Aeromona hydrophila (A. hydrophila) es un bacilo gramnegativo, anaerobio facultativo, no esporulado catalasa y oxidasa positiva, ubicuo del medio acuático y colonizador habitual del tracto gastrointestinal1. Sin embargo, no es universalmente aceptado como patógeno gastrointestinal, sobre todo debido a la ausencia de un brote de gastroenteritis aguda donde se haya identificado como agente único causal, así como por la imposibilidad de reproducir la enfermedad gastrointestinal in vitro tras el aislamiento bacteriano1.
Se presenta el caso de una mujer de 77 años, con antecedentes de diabetes mellitus tipo 2 y dislipemia, que acude a urgencias por dolor abdominal difuso e intenso, de instauración brusca, seguido de diarrea con productos patológicos (moco y sangre) y vómitos biliosos. En los 2 días previos al ingreso había presentado aumento del número de deposiciones sin productos patológicos. A la exploración física destaca abdomen doloroso a la palpación en todos los cuadrantes, con ruidos de lucha y sin peritonismo. En los análisis de sangre destaca leucocitosis (19.800mil/mm3) con neutrofilia (80%) y una proteína C reactiva de 29,1mg/L, mientras que en la radiografía de abdomen se observa dilatación de asas de intestino grueso con ausencia de aire en ampolla rectal y niveles hidroaéreos en colon sigmoide. Se solicita TC abdominal urgente (fig. 1) que muestra un engrosamiento concéntrico parietal del colon descendente y sigmoide, con datos de ingurgitación vascular, líquido libre en la gotiera parietocólica izquierda y en el fondo de saco de Douglas, así como adenopatías mesentéricas subcentimétricas. Ante la sospecha de colitis isquémica se instaura tratamiento con sueroterapia y analgesia. En el coprocultivo, se aísla A. hydrophila (resistente a amoxicilina/clavulánico y ampicilina, sensible a cefotaxima y ciprofloxacino), por lo que se pauta tratamiento antibiótico con ciprofloxacino. Se reinterroga a la paciente, que reconoce la ingesta de agua no clorada de pozo en la semana previa al ingreso. Se realiza colonoscopia en el 6.° día de ingreso, tras mejoría clínica de la paciente, explorándose hasta colon transverso distal, sin progresar a tramos más proximales por afectación endoscópica grave y riesgo de iatrogenia. Desde ampolla rectal a 35cm de margen anal la mucosa colónica es normal, y desde este nivel hasta colon transverso la mucosa presenta afectación inflamatoria circunferencial, con úlceras en sacabocados y marcada friabilidad, con áreas mamelonadas violáceas, de aspecto pseudotumoral, desde 35 a 40cm del margen anal. El análisis histológico reveló áreas amplias de ulceración con abundantes polimorfonucleares y material necrótico, evidenciándose en las muestras del segmento de aspecto pseudotumoral un adenocarcinoma infiltrante ulcerado. Antes de la cirugía, se realiza colonografía por TC (fig. 2) a las 4 semanas del ingreso, observándose una lesión estenosante en colon descendente con el patrón clásico de imagen en «corazón de manzana», sin afectación mucosa evidente en otros tramos.
A. hydrophila es un microorganismo ubicuo del medio acuático, declarado en 1998 como patógeno contaminante de agua potable1. Afecta a personas sanas en cualquier franja etaria y en mayor medida a huéspedes inmunodeprimidos. La forma de presentación más frecuente es la diarrea secretora aguda, aunque se han descrito de manera excepcional otras presentaciones clínicas atípicas como colitis segmentaria, remedando a una colitis isquémica, o sobreinfección en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal2–4. Hasta la fecha, solo hemos encontrado una referencia bibliográfica donde se ha relacionado como manifestación inicial de un cáncer de colon5. Se podría pensar que la interacción de varios factores, tales como toxinas bacterianas, la deshidratación, la hipoperfusión y la alteración de la barrera epitelial colónica podrían haber dado lugar a esta presentación atípica. El caso clínico de esta carta expone el diagnóstico de un adenocarcinoma colónico clínicamente silente, desenmascarado por una colitis segmentaria grave por A. hydrophila, añadiendo evidencia del papel de este microorganismo como patógeno gastrointestinal.