Como dice Clifford Woody, la investigación no es una mera búsqueda de la verdad, sino una indagación prolongada, intensiva e intencionada, es un método para descubrir la verdad a través del pensamiento crítico.
Es cierto que la profesión de Enfermería debe apostar por la investigación, fenómeno este que contribuiría en buena medida al reconocimiento y valoración de nuestra profesión, pero ¿dónde debemos aprender a investigar?
El momento más adecuado para hacerlo es, sin duda, durante la formación pregrado. En el estudio de Muñoz et al1 se destaca la escasa presencia de la asignatura de Metodología de la Investigación en las escuelas de Enfermería y se resalta su carácter obligatorio sólo en el 20,8% de los casos, opcional en el 11,3% y de libre configuración en el 1,9%.
Personalmente, no concibo que dentro de unos años, cuando aparezcan los primeros graduados en Enfermería en el campo asistencial, muchos de ellos, dependiendo de la universidad donde hayan cursado sus estudios, no tengan ni los conocimientos ni la competencia necesarios para poder realizar una investigación siguiendo el método científico, no sepan hacer lectura crítica o realizar una búsqueda bibliográfica. No se puede producir investigación a menos que existan personas preparadas, ya que la titulación, a pesar de ser importante, no garantiza el éxito de una investigación, si nadie ha formado al profesional en cómo realizarla.
En el estudio de Oltra-Rodríguez et al2 sobre dificultades y oportunidades para investigar de las enfermeras, en la categoría relacionada con la formación, cabe destacar la opinión de las enfermeras, registrada en comentarios como: “los estudios no están orientados a cuestionar”, “nuestra formación no está orientada a la posibilidad de investigar”.
Una de las recomendaciones sobre investigación en enfermería en Europa, publicadas por el Comité de Salud del Consejo de Europa, fue la necesidad de que todos los países europeos proporcionaran enseñanza y formación en investigación a los profesionales de enfermería. ¿En nuestro país esta recomendación se cumple?, mucho me temo que no, a tenor del estudio comentado.
Fuentelsaz-Gallego et al y la Unidad de Coordinación y Desarrollo de la Investigación en Enfermería (Investen-isciii)3 desarrollaron un trabajo en el que destacaban las propuestas de la Unidad sobre competencia de investigación en cuidados correspondientes al grado de enfermería y en el que sus expertos establecían como importantes: a) la necesidad de fundamentar la práctica enfermera en los resultados obtenidos de la investigación científica y en la mejor evidencia posible, b) la capacidad para leer críticamente documentación científica y, por supuesto, c) la capacidad para buscar y seleccionar documentación científica específica.
El avance de la investigación de Enfermería y su influencia en la práctica clínica va a depender de muchos factores: del apoyo institucional y político que se tenga, de la motivación y la madurez profesional del personal de enfermería ante la posibilidad de introducir cambios en la práctica y, sin duda alguna, del papel que desempeñarán las universidades en la formación de estos profesionales.
Los estudiantes de grado deberían, por tanto, demostrar que tienen la competencia necesaria para acceder a la información apropiada y relevante con la que detectar los problemas de la práctica diaria que podrían ser investigados y para realizar una lectura crítica de las evidencias encontradas.
La finalidad de nuestra búsqueda será la de encontrar argumentos sólidos, basados en los resultados de la investigación, que sustenten nuestra práctica clínica diaria y justifiquen los cambios sugeridos en la misma4.