Hain, Nehren. Alemania). De acuerdo con el perfil de susceptibilidad antibiótica, se inició tratamiento con claritromicina (500mg/12h vo) y levofloxacino (500mg/24h vo).
Ante la sospecha de bacteriemia relacionada con catéter, se extrajeron hemocultivos cuantitativos a través de ambos CVC y mediante venopunción. Se aisló M. mucogenicum únicamente en la sangre extraída a través del CVC con reservorio. A pesar de la buena evolución clínica de la paciente, tras 15 días de tratamiento con antibioterapia combinada se retiraron ambos CVC y se enviaron a cultivo. Se aisló M. mucogenicum en la punta y en el interior del reservorio subcutáneo. Se completaron 56 días de tratamiento (43 días con levofloxacino y claritromicina y 13 días con claritromicina) con buena evolución.
ComentarioMycobacterium mucogenicum es una micobacteria de crecimiento rápido (MCR), no cromógena, ubicua y que frecuentemente aparece como contaminante del agua. Esto explica su implicación en brotes relacionados con sistemas de distribución de agua o material hospitalario contaminado1. En los últimos años, se ha producido un aumento en la frecuencia de infecciones causadas por MCR, siendo las relacionadas con catéter en pacientes inmunocomprometidos las clínicamente más relevantes2.
El diagnóstico microbiológico puede suponer un reto. Algunas MCR se pueden identificar erróneamente como Corynebacterium spp. o Nocardia spp. debido a que en las tinciones se observan como bacilos grampositivos y a que son catalasa positivos3. M. mucogenicum suele ser sensible a la mayoría de los antibióticos salvo, como ocurre con el resto de MCR, a los tuberculostáticos de primera línea. Habitualmente, se recomienda la asociación de un aminoglucósido con un macrólido o una quinolona4. Aunque se desconoce cuál es la duración óptima del tratamiento antibiótico, en la mayoría de los casos descritos se ha completado una terapia de 4-6 semanas5. En los casos de infección relacionada con catéter es imprescindible la retirada de éste, tal y como se recomienda en la literarura6.
El interés de este caso es doble. Por un lado, debemos destacar que debemos incluir en el diagnóstico diferencial las MCR en hemocultivos de pacientes inmunocomprometidos en los que se observen bacilos grampositivos con tinción irregular. Por otro lado, incidir en que un manejo clínico óptimo incluye un diagnóstico temprano y la retirada del dispositivo intravenoso combinada con un tratamiento antibiótico adecuado.