Sr. Editor:Streptococcus agalactiae es un estreptococo betahemolítico perteneciente al grupo B de Lancefield, que se ha identificado como causante de infecciones neonatales por transmisión o colonización durante el parto1. En las últimas décadas se ha producido un incremento en la incidencia de infecciones invasivas en adultos, especialmente en pacientes con inmunosupresión y otras patologías subyacentes graves2. Las infecciones de piel y partes blandas y la bacteriemia primaria sin foco conocido son las presentaciones clínicas más frecuentes, seguidas de las infecciones osteoarticulares, peritonitis, meningitis y endocarditis2–5. S. agalactiae es un agente causal infrecuente de endocarditis infecciosa (EI), la cual tiene un curso clínico agresivo, requiere terapia antibiótica eficaz y en numerosas ocasiones precisa tratamiento quirúrgico5–7.
Se revisaron de manera retrospectiva los casos confirmados de EI por S. agalactiae diagnosticados en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid entre los años 1985 y 2006. Se incluyeron aquellos casos que cumplían los criterios diagnósticos de Durack de EI, de acuerdo con las modificaciones establecidas en el año 2000 por Li et al8. Fueron documentados 8 casos de EI por S. agalactiae. Esto supone una incidencia global del 1,14%, sobre un total de 700 casos de EI (263 sobre válvula nativa, 243 en pacientes usuarios de drogas por vía parenteral, 162 sobre válvula protésica y 32 sobre cable de marcapasos) diagnosticadas en dicho período de tiempo en nuestro hospital. En la tabla 1 se resumen las principales características clínicas de los 8 pacientes estudiados.
La implicación de S. agalactiae como agente causal de EI es poco frecuente y ocurre entre el 2 y el 18% de los casos de enfermedad invasiva causada por este microorganismo4. La EI por S. agalactiae tiene un curso clínico agresivo, con rápida destrucción valvular y desarrollo de complicaciones sistémicas. En la actualidad, la mortalidad atribuible se aproxima al 34%, aunque se ha producido un importante descenso en las últimas décadas, probablemente relacionado con la combinación eficaz de tratamiento antibiótico y quirúrgico5–7,9,10. En nuestra serie la mortalidad fue del 12,5%. Estos datos contrastan con otras series publicadas en España que objetivaron una mortalidad del 50-56%6. Estas diferencias probablemente tengan que ver con el reducido tamaño de las series, debido a la infrecuente aparición de esta entidad.
Dada la agresividad de S. agalactiae sobre las válvulas cardíacas, el ecocardiograma muestra anormalidades en la mayoría de los casos. Pueden observarse grandes vegetaciones, abscesos, perforación de la pared cardíaca y rotura de las cuerdas tendinosas. El diagnóstico microbiológico de las infecciones por S. agalactiae no suele resultar dificultoso, al ser un microorganismo de fácil crecimiento en medios de cultivo tradicionales1. En este trabajo, en 7 de los 8 casos documentados, el microorganismo fue aislado en hemocultivos, y en uno de ellos se aisló además a partir del cultivo del tejido valvular resecado en la cirugía cardíaca. Sólo hubo un caso en el cual los hemocultivos fueron negativos, y el diagnóstico microbiológico se realizó mediante técnicas de biología molecular (reacción en cadena de la polimerasa [PCR]). Este caso (caso 2; tabla 1) se presenta en una carta científica aparte.
En conclusión, S. agalactiae es un agente etiológico poco frecuente de EI en adultos y en la mayoría de las ocasiones aparece asociado a enfermedades debilitantes. En nuestra serie, la EI por S. agalactiae presenta una incidencia del 1,14% sobre un total de 700 EI revisadas. La EI por S. agalactiae es una enfermedad agresiva que cursa con una alta mortalidad. En esta revisión, la mortalidad fue del 12,5%, lo que supone un descenso con respecto a la que presentaban los pacientes hace unas décadas. Esta reducción probablemente se deba a la combinación eficaz de tratamiento antibiótico y quirúrgico.