En las unidades de cuidados intensivos un importante número de pacientes requiere soporte ventilatorio durante largos períodos de tiempo. En estos casos se hace necesaria la realización de una traqueostomía que permita el correcto manejo de la vía aérea1.
La traqueostomía percutánea (TP) es un procedimiento mínimamente invasivo, de creciente instauración en Europa y Estados Unidos2, en el que el abordaje traqueal se efectúa usando el método Seldinger.
La TP se está imponiendo como técnica de primera elección en los pacientes en estado crítico2,3, ya que aporta numerosas ventajas4-7,entre las que destacan: técnica sencilla (precisa poco instrumental), segura, rápida (disminuye el tiempo quirúrgico) y económica8, que no precisa traslado al quirófano, por lo que disminuye la morbilidad por traslado y evita la utilización del quirófano9. En comparación con la traqueostomía convencional (TQ) presenta menor tasa de complicaciones peri y posoperatorias2,3,8,9 y favorece el cierre precoz del estoma con buenos resultados estéticos (cicatriz más pequeña, puesto que el estoma es más pequeño).
La baja tasa de morbilidad de esta técnica es atribuible2,3,6 a que expone menor cantidad de tejido (menor probabilidad de sangrado e infección) y a la preservación del anillo cartilaginoso traqueal2, lo que junto a la disminución en la movilidad de la cánula se relaciona con la baja frecuencia de estenosis traqueal.
A pesar de sus cuantiosas ventajas también presenta algunas desventajas, como son: canulación traqueal a ciegas10 (las complicaciones propias de esta técnica son la inserción paratraqueal y el fracaso en canular la tráquea) y el hecho de que sea precisa una curva de aprendizaje relativamente amplia por parte del personal que practica la TP2,11,12 .
El objetivo de este trabajo es realizar una revisión de los conocimientos sobre esta técnica y posteriormente describir las actividades que enfermería proporciona antes, durante y después del procedimiento.
En el año 2003 se introdujo esta técnica en nuestro hospital, y se ha consolidado como alternativa a la TQ. Las actuaciones que se describen en este artículo son las que efectuamos los enfermeros de nuestra unidad y serían similares a las realizadas por una enfermera circulante y de anestesia conjuntamente, si bien en la bibliografía consultada se evidencia que no en todas las Unidades de Cuidados Intensivos de nuestro entorno se realizan exactamente las mismas actividades13,14.
Técnica, indicaciones y contraindicacionesSe trata de una técnica de acceso traqueal poco cruenta, en la que usando el método Seldinger para la canulación vascular, se introduce una guía de alambre flexible entre el cartílago cricoides y el primer cartílago traqueal, o entre el primer y segundo cartílago traqueal, a través de una aguja introducida de forma percutánea con ayuda de una pequeña incisión de 1-2 cm a este nivel (fig.1). La abertura creada se dilata de forma progresiva a través de la guía de alambre formando un agujero del tamaño necesario para acomodar una cánula de traqueostomía (fig. 2).
Figura 1 Introducción de la guía de alambre en la vía aérea.
Figura 2 Introducción de la guía de alambre y la cánula en la vía aérea.
Existen diferentes técnicas para realizar la TP, dependiendo del instrumento que usemos para dilatar la abertura creada. Las técnicas más usadas en nuestro país son15: el método de Ciaglia, que utiliza un dilatador cónico único (fig. 3) o dilatadores progresivos, y la técnica de Griggs, en la que la dilatación se consigue con el uso de una pinza diseñada por Griggs et al, llamada fórceps dilatador guiado por alambre (fig. 4).
Figura 3 Dilatador cónico único (Cook Blue Rhino).
Las indicaciones de la TP son similares a las de la traqueostomía quirúrgica16,17 y quedan reflejadas en la tabla 1, junto a las contraindicaciones, tanto absolutas4, 17 como relativas4,5,11,17,18
En caso de emergencia para el control de la vía aérea el procedimiento adecuado es la cricotirotomía, aunque algunos autores4,19 contemplan la posibilidad de realizar una TP en estos casos.
