Introducción
Las infecciones causadas por Enterococcus spp. han aumentado en importancia. Enterococcus faecalis y E. faecium son las especies más importantes en infecciones humanas1.
El desarrollo de un alto nivel de resistencia a gentamicina (RANG) representa un serio problema terapéutico ya que perjudica el efecto sinérgico entre aminoglucósidos y antibióticos que actúan sobre la pared de la célula bacteriana (penicilina y glicopéptidos)2.
Las ciudades de Resistencia y Corrientes son las capitales de las provincias del Chaco y Corrientes, respectivamente, en el noroeste de la República Argentina. Se encuentran a corta distancia una de la otra, por lo que se produce un intenso intercambio poblacional por razones sociales o laborales, y pueden considerarse, desde el punto de vista sanitario, como una zona única (fig. 1).
El objetivo de este estudio fue determinar la prevalencia de cepas de E. faecalis y E. faecium con alto nivel de resistencia a aminoglucósidos, determinar la relación entre RANG y otros aminoglucósidos, y su distribución de acuerdo con el tipo de muestras clínicas (sangre, orina y otras).
Materiales y método
Bacterias
Fueron estudiadas un total de 177 cepas (157 de E. faecalis y 20 de E. faecium) aisladas de distintas muestras clínicas entre abril de 1996 y diciembre de 1998.
Estas cepas procedieron de diferentes centros asistenciales: Hospital Dr. Julio C. Perrando (130), Instituto de Medicina Regional. Universidad Nacional del Nordeste (1) de Resistencia y Laboratorio Botello (34), Clínica del Iberá (1), Instituto del Diagnóstico (3), Instituto Privado de la Mujer (4), Sanatorio Litoral (2), Sanatorio Norte (1) y Hospital Ángela I de Llano (1) todos de la ciudad de Corrientes, República Argentina. Se registró la siguiente información sobre cada cepa: muestra clínica, identificación y susceptibilidad antimicrobiana.
El aislamiento y la identificación de Enterococcus spp. fueron realizadas mediante pruebas bioquímicas según esquema identificatorio de Faklam et al3.
Determinación de la susceptibilidad antibiótica
La susceptibilidad a gentamicina, estreptomicina y kanamicina se determinó mediante la técnica de difusión utilizando discos de alta carga de aminoglucósidos (gentamicina 120 µ g, estreptomicina 300 µ g y kanamicina 120 µ g) según normas del National Committee for Clinical Laboratory Standars (NCCLS)4. Simultáneamente se realizó, con el fin de confirmar los resultados obtenidos, la siembra en spot de todas las cepas en placas de agar cerebro-corazón con 500 µ g/ml de gentamicina y 2.000 µ g/ml de estreptomicina5.
Análisis estadístico de los resultados
El nivel de resistencia a gentamicina (la presencia o ausencia de altos niveles de resistencia a gentamicina) fue tomada como variable dependiente, y su posible asociación con la presencia o ausencia de altos niveles de resistencia a estreptomicina y kanamicina; así como la frecuencia de las cepas aisladas con alto nivel de resistencia a gentamicina, estreptomicina y kanamicina en las diferentes muestras clínicas se determinó utilizando el test de la * 2 o el test exacto de Fisher (cuando los valores fueron inferiores a 5).
Resultados y discusión
E. faecalis presentó RANG en un 28,7%, a estreptomicina en un 28,7% y a kanamicina en un 37,6%. E. faecium mostró un 50, un 40 y un 60%, respectivamente. No se encontró diferencia significativa entre la susceptibilidad de las cepas procedentes de Resistencia y Corrientes (p = 0,8843585).
Para determinar la relación entre RANG y los otros aminoglucósidos y su distribución de acuerdo con las muestras clínicas E. faecalis y E. faecium fueron incluidos dentro del género Enterococcus spp. (tablas 1 y 2).
En 1979 se comunicó por primera vez el aislamiento de una cepa de E. faecalis con resistencia de alto nivel (concentración inhibitoria mínima [CIM] > 2.000 mg/l) a gentamicina6. Desde entonces se han realizado varios estudios con el fin de detectar la prevalencia de este tipo de microorganismo en varios lugares del mundo. En nuestro país se han publicado tres trabajos realizados en este sentido, todos ellos en la ciudad de Buenos Aires7-9, no existiendo ningún dato de nuestra región.
Las frecuencias referidas en los trabajos anteriormente mencionados son variables y oscilan entre el 20 y el 23,2% a gentamicina y el 24,6 y el 47,3% a estreptomicina en E. faecalis. En las cepas de E. faecium los valores oscilaron entre un 12,5 y un 33,3% de RANG con un 12,5 y un 50% para estreptomicina, por lo que los resultados obtenidos en nuestro trabajo coinciden con estos valores, salvo RANG para E. faecium que se encontraría algo elevada. Valores más altos de resistencia a gentamicina en E. faecium que en E. faecalis fueron encontrados por Guiney y Urwin10 y por McNamara11.
El alto porcentaje de resistencia simultánea a gentamicina y estreptomicina (78,1%) no coincide con los porcentajes referidos por otros autores. Del Valle Ortiz comunica un 41,1% de sensibilidad a estreptomicina en cepas resistentes a gentamicina12. Algo similar sucede con los estudios realizados en nuestro país. Bantar et al detectó sólo un 19,5% de cepas resistentes a gentamicina y estreptomicina7. Sarachian y Mikaelian, en el Hospital Británico de la ciudad de Buenos Aires, encontraron un 10,1% de cepas resistentes a gentamicina y estreptomicina8. Nuestros valores se acercan más a los de Balas et al, quienes en un estudio realizado en Madrid detectaron sólo un 5% de cepas resistentes a gentamicina y sensibles a estreptomicina13.
Los análisis estadísticos realizados demostraron una diferencia significativa entre las cepas aisladas de sangre, orina y otras muestras clínicas (p < 0,0005 para gentamicina y estreptomicina y 0,004 < p < 0,007 para kanamicina) presentando una mayor proporción de cepas resistencia de alto nivel a aminoglucósidos en hemocultivos.
El número de cepas con RANG aisladas de hemocultivos (57,1%) es superior a los valores referidos por Balas et al y Caballero Granado en un estudio realizado en España (el 41 y el 33%, respectivamente)13,14.
Conclusión
La prevalencia de enterococos resistencia de alto nivel a aminoglucósidos en el área estudiada justifica su detección, sobre todo en infecciones graves.