La hidatidosis es una zoonosis causada por la larva del Echinococcus granulosus infectando al ser humano como huésped intermediario. Su afección esplénica es una rara entidad que afecta al 0,5-6% de las localizaciones abdominales, siendo la tercera localización en frecuencia tras la hepática (50-80%) y pulmonar (25%). El diagnóstico sincrónico, hepático o peritoneal se observa en el 20-30% de los pacientes. En áreas endémicas el 50-80% de los quistes esplénicos son de origen hidatídico1. El primer caso fue descrito en 1790 por Bertelot, siendo Sabadini quien publicó la primera serie.
Cinco pacientes fueron diagnosticados y tratados en el Hospital Universitario de Cruces como hidatidosis esplénica entre enero de 1985 a enero de 2011. La edad media fue de 49,6 años (31-79); 4 fueron varones. En todos los casos salvo uno que se presentó como abdomen agudo y shock anafiláctico, el diagnóstico fue un hallazgo casual.
Durante el seguimiento postoperatorio de un caso de hidatidosis hepática, tratado mediante quistoperiquistectomía, se detectó recidiva esplénica de dicha enfermedad. Dos de los casos presentaban eosinofilia al diagnóstico. La serología fue positiva en un solo caso. El diagnóstico radiológico se estableció mediante TC en cuatro casos, siendo en el restante la ecografía la prueba diagnóstica utilizada. El tamaño quístico medio fue 9,7cm (límite: 6-20cm). En dos casos se dio una presentación sincrónica, un caso hepático y otro caso mesentérico. El tratamiento de elección fue la esplenectomía laparotómica con campos protectores de suero hipertónico (fig. 1). Dos casos presentaron infección superficial de herida quirúrgica y otro una hemorragia digestiva alta. En todos los casos el diagnóstico histopatológico fue de hidatidosis esplénica. En dos casos se realizó tratamiento postoperatorio con albendazol.
Debido a la escasa sintomatología la hidatidosis esplénica presenta un período de latencia largo (5-20 años) tratándose de un hallazgo casual en la mayoría de los casos, siendo por ello de gran tamaño a su diagnóstico. Suele tratarse de quistes únicos y uniloculares. El diagnóstico radiológico se realiza mayoritariamente mediante la ecografía y/o TC, siendo sus hallazgos no específicos. Se establece diagnóstico diferencial radiológico con otras tumoraciones quísticas tales como el quiste epidermoide, el absceso esplénico, el pseudoquiste o neoplasias quísticas. Hallazgos radiológicos característicos son la presencia de calcificaciones en la pared quística y la presencia de vesículas hijas en otros órganos2. Parece que la RMN podría tratarse de un arma diagnóstica eficaz de cara a discernir el origen parasitario o no de un quiste esplénico3. Los estudios inmunológicos presentan escasa especificidad (60-90%) y una sensibilidad del 80% en lesiones hepáticas y del 65% en lesiones pulmonares, pudiendo persistir positivos pasados años tras el tratamiento quirúrgico, por lo que deben interpretarse según el contexto clínico radiológico4. El aspecto más controvertido de esta patología es su tratamiento. Se han descrito resecciones esplénicas parciales intentado evitar la posibilidad de sepsis postesplenectomía requiriendo un 50% de parénquima sano en población adulta para mantener la función normal. Se trata de una técnica reservada para quistes de pequeño tamaño y periféricos, no común en los quistes hidatídicos5. Recientemente y gracias a los avances técnicos se han descrito resecciones endoscópicas, totales y parciales, presentando menor dolor postoperatorio y una rápida recuperación, pero relacionadas con una mayor tasa de recidivas6. La esplenectomía laparotómica es la técnica de elección ante quistes de gran tamaño en pacientes adultos dada la adecuada tasa de curación y escasa morbimortalidad, con menor recidiva que las resecciones parciales o endoscópicas7. En aquellos pacientes no operables se propone la aspiración percutánea guiada por ecografía y la posterior instilación de agente escolicida (PAIR)8. Ahmad et al sostiene que el tratamiento preoperatorio con benzidazole previene la recurrencia asociado al tratamiento electivo, la esplenectomía9. No se ha demostrado el beneficio del uso postoperatorio de antihelmínticos10. Algunos autores preconizan el tratamiento quirúrgico conservador de la hidatidosis esplénica, sin embargo, la esplenectomía es en sujetos adultos la técnica de elección, dada las adecuadas tasas de curación y escasa mortalidad. La enfermedad hidatídica esplénica debe ser incluida en el diagnóstico diferencial de patología quística esplénica.