La enfermedad de Crohn se caracteriza por su complejidad etiológica, fisiopatológica y, sobre todo, clínica. Puede manifestarse de muchas maneras, y en diversas localizaciones. Seguramente, una causa de sufrimiento muy importante es la enfermedad perianal. Resulta curioso cómo ya tan pronto como en 1938 se reconociera (por el mismo equipo que la describió) que la enfermedad intestinal luminal a menudo se acompañaba de fisuras, fístulas y/o abscesos en la zona perianal. Y no solo eso, puesto que fueron capaces de reconocer la importancia de la actividad inflamatoria de la enfermedad luminal, la dificultad del tratamiento y la especial refractariedad de las fístulas rectovaginales o cómo a veces la enfermedad perianal es la primera manifestación de la enfermedad de Crohn. Ochenta y un años después, la enfermedad perianal sigue siendo un fenotipo complejo de la enfermedad de Crohn, causante de afecciones molestas y graves en el paciente, y de dificultades técnicas de tratamiento para el médico, y especialmente para el cirujano especializado.
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