La uncinariasis es una geohelmintiasis intestinal causada por nematodos hematófagos de la familia Ancylostomidae («boca con ganchos»), principalmente Ancylostoma duodenale y Necator americanus, común en áreas tropicales y subtropicales, y que actualmente afecta a unos 740 millones de personas en el mundo (más del 10% de la población mundial)1,2. En el sigloxix y principios delxx se describió en Europa, incluyendo nuestro país, la denominada «anemia de los mineros», producida por A.duodenale3. Los gusanos adultos miden alrededor de 1cm de largo, según las especies, y presentan una cápsula bucal quitinosa1. Hoy día, la importancia de la uncinariasis en nuestro medio es como enfermedad importada4–6. Presentamos el caso de un paciente con anemia ferropénica grave secundaria a uncinariasis intestinal.
Varón de 19años, natural de Brasil y residente en España desde hacía 2meses, sin antecedentes de interés. Valorado en el servicio de urgencias, es ingresado posteriormente por un cuadro de más de 6meses de evolución de síndrome anémico con disfagia para sólidos, aftas orales y palidez cutánea. En la exploración física destacaban palidez mucocutánea marcada, queilitis angular, auscultación cardiopulmonar normal, dolor epigástrico a la palpación profunda sin signos de irritación peritoneal y ausencia de signos de insuficiencia cardíaca. En las pruebas analíticas encontramos Hb 3,1g/dl, Hto 12,4%, VCM 51,2fl, HCM 13pg, ADE 36,4%, leucocitos 6.200/μl, eosinofilia (600eosinófilos/μl) y plaquetas normales. Bioquímica con glucosa, función renal, perfil hepático, LDH e iones normales. Coombs directo negativo. Frotis de sangre periférica: anisocitosis microcítica, con presencia de algunos eliptocitos, dacriocitos, estomatocitos y dianocitos, sin esquistocitos. Ferritina 1μg/l, índice de saturación de transferrina 3%, sideremia 12μg/dl; vitaminaB12 y folato normales; sangre oculta en heces negativa; serologías de VIH, VHB, VHC, lúes y parvovitus B19 negativas. Panendoscopia oral sin alteraciones.
Dadas la procedencia del paciente y la anemia ferropénica intensa con eosinofilia asociada, se realizó estudio de parásitos en heces mediante técnica de concentración bifásica con etil acetato sobre heces conservadas en SAF, encontrando elevada cantidad de huevos de uncinarias (fig. 1). Se pautó tratamiento con albendazol 400mg al día por 3días. Tras la hemotransfusión en urgencias y ferroterapia intravenosa, se produjo franca mejoría clínica. En los controles analíticos se observaron crisis reticulocitaria intensa y Hb 16,1g/dl. Se derivó al paciente a consultas externas para seguimiento ambulatorio, objetivando ausencia de parásitos en heces y desaparición de la eosinofilia a los 2meses del tratamiento.
La uncinariasis es una parasitosis producida por A.duodenale y N.americanus, típica de áreas tropicales y subtropicales, y cuyo contagio se produce habitualmente por la penetración de las larvas filariformes a través de la piel de zonas expuestas2,4,7, desde donde migran por vía venosa hasta los pulmones y ascienden por el tránsito laringo-faríngeo hasta la vía digestiva, donde completan su ciclo, pudiendo eliminarse huevos por las heces. La infección crónica puede ser asintomática o causar un síndrome anémico por anemia ferropénica secundaria a la pérdida sanguínea producida mediante succión y lesiones ulceroerosivas. Las pérdidas sanguíneas pueden llegar a ser de más de 60ml al día1. La anemia, de lenta instauración, suele ser oligosintomática y bien tolerada. El diagnóstico requiere la sospecha clínica y se realiza mediante la demostración de huevos en un examen de heces8. Se debe sospechar en pacientes procedentes de áreas endémicas, sobre todo si presentan clínica digestiva, eosinofilia (presente en el 30-50% de los casos) y/o anemia ferropénica9. El tratamiento puede realizarse con albendazol, mebendazol o pamoato de pirantel, repitiéndose a la semana en caso de infestación importante2,10. Se recomienda un control de parásitos en heces a los 2meses de finalizar el tratamiento9.
Como conclusión, se presenta un caso importado de uncinariasis intestinal de alto grado, manifestado por anemia ferropénica intensa y probable síndrome de Plummer-Vinson. Los datos que hicieron solicitar el estudio de parásitos en heces fueron el origen del paciente y la eosinofilia periférica6. Dada la intensidad migratoria actual, la uncinariasis debe formar parte del diagnóstico diferencial de la anemia ferropénica.