Varón de 19 años, de origen italiano, residente habitual en Calabria (Italia), estudiante universitario en Madrid desde hace 1,5 años, sin antecedentes personales de interés salvo haber padecido varicela, parotiditis y tos ferina durante la infancia. No informó de viajes recientes fuera de Madrid desde hace 3 meses.
Comenzó hace una semana con un cuadro consistente en malestar general, fiebre de 38°C, rinorrea, tos no productiva y odinofagia, por lo que 3 días después acudió a su médico de atención primaria, quien diagnosticó cuadro de probable origen viral pautando tratamiento con una cefalosporina oral y paracetamol. A pesar de dicho tratamiento, el paciente continuó con la misma sintomatología y con incremento de la fiebre hasta 40-41°C, cefalea y añadiéndose en las últimas horas sensación de escozor ocular y la aparición de un exantema máculo-papuloso en la cara y la zona central del tronco. El exantema en las últimas 24h se ha diseminado por la cabeza, el cuerpo y las extremidades haciéndose confluente, sin afectar a las palmas ni plantas.
Exploración física: temperatura 39,3°C. Buen estado general. Exantema morbiliforme generalizado de predominio central (centrípeto), sin afectación de palmas y plantas (fig. 1 y 2). Cabeza y cuello: inyección conjuntival bilateral. Eritema faríngeo y amigdalar. El resto de la exploración es normal. Se realizó un hemograma: leucocitos: 6.640/μl (neutrófilos: 52,2%, linfocitos: 37,3%); hemoglobina: 15,2g/dl; hematocrito 44,3%; plaquetas 202 103/μl, y un análisis bioquímico básico: glucosa: 85mg/dl, urea: 38mg/dl, creatinina: 1,22mg/dl, transaminasa glutamicoxalacética (aspartato-aminotransferasa): 109 U/l transaminasa glutámico pirúvica (alanina-aminotransferasa): 52 U/l.
El cuadro clínico es compatible con sarampión, por lo que recibió tratamiento sintomático. La evolución fue favorable sin presentar ninguna complicación asociada. Este alumno se relaciona de forma habitual con medio centenar de compatriotas que están estudiando en Madrid. Coincidiendo temporalmente con este caso, otros dos compañeros universitarios italianos desarrollaron un cuadro similar. Posteriormente, el estudio serológico demostró elevación de inmunoglobulina M antisarampión.
DiagnósticoSarampión.
ComentarioEn los últimos años, la difusión del programa de intercambio universitario entre países europeos conocido como Erasmus1, junto con la implantación a partir de este año de la declaración de Bolonia y el desarrollo del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES)2, está favoreciendo la llegada de alumnos universitarios de diferentes países europeos a nuestro país.
Dentro de la Unión Europea, cada uno de los países miembros tiene un calendario de vacunación infantil específico3. En España, la vacunación infantil frente al sarampión ha sido prácticamente universal, debido a la inclusión en la década de los ochenta en el calendario de vacunación obligatoria, lo que ha determinado que en adultos sea una enfermedad prácticamente erradicada, salvo en inmigrantes procedentes de zonas donde hay bajos niveles de vacunación (África, América Central y del Sur, y este de Europa)4. Ocasionalmente, se han descrito en nuestro país, a partir casos importados, brotes de carácter restringido en sujetos de población autóctona no vacunados5.
Aunque en la actualidad, en la mayor parte de las regiones italianas se incluye en el calendario vacunal la triple vírica (sarampión-paperas-rubéola) y de hecho hay planes de erradicación de ésta6,7, en la última década del siglo xx solo eran obligatorias las vacunas frente a difteria, tétanos, polio y hepatitis B, mientras que eran recomendadas aunque no obligatorias la tos ferina, Haemophilus influenzae y la triple vírica. Con respecto a la vacunación del sarampión (morbillo en italiano), el porcentaje de niños vacunados en esa década, ha sido muy variable dependiendo de la región donde vivieran. En un estudio publicado en 1994, el porcentajes de niños vacunados de sarampión oscilaba entre el 9-53%8. Ello ha determinado la aparición, en esta primera década del siglo xxi, de brotes ocasionales de estas infecciones en adultos jóvenes9,10.
Por todo ello, pensamos que deben incluirse en el diagnóstico diferencial de los cuadros febriles exantemáticos en universitarios procedentes de otros países europeos, como es el caso de Italia, a las enfermedades virales que clásicamente aparecían en la infancia (en especial, sarampión y rubéola).