Sr. Editor: Parvovirus B19 (B19) es el único virus miembro de la familia Parvoviridae que produce patología probada en el ser humano, y puede contagiarse a través de secreciones respiratorias de persona a persona. Se ha clasificado recientemente dentro del género Erythrovirus por replicarse únicamente en precursores eritropoyéticos. Se asocia a crisis de anemia aplásica transitoria y artritis y poliartralgias simétricas, de predominio en mujeres adultas. Es el agente causal en población infantil del eritema infeccioso y puede confundirse con el exantema por rubéola o sarampión, ahora que estas patologías son más infrecuentes. En pacientes inmunocomprometidos adopta una forma crónica de aplasia medular con afectación de las tres series. Es de distribución mundial y se presenta esporádicamente o de forma epidémica cada 4 o 5 años al final del invierno o principio de la primavera. Estudios realizados en España establecen que la prevalencia de anticuerpos frente al B19 en niños de 1a 10 años es del 20%, del 45-65% entre los 10 y 40 años, y puede llegar al 76% en población mayor1; datos similares aparecen en estudios de otros países2,3.
Describimos en esta carta un aumento significativo de casos por B19 ocurrido en Barcelona durante el año 2005, sospechado por un incremento de determinaciones serológicas positivas en nuestro laboratorio respecto a años anteriores. Dicha observación se efectuó a partir de las muestras de sangre remitidas al Servicio de Microbiología del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona para el estudio de anticuerpos inmunoglobulina M (IgM) frente a B19 (anti-B19 IgM). Para su determinación cualitativa en el suero se utilizó el enzimoinmunoanálisis Parvovirus B19 IgM EIA (Biotrin International Ltd., Dublín, Irlanda). Este ensayo utiliza como antígeno proteína recombinante biotinilada VP2 de la cápside de B19.
Se analizaron estadísticamente los casos positivos sobre el total de determinaciones anuales, efectuadas durante 6 años: 2001 (15/495), 2002 (10/503), 2003 (28/559), 2004 (26/551), 2005 (52/644) y 2006 (18/539). La proporción de anti-B19 IgM positivas de 2005, comparada individualmente con los otros 5 años mediante la prueba de chi al cuadrado, fue siempre significativamente superior (p < 0,05). Esto sugiere la existencia de un brote epidémico en ese período de tiempo. En los casos circunscritos a 2005 se estudió la incidencia estacional, se recogió el motivo clínico que originó el estudio serológico y se correlacionó por sexo y por dos grupos de edad (< 17 años y > 17 años).
El incremento de casos se fija en marzo de 2005, el pico máximo corresponde a junio con 15 anti-B19 IgM positivos y va declinando paulatinamente siguiendo el patrón clásico en la evolución de esta enfermedad. De las 52 determinaciones anti-B19 IgM positivas, 31 correspondían a individuos adultos (mayores de 17 años). En este grupo de edad la clínica era referida preferentemente a cuadros articulares (poliartralgias recurrentes, artritis migratoria, etc.) con un predominio del sexo femenino en relación 3:1. En niños y adolescentes jóvenes, en cambio, la afección más frecuente se relacionó con la clásica semiología del eritema infeccioso o megaeritema (tabla 1). La incidencia es el doble en el sexo femenino, y se correlaciona con otros estudios clásicos que sugieren un mayor número de formas sintomáticas en mujeres4,5 pese a que ambos sexos presentan tasas de infección similares al realizar estudios de seroprevalencia1,3. Esta última afirmación se ve reforzada por el hecho de que cuando la infección se presenta en pacientes con patología grave subyacente, en forma de manifestaciones hematológicas, la distribución por género se iguala6. Así ocurre en nuestra serie, en la que no se ha podido establecer una valoración significativa por el reducido número de casos estudiados.
Manifestación clínica predominante en función del sexo y el grupo de edad en el año 2005
Varones < 17 años | Mujeres < 17 años | Varones > 17 años | Mujeres > 17 años | |
Exantema/rash | 3 | 7 | 2 | 2 |
Artropatía | 1 | 5 (1) | 15 | |
Hepatopatía | 1 | 1 | ||
Ascitis fetal | 1 | |||
Síndrome febril | 3 (1) | 2 (1) | ||
Alteraciones hematológicas | 4 (4) | 1 (1) | 1 (1) | 3 (1) |
Total | 7 | 14 | 11 | 20 |
Entre paréntesis, número de pacientes con patología oncológica subyacente.
Llama la atención la agrupación de casos con patología grave de base que se produce en los últimos meses de 2005, coincidiendo con un aparente repunte del brote: entre finales de agosto y diciembre, 8 de los 9 casos recogidos son pacientes oncohematológicos que presentan cuadros febriles prolongados o relacionados con aplasia medular grave.
A pesar de que estudios de brotes comunitarios estiman tasas de ataque por B19 sensiblemente superiores en población infantil que en adultos7, en nuestra observación el número de determinaciones seropositivas es mayor en individuos adultos probablemente por el tipo de población a la que atendemos: pacientes ingresados, que habían necesitado una consulta hospitalaria y presentaban mayor gravedad o con una expresión clínica menos evidente que la que podría ser el eritema infeccioso infantil, que sería diagnosticado únicamente por parámetros clínicos.
Es importante proseguir con los estudios de seroprevalencia de B19, generalmente circunscritos a poblaciones reducidas, así como conocer de forma prospectiva la incidencia de infección de este patógeno en el tiempo para adelantarnos en la medida de lo posible a nuevos brotes y poder realizar un diagnóstico precoz en la población general, especialmente en pacientes inmunocomprometidos y mujeres embarazadas.