Sr. Editor:Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM) ha emergido como un importante patógeno en la comunidad en otros países1. Asociado en un principio a infecciones de piel y tejidos blandos, recientemente se ha descrito su emergencia como causa de neumonía y empiema2,3, y ha llegado a ser en ciertas áreas de EE.UU. el patógeno más frecuente4. Esta forma de infección tiene una elevada mortalidad5, lo que adquiere especial importancia al afectar principalmente a niños y jóvenes previamente sanos y sin factores de riesgo conocido6. La presencia del gen que codifica la leucocidina de panton valentine (LPV) está asociada con la gravedad de esta infección7. En España se ha publicado recientemente el primer caso de neumonía adquirida en la comunidad por S. aureus portador de LPV, que curiosamente era sensible a meticilina8.
Se describe por primera vez en España el caso de una neumonía adquirida en la comunidad por S. aureus con resistencia aislada a la meticilina, portador del gen que codifica para la LPV y del tipo IV de cassette cromosómico (SSCmec), tres características que diferencian las cepas comunitarias de los SARM relacionados con el hospital1.
Niño de 2 años y 4 meses con cuadro catarral de varios días de evolución es llevado a la consulta por decaimiento, fiebre (39 °C), dolor en espalda y hombro derecho en las últimas horas. No tiene antecedentes personales ni familiares de interés. Es nacido en España, de padres españoles. En la exploración física destacaba una marcada afectación del estado general, dificultad respiratoria moderada con hipoventilación y soplo tubárico en hemitórax derecho. Temperatura: 38,7 °C, frecuencia respiratoria: 40 resp./min, SO2: 90%. Pruebas complementarias: hemograma: 8.670 leucocitos/ml (21% segmentados, 36% cayados), proteína C reactiva (PCR) 34,37 mg/dl. Resto normal. Radiografía de tórax: consolidación pulmonar derecha, con derrame pleural. Ecografía de tórax: derrame pleural > 2 cm, tabicado de ecogenicidad aumentada. Ingresa con el diagnóstico de neumonía complicada con derrame pleural. Se instaura tratamiento empírico con cefotaxima y vancomicina intravenosos y se realiza toracoscopia para desbridamiento y colocación de tubo de tórax. El hemocultivo fue estéril. En la tinción de Gram del líquido pleural no se visualizaron microorganismos, pero en el cultivo creció SARM. El antibiograma mostró que este aislado era heterorresistente a meticilina, y sensible al resto de antibióticos (eritromicina, clindamicina, ciprofloxacino, gentamicina, trimetroprima-sulfametoxazol, rifampicina, vancomicina, teicoplanina, ácido fusídico, tetraciclina, linezolid y mupirocina). El estudio molecular mediante la reacción en cadena de la polimerasa detectó la presencia del gen mecA, que confirmó la resistencia a meticilina, SSCmec tipo IV y la presencia del gen que codifica la LPV. Tras este hallazgo, se suspendió la cefotaxima, completándose 30 días con vancomicina. Permaneció 3 semanas con el tubo de tórax. Se instauraron medidas de aislamiento y se realizó estudio de portadores en paciente y familiares; no se detectó SARM en exudado nasal en ninguno. Mantoux: negativo. Estudio inmunológico e ionotest normales. TC torácica: consolidación en LID con zonas de menor atenuación y burbujas aéreas, hallazgos compatibles con neumonía necrosante (fig. 1). Tras 32 días de hospitalización fue dado de alta. A los 2 meses estaba asintomático y sin alteraciones significativas en la radiografía de control.
En un estudio realizado entre 2002 y 2004 en nuestro hospital se describió la primera serie de casos de infecciones por SARM adquirido en la comunidad (AC) en España. Todas ellas aparecían en niños y estaban relacionadas con la piel y tejidos blandos9. En 2006 aparece este caso, la primera neumonía por SARM-AC. Teniendo en cuenta lo sucedido en otras regiones de EE.UU., en las que, al aumento de infecciones de piel y tejidos blandos por SARM-AC, le ha seguido la aparición de casos de neumonía, es posible la emergencia de este patógeno como causa de neumonía grave complicada con empiema en áreas españolas con alta incidencia de infecciones de piel y tejidos blandos causadas por este microorganismo. Desde el punto de vista epidemiológico, sería de interés realizar estudios para determinar la prevalencia de colonización y de infección causadas por este microorganismo en la comunidad.