Eikenella corrodens (E. corrodens) es un cocobacilo gramnegativo anaerobio facultativo de lento crecimiento, considerado flora habitual de la cavidad oral y de los tractos respiratorio superior y digestivo. Las infecciones más frecuentes en las que está implicado son las de cabeza y cuello, infecciones intraabdominales, endocarditis e infecciones por mordedura humana1. Sin embargo, son pocos los casos de infecciones ginecológicas y obstétricas descritos en la literatura.
Presentamos un caso de corioamnionitis y sepsis neonatal causada por E. corrodens.
Mujer de 25 años con gestación gemelar bicorial biamniótica que ingresó en semana 24+3 por cuello borrado sin dinámica de parto. No refería antecedentes médicos relevantes y el cribado prenatal era normal. Al décimo día del ingreso, y tras rotura prematura de membranas, se produjo el parto espontáneo que requirió de cesárea por situación transversa del primer gemelo. Ante la sospecha de corioamnionitis se envió muestra de placenta para cultivo microbiológico y examen histológico.
La recién nacida (800g) presentaba signos clínicos y bioquímicos de infección. El hemograma mostró 4.000 leucocitos/μl, (9% segmentados, 72% linfocitos y 15% monocitos) y 11.2000 plaquetas/μl. La proteína C reactiva fue de 5,3mg/dl. Se extrajo un frasco de hemocultivo y se instauró tratamiento antibiótico empírico con ampicilina (50mg/kg/dosis cada 12h) y tobramicina (5mg/kg/dosis cada 48h).
El examen histológico de la placenta reveló focos activos de corioamnionitis, y en el cultivo microbiológico se aisló un bacilo gramnegativo a las 48h de incubación. Las colonias crecidas en agar sangre presentaron una morfología típica puntiforme con bordes circulares de color gris, translúcidas y no hemolíticas (fig. 1). Desprendían un olor característico a hipoclorito y fueron catalasa negativas y oxidasa positivas.
El frasco de hemocultivo fue positivo a las 34h de incubación y tras la tinción de Gram, que reveló cocobacilos gramnegativos, se subcultivó en agar chocolate y agar sangre a 37°C y 5% CO2. A las 24h de incubación, las colonias crecidas presentaron idénticas características morfológicas y bioquímicas que las del cultivo de la placenta. Para la identificación de ambos microorganismos se utilizó el sistema automático Vitek 2® System (bioMérieux, España), que no consiguió discriminar el microorganismo. Se realizó una identificación presuntiva mediante pruebas bioquímicas (indol negativo, ornitina descarboxilasa y prolil arilamidasa positivas, no fermentación de hidratos de carbono). Finalmente, se amplificó y secuenció el gen 16S ARNr confirmándose la identidad de ambas bacterias como E. corrodens.
El estudio de sensibilidad se realizó por tiras de gradiente de antibiótico en agar Müeller-Hinton, suplementado con 5% de sangre y NAD (MH-F, Oxoid). Las cepas aisladas, de acuerdo con el documento del CLSI M452, fueron sensibles a penicilina (CMI: 1μg/ml), amoxicilina-ácido clavulánico (CMI: 1μg/ml), cefotaxima (CMI: 0,06μg/ml), eritromicina (CMI: 4μg/ml), ciprofloxacino (CMI: 0,006μg/ml), cotrimoxazol (CMI: <0,002μg/ml) y doxiciclina (CMI: 1μg/ml), intermedias a gentamicina (CMI: 4μg/ml) y amikacina (CMI: 16μg/ml), y resistentes a clindamicina (CMI:>256μg/ml) y metronidazol (CMI: >256μg/ml), concordantes con la sensibilidad antibiótica descrita en la bibliografía para este microorganismo1.
E. corrodens es una bacteria que tradicionalmente se ha incluido en el denominado grupo HACEK, formado por microorganismos de crecimiento lento y cultivo exigente, en el cual se incluyen especies de los géneros Haemophilus, Aggregatibacter, Cardiobacterium, Eikenella y Kingella.
La penicilina G o la amoxicilina-ácido clavulánico se consideran el tratamiento de elección. En nuestro caso, tras conocer el antibiograma, se empleó penicilina G endovenosa (50.000UI/kg/dosis cada 12h durante 7 días) con evolución favorable y hemocultivo estéril a los 5 días de vida.
Son escasos los trabajos publicados que documenten sepsis neonatal por E. corrodens3–5. Habitualmente se aísla en infecciones mixtas, en pacientes con algún grado de inmunodepresión. En el caso presentado la corioamnionitis por E. corrodens pudo producirse tras diseminación ascendente desde la vagina, debido a una colonización genital por dicha bacteria durante el embarazo. Algunos autores sugieren que el sexo oral durante la gestación contribuye a presentar corioamnionitis por este microorganismo6–9. La sepsis precoz del recién nacido ocurrió presumiblemente por transmisión vertical.
Las infecciones producidas por E. corrodens pueden estar infravaloradas debido al lento crecimiento de la bacteria y a que pueden aparecer en infecciones mixtas, por lo que su identificación constituye un desafío microbiológico.
Conflicto de interesesLos autores declaramos no tener ningún conflicto de intereses.