Tras la erradicación oficial por la OMS de la viruela en 1980, su vacuna dejó de ser necesaria. Sin embargo, en el año 2002, ante la amenaza de un ataque bioterrorista, el gobierno de Estados Unidos inició una campaña de vacunación contra la viruela con la cepa NYCBOH (New York City Board of Health), considerada la menos reactógena. Desde entonces, más de un millón de personas han sido vacunadas1.
Presentamos el caso de un varón de 19años sin antecedentes médicos de interés, militar del ejército de Estados Unidos, embarcado en misión militar y que 8días después de recibir la vacuna contra la viruela presenta un cuadro de mialgias, febrícula y malestar general, y a las pocas horas comienza con disnea de esfuerzos moderados y dolor torácico de características pleuríticas. Se lleva a cabo un tratamiento conservador con buena evolución clínica y llega a nuestro centro hospitalario 14días después del inicio del cuadro, estando afebril y estable hemodinámicamente, sin hallazgos reseñables en la exploración física y con ligera molestia precordial en remisión. Niega haber tomado ningún fármaco en los últimos 2meses. En el ECG destaca la presencia de una ligera elevación generalizada cóncava de segmento ST y bloqueo de rama derecha no presente en los ECG iniciales (fig. 1). La analítica mostraba elevación de marcadores de necrosis miocárdica con un pico de troponinai de 10ng/ml y CK de 1.247ng/ml (MB42), siendo el resto de parámetros normales, incluyendo tóxicos en orina (drogas ilícitas comunes, barbitúricos, benzodiacepinas y antidepresivos). El estudio serológico para infección por virus cardiotropos fue negativo. La ecocardiografía mostraba un ventrículo izquierdo con función sistólica conservada sin alteraciones de contractilidad segmentaria y un mínimo derrame pericárdico sin otras alteraciones. La RNM cardiaca evidenciaba signos leves de inflamación y edema en la pared lateral sin evidencia de realce tardío con gadolinio. Asintomático y con cifras de troponina en descenso, fue dado de alta en tratamiento con ibuprofeno. Ante la sospecha de reacción adversa a la vacuna, se notificó al centro de farmacovigilancia de nuestra comunidad.
La vacunación contra la viruela con la cepa Vaccinia Virus históricamente ha sido relacionado con casos esporádicos de miopericarditis, algunos de ellos de evolución fatal2,3. Desde el inicio de la campaña de vacunación con la cepa NYCBOH en el año 2002 y hasta finales de 2008, basándose en criterios diagnósticos establecidos por el centro para control de enfermedades (CDC) y el departamento de defensa estadounidense (DoD), se han documentado 140casos de miopericarditis probable o confirmada, con una incidencia de 1:10.0004; no tenemos conocimiento de ningún caso reportado en España. Nuestro caso, teniendo en cuenta la secuencia temporal entre la administración de la vacuna y la reacción descrita, así como la ausencia de causas alternativas que la expliquen y ateniéndonos a los criterios referidos5, cumple criterios de probable miopericarditis posvacunación de viruela al presentar cuadro clínico, evolución electrocardiográfica y analítica compatibles, sin confirmación histológica. La mayoría de los casos descritos en la literatura son, al igual que el nuestro, leves y solo requieren medidas conservadoras (antiinflamatorios y reposo relativo), si bien se han descrito casos de miocarditis eosinofílica grave con buena respuesta a los corticoides6,7, así como la posible evolución hacia la miocardiopatía dilatada e incluso su posible relación con episodios coronarios, si bien estas asociaciones no han sido probadas5. El mecanismo de afectación cardiaca se cree mediado por reacción inmunológica, aunque algunos autores sugieren daño viral directo6. Ante estos efectos cardiológicos adversos, la CDC y el DoD recomiendan evitar la vacunación en pacientes con antecedente de cardiopatía o más de 2factores de riesgo cardiovascular5.