Sr. Director: El término sepsis postesplenectomía (SPE) se refiere a la aparición de bacteriemia asociada o no a meningitis o a neumonía fulminante, a partir de los dos meses de la exéresis del bazo. Aparece más frecuentemente en personas jóvenes con esplenectomía por enfermedades hematológicas y suele ocurrir dos o tres años después de la extirpación del bazo. La SPE tiene una incidencia del 4,3% con una mortalidad del 60%1. Las bacterias capsuladas (Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Neisseria meningitidis) son responsables del 80% de estos cuadros, en tanto que el 20% restante obedece a diversos microorganismos como Escherichia coli, Staphylococcus aureus, Pseudomonas spp., Klebsiella spp. y Salmonella spp.2.
Presentamos un caso de SPE por Flavobacterium meningosepticum.
Se trata de un varón de 74 años de edad, con antecedentes de hipertensión arterial, dislipidemia y esplenectomía postraumática hacía 15 años, que ingresa en el servicio de clínica médica por presentar hemiparesia facio-braquio-crural derecha y afasia. A su ingreso se hallaba lúcido y afebril y presentaba dificultad deglutoria, por lo que se indicó la colocación de una sonda nasogástrica y alimentación enteral. El electrocardiograma mostraba una sobrecarga ventricular izquierda y tanto la radiografía de tórax como los análisis hemáticos eran normales. Una tomografía cerebral mostró una isquemia paraventricular anterior izquierda. Al séptimo día de internamiento el paciente presentó fiebre sin focalización con 20.800 leucocitos/mm3 (N:81%, E:1%, L:12%, M:6%) y una velocidad de sedimentación de 48 mm en la primera hora. Se tomaron tres muestras de hemocultivos que fueron positivos para Flavobacterium meningosepticum y se indicó ciprofloxacina por vía intravenosa en dosis de 200 mg/6 h y clindamicina por vía intravenosa en dosis de 600 mg/6 h según antibiograma (la identificación del microorganismo y el estudio de sensibilidad se realizó por MicroScan®), con desaparición de la fiebre, normalización de los análisis sanguíneos, negativización de los hemocultivos de control y mejoría clínica. El paciente fue dado de alta para su control ambulatorio.
El género Flavabacterium incluye bacilos gramnegativos, aerobios, inmóviles, oxidasa positiva y muy débilmente fermentativos. El patógeno humano de mayor importancia es F. meningosepticum, la única especie capsulada3. Las flavobacterias son residentes comunes del suelo y del agua y también se encuentran presentes en los alimentos. En el ámbito hospitalario, los posibles reservorios consisten en frascos-ampolla, rejillas de piletas, el material de alimentación por tubuladoras y otros productos líquidos. Se han descrito casos de meningitis, bacteriemias, endocarditis, infección de heridas e infecciones respiratorias, en general de origen nosocomial4. F. meningosepticum provoca brotes epidémicos de meningitis y bacteriemia en neonatos y niños prematuros, en tanto que los adultos que padecen infecciones por estos microorganismos a menudo presentan un estado de inmunodeficiencia, aunque se han descrito casos de infección cutánea en ausencia de enfermedades subyacentes5. Los resultados del antibiograma son variables. La mayoría de las flavobacterias producen betalactamasas lo que las hace resistentes a los antibióticos betalactámicos, incluyendo carbapenems y aztreonam. F. meningosepticum es resistente a eritromicina, tetraciclinas, cloramfenicol y aminoglucósidos, y es sensible a clindamicina, cotrimoxazol, rifampicina, y en ocasiones a ciprofloxacina y vancomicina. De hecho, F. meningosepticum es el único bacilo gramnegativo sensible a la vancomicina en la práctica clínica6. En el caso de nuestro paciente no hallamos ninguna puerta de entrada y no hubo desarrollo de úlceras por decúbito. Se realizaron cultivos de alimento usado para la nutrición enteral y de las soluciones para uso intravenoso, que fueron negativos. Por último, se optó por la clindamicina en lugar de la rifampicina, porque dado que el paciente presentaba una sonda entérica, se sospechó la presencia de microaspiraciones bronquiales, pese a no tener cuadro clínico ni radiológico compatible.
Hemos considerado interesante la publicación de este caso dadas las características de nuestro paciente (mayor de 30 años, esplenectomía postraumática y con más de 10 años de evolución y SPE con buena evolución), y por la ausencia de casos de SPE producidos por este microorganismo capsulado, comunicados hasta la fecha.