Las alteraciones ungueales tienen múltiples causas y pueden ser la expresión de varios procesos y, muchas veces, la primera manifestación de una enfermedad sistémica1,2. Si bien a veces representa sólo un problema estético, otras veces puede ser la clave diagnóstica de enfermedades importantes que se manifiesten mucho después3–5.
Muchas enfermedades del aparato digestivo se asocian a signos ungueales que, aunque suelen ser inespecíficos, otras veces pueden orientar el diagnóstico: cirrosis biliar (uñas en vidrio de reloj), síndrome de Plummer-Vinson (coiloniquia), síndrome de Peutz-Jeghers (pigmentación marrón), hemocromatosis (coiloniquia, leuconiquia y estriación longitudinal), fibrosis quística (telangiectasia periungueal), cirrosis (uñas de Terry), etc3,5. A esto se suma una larga lista de medicamentos (sobre todo medicamentos citotóxicos) de uso en pacientes con enfermedades gastrointestinales, que pueden ser tóxicos para el aparato ungueal dando una apariencia clínica muy variable a las uñas afectadas (onicólisis, paroniquia, melanoniquia longitudinal, hemorragia subungueal, cambios en la velocidad de crecimiento lineal de la uña, etc.)1,6.
En esta carta queremos comentar el caso de un varón de 52 años diagnosticado de carcinoma epidermoide de hipofaringe, que recibió tratamiento con quimioterapia neoadyuvante y que en sus uñas se desarrollaron varias bandas blanquecinas paralelas a la lúnula.
Varón de 52 años de edad, fumador y bebedor, sin antecedentes personales de interés, diagnosticado en julio de 2008 de carcinoma epidermoide de hipofaringe (seno piriforme) estadio iv -B (TxN3Mx) no resecable. Tras 3 ciclos con el esquema de quimioterapia neoadyuvante docetaxel, cisplatino y 5-fluorouracilo se lo trasladó al servicio de Dermatología debido a la aparición de cambios de coloración de las uñas que no le ocasionaban sintomatología alguna.
En la exploración dermatológica presentaba en todas las uñas de las manos y los pies 2 bandas blanquecinas horizontales y simétricas separadas entre sí por bandas de color rosado (fig. 1). Estas lesiones desaparecían al comprimir la uña. El resto de la exploración fue normal, salvo unas bandas pigmentadas longitudinales de color negro a nivel ungueal del primer dedo de ambas manos. Se estableció el diagnóstico de bandas de Muehrcke y melanoniquia longitudinal, secundarias a quimioterapia.
Figura 1. Varias bandas blanquecinas paralelas a la lúnula en las uñas del segundo al quinto dedo de la mano izquierda.
Las bandas de Muehrcke consisten en la aparición en las uñas de varias bandas transversales blanquecinas paralelas a la lúnula que, a diferencia de las líneas de Beau, no son palpables. En 1956, este autor describió esta alteración como manifestación de hipoalbuminemia (menos de 2,2 g/dl)7. La hipoalbuminemia puede ser secundaria a síndrome nefrótico, enfermedad hepática, trasplante cardíaco o desnutrición, y originaría edema en el lecho ungueal comprimiendo los vasos de esa zona8. Este cambio en la uña no es permanente, desaparece al comprimir la uña; no se desplaza distalmente con el crecimiento de ésta y desaparece al normalizar los valores de albúmina6,9. Sin embargo, se han descrito casos en pacientes con valores normales de albúmina: unilaterales tras un traumatismo o bilaterales tras la administración de quimioterapia combinada (lo que causaría una alteración vascular en el lecho ungueal)6,9,10.
Autor para correspondencia.
Benigno Monteagudo
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