Material y métodos: Se han estudiado las orinas procedentes de 45 pacientes receptores de un trasplante renal. Cada una de las muestras se dividió en dos partes y, tras su descontaminación, una de ellas fue sometida a centrifugación (1.500 rpm durante 10 min) y la otra a sedimentación a temperatura ambiente durante 30 min. Del sobrenadante de cada una de ellas se sembraron 250 µl en un shell-vial de la línea MRC-5. Los cultivos se incubaron durante 48 h a 37 oC y fueron revelados mediante una inmunofluorescencia indirecta. Las orinas consideradas como tóxicas totales fueron resembradas después de su dilución al 1:1 con medio de mantenimiento.
Resultados: Se han analizado 845 orinas, 743 (88%) fueron negativas y 102 (12%) positivas; 66 (7,8%) fueron consideradas como tóxicas: 35 (4,1%) con toxicidad parcial y 31 (3,6%) con toxicidad total. Las orinas centrifugadas fueron positivas en el 86,2% de los casos frente al 98% de las sedimentadas (p = 0,004). De las 31 orinas consideradas como tóxicas totales, 17 (2,2%) correspondían a orinas negativas y 14 (13,7%) a las positivas. De ellas, 12 (85,7%) correspondían a las orinas centrifugadas y 2 (14,3%) a las sedimentadas (p = 0,001).
Conclusiones: El porcentaje de toxicidad de las orinas ha sido bajo (7,8%), lo cual parece no recomendar la dilución sistemática de todas las orinas. El proceso de sedimentación ha permitido detectar un mayor número de orinas positivas para citomegalovirus con una menor toxicidad sobre las monocapas. La utilización de este proceso disminuiría el número de orinas que precisarían ser resembradas
Material and Methods: We studied urine samples from 45 renal transplant recipients. After decontamination half of each sample was centrifuged (1,500 rpm for 10 minutes) and the other half was allowed to sediment at room temperature for 30 minutes. From the supernatant of each of these 250 µl was inoculated in a shell-vial (MRC-5). Cultures were incubated for 48 hours at 37 °C and stained by an indirect immunofluorescence assay. The samples considered totally toxic were re-inoculated after dilution 1:1 with maintainance medium.
Results: Of 845 urine samples analyzed, 743 (88%) were negative and 102 (12%) positive. 66 (7.8%) were considered toxic: 35 (4.1%) partially toxic and 31 (3.6%) totally toxic. Of the centrifuged urine samples 86.2% were positive against 98% of the sedimented samples (p = 0.004). Of the 31 samples considered totally toxic, 17 (2.2%) corresponded with negative urine samples and 14 (13.7%) with positive samples. Of these, 12 (85.7%) were detected in centrifuged samples and 2 (14.3%) in sedimented samples (p = 0.001).
Conclusions: The percentage of toxicity in the urine samples was low (7.8%) which does not seem to suggest the need for systematic dilution of all samples. The sedimentation process enabled us to detect a greater number of urine samples positive for CMV with a lower rate of toxicity of the monolayers. The use of this process would reduce the number of samples requiring re-inoculation