Sr. Director: Las infecciones causadas por el virus herpes simple (VHS) son una entidad muy frecuente que afecta a la mayoría de la población general. El VHS se subdivide en tipo 1 (VHS-1) y tipo 2 (VHS-2) a partir de consideraciones genéticas, antigenéticas, biológicas y epidemiológicas 1. El VHS-1 es el principal causante de las infecciones que afectan al área craneal y cervical (la gingivoestomatitis es la primoinfección) y las reactivaciones ocurren casi siempre en esta zona. El VHS-2 debe considerarse como una infección o enfermedad de transmisión sexual pues su principal vía de contagio es la de tipo sexual (primoinfección); las reactivaciones ocurren casi exclusivamente en esta zona orgánica1,2.
Con el objetivo de conocer la frecuencia de las infecciones herpéticas en territorios orgánicos "no propios" se ha estudiado la localización etiológica y distribución corporal de las infecciones causadas por el VHS-1 y VHS-2.
Desde enero de 1995 hasta febrero de 2000 se han estudiado todas las muestras remitidas para la investigación de presencia de VHS en muestras clínicas. Todas las muestras fueron recogidas con un escobillón estéril y mantenidas en un medio de transporte hasta su llegada al laboratorio. Tras su proceso de decontaminación, las muestras fueron sembradas en dos viales de la línea celular Vero (Vircell, Granada) siguiendo la técnica de cultivo postcentrifugación en shell-vial. Los viales fueron incubados a 36ºC durante 24 ó 48 horas dependiendo de su aspecto tras su observación en el microscopio invertido; la observación de un efecto citopático compatible era indicación de su fijación y procesado. Después del proceso de incubación los viales fueron fijados con acetona a -20ºC durante 10 minutos. Las monocapas fueron reveladas con anticuerpos monoclonales específicos dirigidos contra cada uno de los subtipos del VHS (Syva Mycro Track HSV1/HSV2, Palo Alto, California). Se consideró como muestra positiva aquella que presentara una fluorescencia específica3.
La localización etiológica de la infección por el VHS se estableció en función del origen y zona de toma de la muestra realizada por el clínico.
Durante el período de estudio se han analizado 934 muestras. De ellas, 128 (13,7%) fueron consideradas como positivas (aislamiento vírico): 64 correspondían al VHS-1 (50%) y 64 al VHS-2 (50%). De las 64 muestras positivas al VHS-1, 7 (10,9%) correspondían a una localización genitourinaria y de las 64 muestras positivas al VHS-2, tan sólo 1 (1,5%) era de una localización extragenital (p<0,05). Del total de muestras estudiadas sólo el 6,2% (8/128) podría considerarse como infecciones en territorios "no propios". No se ha observado un incremento significativo en el número de casos de infección genitourinaria por el VHS-1 a lo largo del período de estudio. Los 7 casos correspondían a 4 varones (57%) y 3 mujeres (43%) (p=no significativo). El único caso de VHS-2 de localización no genitourinaria correspondía a un recién nacido con neumonía y viremia diseminada adquirida por vía vaginal durante el parto4.
Diversos estudios realizados en EE.UU. han mostrado un incremento sustancial de infecciones genitales causadas por el VHS-15.6. En nuestro país Lomas et al7 y más recientemente González-Escalada et al8 han observado unos porcentajes del 24% y 26% respectivamente. El porcentaje detectado por nosotros (10,9%) es bastante inferior al comunicado por estos autores y se asemeja más al valor reconocido antes de los años 801,2.
A diferencia del estudio de González-Escalada et al8 no hemos observado un predominio de las infecciones genitourinarias por el VHS-1 en la población femenina, distribuyéndose por igual los aislamientos entre ambos sexos; sin embargo, el número de casos estudiados por nosotros es bajo para extraer conclusiones definitivas. Tampoco hemos podido constatar un incremento en el número de infecciones genitales por el VHS-1 en los últimos años, diagnosticándose 1-2 nuevos casos por año. En el estudio reciente de Lafferty et al9 se observa cómo la proporción de infecciones genitales por el VHS-1 es del 46,9% en los varones homosexuales frente al 21,4% en mujeres y 14,6% en varones heterosexuales.
Parece evidente que el principal mecanismo patogénico de adquisición de la infección genital por el VHS-1 lo constituyen las prácticas orosexuales, dado que estudios clásicos han mostrado la identidad genética de cepas del VHS-1 aisladas en parejas sexuales con presencia del mismo en zonas orales y genitales2. A pesar de que tanto las infecciones genitales iniciales (primoinfecciones) como las recurrencias causadas por el VHS-1 pueden ocurrir, en general el grado de reactivación de las mismas es muy inferior al ocasionado por el VHS-22,10.
Es muy importante recomendar el tipado de las cepas del VHS aisladas en territorios genitourinarios, ya que de esta forma se podrá plantear al paciente la estrategia profiláctica y epidemiológica más adecuada. La presencia de un VHS-2 en un territorio genital puede ser el primer indicio del inicio de una serie de episodios repetitivos de reactivación herpética que, dependiendo de la frecuencia y sintomatología, determinarán el comienzo de una terapia tanto aguda como probablemente de supresión durante períodos prolongados. El aislamiento de un VHS-1 en este mismo territorio genital nos hace pensar en la consecuencia de prácticas sexuales orales en un paciente excretor vírico, sintomático o no, y en la no necesidad inicial de realizar terapia antivírica dado que debería considerarse como un episodio anecdótico con escasas probabilidades de producir infección local y posterior reactivación.