Sr. Director: La endometriosis apendicular constituye una afección relativamente infrecuente, apareciendo tan sólo en el 3% de los casos de endometriosis del tubo digestivo, que a su vez constituye el 12-37% de los casos de endometriosis de localización extrauterina. Del mismo modo constituye menos del 1% de los casos de endometriosis pélvica1,2. La endometriosis del apéndice se asocia habitualmente con endometriosis ovárica derecha y, a veces, únicamente está presente a escala microscópica3.
Presentamos el caso de una mujer joven con un plastrón apendicular de aspecto seudotumoral cuyo examen anatomopatológico demostró la existencia de una endometriosis apendicular.
Mujer de 26 años sin antecedentes personales y familiares de interés, que acudió al servicio de urgencias con dolor abdominal de 4 días de evolución, de inicio en epigastrio y posterior focalización en la fosa ilíaca derecha. El dolor se acompañaba de náuseas y vómitos biliosos, así como de fiebre de hasta 38,5 °C. No refería alteración del ritmo intestinal. En la exploración clínica presentaba abdomen blando y depresible, con dolor y empastamiento a nivel de la fosa ilíaca derecha con contractura y signo de Blumberg positivo. En la analítica destacaba la presencia de leucocitosis con desviación izquierda. La radiografía de abdomen evidenciaba la presencia un asa de intestino delgado dilatada en la fosa ilíaca derecha.
Con el diagnóstico de apendicitis aguda, la paciente fue intervenida quirúrgicamente de urgencia. Se practicó una incisión de MacBurney y se evidenció un gran plastrón apendicular de aspecto seudotumoral en su porción distal. Se efectuó la liberación del plastrón y se realizó una apendicectomía. El diagnóstico anatomopatológico definitivo fue de endometriosis apendicular.
La paciente evolucionó de forma favorable y sin complicaciones, por lo que fue dada de alta hospitalaria el cuarto día del postoperatorio, y fue remitida al servicio de ginecología para proseguir su estudio y tratamiento. La ecografía ginecológica transvaginal evidenció la presencia de un pequeño endometrioma de 12 mm en el ovario derecho.
El diagnóstico de endometriosis apendicular suele ser casual en el estudio histopatológico de un apéndice extirpado por un proceso inflamatorio, considerándose el diagnóstico preoperatorio prácticamente imposible1,2. El diagnóstico previamente establecido de endometriosis ovárica o la existencia de síntomas cíclicos asociados con la menstruación entre los antecedentes personales puede hacernos sospecharla1,4. Únicamente la ecografía y la laparoscopia, en casos de coexistencia de lesiones quísticas en otros focos, puede aportar algún beneficio diagnóstico1.
Sin embargo, si es importante valorar la posibilidad de una endometriosis apendicular en las pacientes intervenidas por una sospecha diagnóstica de apendicitis aguda y que presenten un plastrón apendicular inflamatorio seudotumoral con afección del mesoapéndice que haga preciso descartar un proceso neoplásico apendicular1-3. Ante la imposibilidad de un estudio anatomopatológico intraoperatorio, el tratamiento debe consistir en una apendicectomía sola o asociada con extirpación de otras lesiones vecinas concomitantes cuando estén presentes, reservando la hemicolectomía derecha para aquellos casos con posterior confirmación histológica de malignidad.