Los factores psicológicos desempeñan un papel importante en los trastornos funcionales digestivos (TFD)1,2. El tipo de personalidad3, unido a la elevada comorbilidad con trastornos psiquiátricos, como ansiedad4, somatización, hipocondría5 y alteraciones del estado de ánimo6,7, así como los numerosos relatos sobre abuso físico (maltrato)8 y/o sexual y de estresores sociales9 previos a la instauración del trastorno digestivo, han hecho que proliferen estudios sobre la eficacia de los tratamientos psicológicos en este tipo de pacientes. De las distintas revisiones bibliográficas se concluye que la psicoterapia ayuda a reducir la sintomatología en los TFD, sobre todo en los casos con una manifestación más grave de la enfermedad10.
DiscusiónAl estudiar la eficacia de la psicoterapia, respecto a otros tratamientos médicos convencionales en los TFD, se ponen de manifiesto ciertas dificultades a la hora de obtener resultados concluyentes, como las siguientes: imposibilidad de realizar ensayos doble ciego, dificultad para poder utilizar un tratamiento placebo creíble y no efectivo, y también el hecho de que probablemente los pacientes de estos estudios ya han fracasado con anterioridad a diversos tratamientos médicos.
Aun así, la eficacia de los tratamientos psicológicos respecto a los tratamientos médicos convencionales queda patente en una revisión de 15 ensayos aleatorizados controlados. En sólo 3 de estos ensayos no se obtienen resultados positivos respecto a la disminución de la sintomatología digestiva. El resto mostró una superioridad significativa de las terapias psicológicas con respecto a los tratamientos médicos convencionales. De los 9 estudios con información sobre el seguimiento, 8 mostraron que también la mejoría perduraba en el tiempo más que en los grupos que habían recibido algún tipo de tratamiento psicológico10.
En otra revisión y metaanálisis de diversos ensayos se encontró no sólo una mejoría de los síntomas psicológicos, como ansiedad y depresión, sino también de los síntomas viscerales y somáticos11.
Como resumen, puede decirse que la psicoterapia parece ser efectiva a la hora de reducir la siguiente sintomatología: dolor abdominal, diarrea y estrés psicológico12. Los posibles predictores de una buena respuesta al tratamiento psicológico son el hecho de que el paciente sea consciente de que el estrés exacerba sus síntomas, que los niveles de ansiedad y depresión no sean muy elevados, y que haya predominancia de dolor y diarrea más que de estreñimiento. El dolor ha de ser intermitente, y no constante, como respuesta a la ingesta a la defecación y/o al estrés12,13. También las personas que manifiestan cogniciones o estrategias de afrontamiento maladaptativas en referencia a sus síntomas pueden ser buenos candidatos a realizar psicoterapia14,15.
Respecto a los tipos de psicoterapia, de los estudios disponibles se concluye que ninguna técnica es superior a otra en la reducción de los síntomas digestivos, aunque hay una amplia evidencia de la eficacia de las técnicas cognitivo-conductuales16,17, así como de la hipnoterapia18. Con respecto a la terapia psicodinámica11–19, no hay acuerdo respecto a su verdadera utilidad.
RespuestaEn los TFD la psicoterapia puede ser útil cuando la sintomatología digestiva es moderada y/o grave, y no mejoran con el tratamiento médico convencional, y también cuando haya evidencia de que el estrés u otros factores psicológicos están contribuyendo a dicha sintomatología (nivel de evidencia 2a; grado de recomendación B). Para obtener buenos resultados, es crucial que el paciente entienda la utilidad de la psicoterapia y que esté motivado para realizarla.
Coordinadores de la serieCoordinadores generales: Javier P. Gisbert, Cecilio Santander y Josep M. Piqué.
Coordinador de sección: Fermín Mearin