Niña de 11 años que es atendida en el servicio de microbiología de nuestro hospital, remitida el 12 de marzo de 2012 por su médico de familia por presentar una lesión única eritemato-escamosa, indolora y no pruriginosa, en la cara debajo del párpado inferior izquierdo, de un mes de evolución (fig. 1). Inicialmente había sido diagnosticada como lesión herpética, pero tuvo una evolución tórpida y se extendió progresivamente.
Como datos epidemiológicos de interés la madre refería que la niña había recibido como regalo de Reyes un cobaya, que pocos días después desarrolló una afección cutánea con pérdida del pelo en la zona abdominal, y acabó muriendo a finales de enero, coincidiendo este acontecimiento con la aparición de la lesión en la cara de la niña.
EvoluciónSe recogieron escamas con bisturí del borde de la lesión y en el examen directo, con KOH20%+DMSO40%, se observaron micelios compatibles con un hongo dermatofito.
En el cultivo de las escamas en agar Sabouraud cloranfenicol actidiona a 28°C crecieron, a los 7 días, colonias de superficie plana con borde ligeramente estrellado y color blanco, con reverso amarillo limón brillante. Con el tiempo, en el centro de las colonias se desarrolló un micelio superficial harinoso con ligeros pliegues radiales (fig. 2).
En agar patata dextrosa a 28°C, el hongo presentó esporulación lenta con formación, a los 21 días, de microconidios delgados y clavados en forma de lágrima, de hasta 6μm, dispuestos a lo largo de las hifas, primero espaciados y finalmente agrupados; escasos macroconidios de paredes finas y tamaño variable (fig. 3). No se observaron hifas en espiral y no hidrolizó la urea (caldo de urea de Christensen y Maslen) después de 7 días. El hongo se identificó por estas características como Trichophyton erinacei1.
ComentariosLos dermatofitos zoofílicos que causan con mayor frecuencia dermatofitosis en el hombre son Microsporum canis, Trichophyton mentagrophytes (T. mentagrophytes var. mentagrophytes) y T. verrucosum2.
Trichophyton erinacei (sinónimo T. mentagrophytes var. erinacei)3 es un hongo dermatofito zoofílico cuyo huésped natural son los erizos, que pueden ser portadores asintomáticos del hongo o presentar costras faciales o periauriculares con pérdida de púas. Las infecciones en el hombre tienen muy baja prevalencia mundial y se han informado casos individuales y series pequeñas de casos de tinea manuum, tinea corporis, tinea barbae, tinea faciei, tinea capitis o kerion y onicomicosis causadas por T. erinacei. Estas infecciones suelen presentarse como erupciones muy inflamatorias y pruriginosas, aunque también se han descrito formas no inflamatorias. La transmisión al hombre puede ser por contacto directo con erizos, pero también se han informado casos de transmisión a través del suelo, de otros animales domésticos como gatos y perros e incluso el contagio entre humanos4,5.
En la búsqueda realizada en PubMed de los estudios de prevalencia de dermatofitosis publicados en España en los últimos 20años solo hemos encontrado referencia a 6 casos por T. mentagrophytes var. erinacei (3 tinea corporis, 2 tinea faciei y 1 tinea manuum) diagnosticados en un área de Madrid en el periodo de 1988-19976-8.
En nuestro hospital, en los últimos 7 años, además del caso previamente descrito, hemos diagnosticado 2 casos de tinea corporis por esta especie. En el primer caso, en abril de 2010, T. erinacei se aisló de lesiones cutáneas circinadas en el muslo de un niño de 12años que tenía un cobaya con lesiones en la piel. En el segundo, en agosto de 2011, Arthroderma benhamiae (teleomorfo de T. erinacei) se aisló de una lesión circinada de 4cm, eritematosa y escasamente pruriginosa en el tronco de una niña de 8años. En estos 2 casos la identificación definitiva se realizó en la Unidad de Micología del Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda.
Las dermatofitosis por T. erinacei son de baja prevalencia en el hombre. La infección en humanos se debe a la presencia de animales exóticos en nuestro entorno, aunque otros animales domésticos o mascotas pueden infectarse y actuar como reservorio, transmitiendo la enfermedad.