Durante el transcurso del XXXVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Enfermería Intensiva y Unidades Coronarias (SEEIUC) celebrado en Bilbao del 12 al 15 de junio del 2011, como es habitual, se celebró la elección de los nuevos candidatos a los puestos vacantes correspondientes a los diferentes puestos de la Junta Directiva, Director/a de la Revista y miembros del Comité Científico y del Grupo de Certificación. Al no haberse presentado ningún candidato al puesto de Director/a de la Revista Enfermería Intensiva, Juan Carlos Muñoz Camargo, director en ese momento de la revista, con ese saber ser y hacer característico de él, me propuso ser la nueva directora en funciones.
Durante la conversación con Juan Carlos, una amalgama de sentimientos y sensaciones me invadieron, desde los más positivos hasta aquellos que rodean la aceptación de nuevos retos y responsabilidades. Como no podía ser de otra manera, acepté la propuesta esperando cumplir las expectativas que la junta directiva de la SEEIUC tiene de mí durante este año.
No es una nueva etapa, es la continuidad de lo que Juan Carlos ha venido haciendo tan eficientemente, ofrecer un producto de máxima calidad y rigor a los enfermos y enfermeras que se dedican al cuidado del paciente crítico y su familia. Muestra de ello es que la revista continúa indexada en las mejores y más prestigiosas bases de datos nacionales e internacionales. Esto ha sido posible gracias a la publicación de Editoriales que favorecen la reflexión y el análisis de la realidad cambiante de la profesión enfermera en el contexto del paciente crítico, a los Originales publicados que permiten que los enfermeros y enfermeras incorporen evidencia científica en su práctica, a los Artículos de Revisión y a la Formación Continuada que ayudan a actualizar los conocimientos. Todo ello en su conjunto permite mejorar los cuidados y la seguridad del paciente crítico.
Pero esta editorial no estaría completa si además de reconocer y agradecer la labor de Juan Carlos no mencionase también a otros profesionales que colaboran y participan para mantener la excelencia, el rigor y el éxito de esta publicación: los revisores que desde diferentes ámbitos (asistencia, gestión, docencia e investigación) participan en el proceso editorial, y que espero poder seguir contando con su inestimable colaboración; la coordinadora editorial que facilita, con su ayuda y paciencia, la gestión de manuscritos; los autores ya que sin sus artículos sería imposible avanzar en el conocimiento y en la mejora de los cuidados, y a los que les animo a continuar enviando sus aportaciones; y, finalmente, a nuestros lectores sin los que no tendría razón de ser esta publicación, y a los que les incito a ser críticos y constructivos para el progreso de nuestra revista.
Muchas gracias por la confianza depositada en mí. Espero sinceramente aprovechar esta valiosa oportunidad de participar en el crecimiento de Enfermería Intensiva.