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Vol. 40.
Páginas 181-183 (enero - abril 2017)
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Tres voces, una disciplina Sánchez Noriega Armengol, María de los Ángeles, Diálogos sobre la Política: ciencia, pedagogía y arte, México, unam-fcpys, 2015
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Marianna de C. Jaramillo Aranza, Juan Pablo Romero Roisin
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A lo largo de la historia de la Ciencia Política, varios especialistas se han ocupado de estudiar el origen de esta disciplina. Algunos de ellos lo ubican en el mundo antiguo, del cual obtuvimos autores que hoy consideramos clásicos (Aristóteles, Cicerón, Marco Aurelio, Platón, Plutarco, Séneca, Sócrates); otros ubican su origen en la gran revolución intelectual que fue la ilustración con autores que marcaron el pensamiento político (Hobbes, Jefferson, Kant, Locke, Maquiavelo, Montesquieu y Rousseau) y en los ideales de la Revolución Francesa que influenciaron en gran medida a movimientos políticos (libertarios, identitarios), prueba de ello son los modelos de Carta Magna de la mayoría de los países del mundo occidental (principalmente la de Estados Unidos), donde valores como la libertad, la igualdad y la justicia juegan un papel preponderante.

En este sentido, podemos afirmar que la Ciencia Política se ha consolidado en el mundo actual a través de dos tradiciones intelectuales: la europea, donde predomina un enfoque institucional, expresado en estudios sobre el individuo y sus valores; y la norteamericana, donde la reflexión se concentró en temas como la división de poderes y la participación política.

Ambas tradiciones han tenido una importante influencia en el desarrollo de la Ciencia Política en México y América Latina, donde estos modelos han mostrado una complicada coexistencia, que en el caso específico de México se refleja en lo diverso y lo problemático que resulta el estudio de ciertos temas, que en otras latitudes se manifiesta de una forma más clara.

Considerando que el objetivo del libro que se reseña en este texto es contribuir a la formación profesional de los alumnos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, en especial de aquellos que eligieron la opción de Ciencia Política, como una forma de abordar el conocimiento de lo político, y con ello enriquecer la construcción de su identidad hacia el mundo profesional o de investigación, es importante tomar en cuenta que se trata de una obra que aborda al estudio del desarrollo institucional e intelectual de la disciplina en México, porque existe una tendencia natural a vernos desde una naturaleza ajena a nosotros, a mirarnos a través de los ojos de autores extranjeros y a interpretarnos desde teorías que tienen como origen patrones y parámetros de comportamiento distintos a los nuestros.

En este sentido, lo sugestivo del libro es que reúne las entrevistas de tres destacados académicos: el Doctor Patricio Marcos Giacomán, el Doctor Enrique Suárez Íñiguez y el Doctor Héctor Zamitiz Gamboa. Es importante señalar que por su naturaleza se presenta como una alternativa para conocer las contribuciones de estos profesores del Centro de Estudios Políticos, quienes han dedicado gran parte de su vida a estudiar y transmitir sus inquietudes y análisis sobre la disciplina a sus alumnos, al mismo tiempo que se han interesado por el desarrollo de la Ciencia Política, con diferentes perspectivas pero complementarias, si se quiere ver a esta disciplina en su conjunto.

El Doctor Marcos Giacomán inicia su entrevista señalando que accedió a participar en este ejercicio debido a que su interés primordial es dilucidar que a lo largo de la historia del pensamiento en Occidente se ha insistido en plantear una diferencia entre Ciencia Política, Filosofía Política y Teoría Política, especialmente durante la Ilustración, hacia mediados del siglo xvii.

A lo largo de la entrevista, considera que la disciplina debería conocerse como Política, debido a que así nació en la Grecia antigua, como una ciencia y un arte en sí misma. Al mismo tiempo, insiste en que a partir de la Ilustración se consolidó una ideología hegemónica que impulsó y reclamó para sí la reflexión de los tres conceptos antes mencionados como elementos para expresar y justificar el predominio de las elites políticas e intelectuales que dominaban el escenario internacional en Europa y Estados Unidos.

Por su parte, el Doctor Suárez Íñiguez considera que para comprender a la Ciencia Política se le deben atribuir recursos y conceptos como a cualquier otra ciencia. Además, señala que tiene por objetivo establecer criterios de descripción y explicación de hechos y comportamientos propios al individuo y a su organización en sociedad. En la búsqueda de la cientificidad, la Ciencia Política ha buscado descubrir y formular leyes generales para su propio campo de estudio, sin embargo, tal como ha sucedido con otras Ciencias Sociales, su labor se ha mantenido en un constante desarrollo y cuestionamiento sobre su origen, desarrollo e institucionalización como fuente de conocimiento.

Debido a ello, la Ciencia Política es una ciencia distinta y de ahí se desprende su especificidad y, por lo tanto, su riqueza para proponer nuevos conocimientos utilizando un extenso bagaje de conceptos dentro de los cuales podríamos destacar, entre otros: Estado, gobierno, sociedad, instituciones e incluso democracia; aunque entre los estudiosos de la Ciencia Política no exista un consenso sobre la definición de conceptos como los que hemos mencionado.

El Doctor Zamitiz Gamboa afirma que la Ciencia Política tiene entre sus atributos fundamentales la caracterización de su análisis, que consiste en conceder un estatus de cientificidad a los temas o problemas de estudio, ya que el experto que realiza una investigación desde esta perspectiva, debe presentar evidencias empíricas que se derivan de la aplicación de un método predeterminado para analizar a la realidad y los individuos.

Sostiene que es de suma importancia establecer una convención para lograr una definición sobre la Política y lograr la inclusión de conceptos como el conflicto, para ampliar las perspectivas de análisis y no cerrar sus fronteras a nuevos campos de conocimiento, ya que considera que la Ciencia Política es una ciencia interdisciplinaria que resignifica y enriquece el léxico que han generado otras disciplinas.

Los tres profesores coinciden en que es complejo definir a la Ciencia Política debido a su carácter interdisciplinario; que dicho sea de paso, le permite aportar interpretaciones novedosas del mundo y la sociedad, y así enriquecer su estatus de cientificidad con respecto a otras ciencias.

La entrevista como forma de investigación nos permite conocer, entre otras cuestiones, la biografía intelectual del entrevistado y así obtener un medio para comprender la formulación de conceptos y teorizaciones. Los temas que se abordan en las entrevistas tienen, por sus particularidades, una importancia permanente y actual. Los contenidos de las entrevistas muestran la personalidad de cada uno de ellos, más allá de la relación entre maestro y alumno o entre colegas, poniendo de manifiesto el origen de su inclinación intelectual y profesional hacia la Ciencia Política.

La tarea del especialista de la Ciencia Política, a saber: el científico, el docente o el profesional debe concentrarse en la capacidad de compartir el conocimiento, promover su especificidad en un campo amplio de posturas y análisis que se inicia en las aulas y se consolida ya sea a través de procesos de investigación y teorización; o con el desarrollo profesional que redunda en la creación de nuevas vertientes de solución a las necesidades sociales.

Coincidimos con la autora cuando señala que la óptica del individuo se definirá a partir de su ubicación en un contexto histórico-social específico, inmerso en un espacio institucional común, en el cual el conocimiento se construyó para determinar los pasos a seguir por los grupos sociales involucrados en una sociedad determinada, en donde encontramos que la objetividad propia del científico se entrelaza con la subjetividad del ser histórico culturalmente definido.

Concluimos diciendo que el texto invita a conocer a la Ciencia Política a través de la voz de sus profesores.

Copyright © 2017. Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
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