No hay nuevos datos relevantes sobre la etiología de la enfermedad inflamatoria intestinal. Sí hay algunos acerca de la posible importancia en su génesis de ciertos nutrientes o fármacos, así como otros que abordan aspectos genéticos y su relación con la microbiota. En cuanto a la capacidad de predecir la evolución de la enfermedad, un trabajo muy interesante sugiere un gran potencial de los estudios serológicos en el caso de la enfermedad de Crohn. Acerca de la monitorización y seguimiento de los pacientes y su terapia, se consolida el valor de la resonancia y el potencial de la tomografía de baja radiación. También se confirma la utilidad de nuevos (y más cómodos) métodos de medición de calprotectina fecal en el domicilio del paciente. Avanzando en el camino de individualizar las terapias, nuevos resultados sobre los niveles de los anti-TNF y sus anticuerpos persiguen su mayor aplicabilidad práctica, por ejemplo buscando la utilidad de niveles no valle. Especialmente relevante nos parecen los resultados comunicados acerca del impacto que tiene la enfermedad en el paciente, bajo su perspectiva y en diversos ámbitos. Este impacto es importante tanto en el enfermo (y no solo en su calidad de vida, sino también en su salud mental, discapacidad, estrés, impacto económico, etc.) como en su entorno familiar. Finalmente se han comunicado resultados interesantes de estudios bien realizados en la prevención del cáncer colorrectal en la enfermedad inflamatoria. Aún mantienen a la cromoendoscopia como técnica clave, pero sugieren que el avance tecnológico podría terminar cambiando esta situación, simplificando la prevención.
There are no important new data on the aetiology of inflammatory bowel disease. However, some new data were presented on the possible importance of certain nutrients or drugs in the genesis of the disease, as well as other data related to genetic features and their relationship with the microbiota. A highly interesting study suggested the strong potential of serological studies in predicting the course of Crohn's disease. The value of magnetic resonance imaging and the potential of low-radiation-dose tomography were reaffirmed in the monitoring and follow-up of patients and their treatments. Studies also confirmed the utility confirmed of new (and more comfortable) methods of home measurement of faecal calprotectin levels. In individualized therapy, attempts are being made to increase the practical application of new results on anti-TNF levels and their antibodies, for example, by identifying the utility of non-trough levels. We believe that the results presented on the impact of the disease on patients themselves were especially important, from their own perspective and in diverse setting. This impact is important both for patients (not only because of the repercussions of the disease on their quality of life but also on their mental health, disability, stress, and financial situation, etc.) and for their families. Finally, interesting results were presented of well-performed studies on colorectal cancer prevention in inflammatory bowel disease. These results confirm chromoendoscopy as a key technique but suggest that technological advances could change this situation, thus simplifying prevention.