Momento óptimo para la realización de la técnicaSerá decisión del equipo médico que estudia cada caso de forma particular. Tendrá en cuenta la gravedad de la patología, el estado del paciente y su pronóstico para elegir el momento óptimo en el que realizar la traqueostomía, ya sea quirúrgica o percutánea. El dominio de esta técnica por parte del intensivista permite tomar esta decisión al margen de la disponibilidad de personal externo a la unidad de cuidados intensivos y de los recursos hospitalarios.
No existe un consenso claro sobre cuál es el momento más adecuado para realizar una TP. Sin embargo, hay una marcada tendencia a realizar TP precoz en aquellos enfermos que se prevé que van a necesitar soporte ventilatorio durante un largo período de tiempo, debido principalmente al mejor manejo de la vía aérea y a la reducción del número de infecciones con respecto al tubo endotraqueal1,12,20.
Actividades de enfermeríaFase preoperatoriaLa TP (igual que la convencional) no es un procedimiento de emergencia, por ello, para su realización es necesaria la firma del “consentimiento informado”. El paciente (si su situación lo permite) y la familia deben recibir explicaciones amplias y satisfactorias (por parte del personal médico) sobre el riesgo-beneficio que conlleva la técnica.
Actividades de preparación
ciese falta se rasurará la zona quirúrgica antes del aseo.
a) Analgesia: fentanilo, cloruro mórfico etc.
b) Sedación: midazolan, propofol etc.
c) Relajación muscular: cisatracurio, atracurio etc. d) Atropina: 1 mg.
e) Anestésico local con vasoconstrictor (disminuye la hemorragia). Sueroterapia: debemos tener preparadas tanto soluciones de cristaloides como expansores del volumen, ya que durante la fase de anestesia se presentan con frecuencia casos de hipotensión.
Figura 4 Fórceps dilatador guiado por alambre.
Figura 5 Instrumental para traqueostomía percutánea con técnica de Griggs.
Actividades de intervención
(PEEP) a 0-5 cmH2O. Con esta maniobra nos aseguramos una buena oxigenación del paciente durante la técnica y minimizamos los riesgos de barotrauma durante la intervención.
Complicaciones preoperatorias
Las complicaciones más frecuentes durante esta fase son:
En nuestra unidad intervienen en este proceso tres médicos/as, un/a enfermero/a y un/a auxiliar de enfermería. Un médico se ocupa de la vía aérea y los otros dos efectúan la técnica (normalmente uno experimentado y otro en curva de aprendizaje). En otros hospitales intervienen en la técnica dos médicos, uno para la vía aérea mientras el otro efectúa la técnica ayudado por una enfermera que realiza la función de instrumentista.
Actividades de observación y vigilancia
El objetivo asistencial principal de la enfermera en esta fase es:
Es necesario conocer las complicaciones (tabla 3) más frecuentes que se producen durante el desarrollo de esta técnica5,16, con el fin de poder actuar de forma adecuada.
Actividades de intervención
neumotaponamiento. Se debe realizar una primera aspiración con el fin de limpiar la vía aérea de sangre y secreciones.
Actividades de observación y vigilancia
Durante esta fase se continúa con el trabajo de vigilancia iniciado en la fase anterior, para el que se hace preciso conocer las complicaciones posoperatorias5,16 que pueden aparecer (tabla 4).
El mínimo desgarro tisular, junto con el efecto de taponamiento que ejerce la cánula, hacen que el riesgo de sangrado sea bajo, y cuando éste aparece normalmente se controla con presión directa y apósito compresivo. No obstante, vigilaremos estrechamente tanto el sangrado, como los parámetros del respirador y las constantes hemodinámicas, haciendo hincapié en el aumento de la presión en la vía aérea que puede indicar presencia de secreciones, sangre o mala posición de la cánula y la disminución del volumen tidal o volumen minuto espirado, que nos orientan sobre la presencia de fuga de aire o la incorrecta posición de la cánula.
Actividades de intervención
las siguientes 4-6 horas se evitarán las movilizaciones innecesarias.
Figura 6 Cura del estoma.
Conclusiones
La TP es una técnica de uso cada vez más extendido, en la que el personal de enfermería tiene una participación activa en la preparación, colocación, mantenimiento y vigilancia de todo el proceso.
El personal de enfermería debe conocer el procedimiento, sus ventajas, inconvenientes, indicaciones, contraindicaciones y complicaciones, para poder actuar de forma adecuada y coordinada con el resto del equipo y dar respuesta a las necesidades del paciente en cada momento.