Sr. Director: En la actualidad están descritas más de 40 especies de la familia Legionellaceae, aunque sólo una parte de ellas han ocasionado enfermedad en el hombre1. Aproximadamente el 85% de las infecciones humanas son causadas por Legionella pneumophila y de forma ocasional se aíslan otras especies que afectan sobre todo a pacientes inmunocomprometidos2.
Presentamos un caso de neumonía por L. longbeachae serogrupo 1, en una paciente politraumatizada a consecuencia de un accidente de tráfico.
Se trataba de una mujer de 18 años que ingresó en el Servicio de Urgencias de nuestro hospital y que presentaba hematoma retroperitoneal y múltiples fracturas: esternón, vértebra L1 sin compromiso medular, rama izquierda del sacro e isquiopubiana. Precisó tratamiento con expansores del plasma, transfusiones y corticoides y fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para observación. A su ingreso en esta unidad se encontraba consciente, orientada, colaboradora, con correcta mecánica ventilatoria y con una saturación de oxígeno del 100%. En la analítica se halló una cifra de 18.000 leucocitos con un 83% de neutrófilos.
En una radiografía de tórax de control, realizada 36 horas después, se apreció una imagen de edema alveolointersticial difuso y unas horas más tarde desarrolló un cuadro de agitación psicomotriz, con fiebre de 38ºC y algún despeño diarreico.
El deterioro progresivo motivó la intubación e instauración de tratamiento antibiótico con gentamicina y cefazolina, así como el envío al laboratorio de una muestra de aspirado bronquial para su cultivo. La paciente falleció tres días después con clínica de hipoxia severa y un patrón en la radiografía de tórax compatible con síndrome de distrés respiratorio del adulto.
En el cultivo de la muestra, en medio BCYE*, se aislaron a las 48 h de incubación abundantes colonias de bacilos gramnegativos (hipurato negativo, oxidasa positiva, betalactamasa positiva) que no crecían en medios de cultivo habituales. La inmunofluorescencia directa (Sanofi Pasteur)® realizada con anticuerpos frente a los serogrupos 1-6 de L. pneumophila fue negativa y en la prueba de aglutinación de látex (OXOID)® se observó aglutinación con el reactivo para especies de L. no pneumophila. Posteriormente la cepa fue identificada como L. longbeachae serogrupo 1 por el laboratorio de referencia de Legionella del Instituto de Salud Carlos III.
L. longbeachae fue descrita por primera vez en California en 1981. Mckinney et al aislaron la bacteria del tracto respiratorio de cuatro pacientes, en los que ocasionó un cuadro clínico similar al producido por L. pneumophila3. En los años posteriores se describieron casos de forma aislada, en distintos países, muchos de los cuales fueron neumonías de evolución fatal4-7.
En 1990 se comunicó un brote epidémico comunitario de neumonía por L. longbeachae en Australia, relacionado con el uso de abonos comerciales2. Durante la última década, L. longbeachae serogrupo 1 ha sido la principal causa de legionelosis en ese país, incluso superando a L. pneumophila en algunos lugares8. Recientemente la asociación de infección por L. longbeachae con el uso de abonos comerciales ha sido confirmada en Japón por Koide et al9.
A diferencia de lo observado en otras especies de L. no pneumophila, L. longbeachae se adquiere con frecuencia en la comunidad y puede afectar a pacientes inmunocompetentes2. El cuadro clínico más frecuente es el de neumonía, con formación ocasional de abscesos y derrame pleural. También se han descrito manifestaciones extrapulmonares como pericarditis, pancreatitis, microabscesos renales y coagulación intravascular diseminada10.
Nuestra paciente presentó un cuadro de insuficiencia respiratoria grave, con fiebre, cierta agitación psicomotriz y diarrea. Inicialmente estos síntomas se atribuyeron al politraumatismo, sin sospechar la existencia de una infección adquirida en la comunidad.
El cultivo de las muestras respiratorias mostró que se trataba de una neumonía por L. longbeachae, de probable adquisición comunitaria y en la que no fue posible averiguar la fuente de infección.
En cuanto a la sensibilidad antibiótica, L. longbeachae es susceptible a eritromicina, rifampicina y ciprofloxacino, y aunque presenta concentraciones mínimas inhibitorias más elevadas que L. pneumophila, por el momento el tratamiento recomendado es el mismo para ambas especies8.
No hemos encontrado datos sobre la epidemiología de L. longbeachae en nuestro país. Este caso pone de manifiesto que esta bacteria puede ser causa de neumonía grave y que es necesario realizar cultivos que hagan posible el hallazgo de patógenos infrecuentes.