La hepatitis aguda B es una entidad clínica poco frecuente. La vacunación sistemática de la población general iniciada hace años en nuestro país ha reducido aún más su incidencia. Presentamos un caso de hepatitis aguda B en un paciente que se había vacunado 9 años antes.
Un varón de 18 años acudió a nuestro centro porque presentaba ictericia y náuseas de 2 días de duración. No refirió ingesta enólica y no tomaba ningún fármaco. Su único factor de riesgo consistía en mantener relaciones heterosexuales sin uso de preservativo.
La exploración física mostró ictericia y discreta hepatomegalia. De la analítica inicial se destacó aspartato-aminotransferasa de 14μkat/l (<0,62), alanina-aminotransferasa de 36μkat/l (<1,08) y bilirrubina total de 70 (<17). Las determinaciones de inmunoglobulina M (IgM) contra el virus de la hepatitis A, anticuerpos contra el virus de la hepatitis C y anticuerpo contra el antígeno de superficie del virus de la hepatitis B (anti-HBs) fueron negativas. Se detectó antígeno de superficie del virus de la hepatitis B (HBsAg) e IgM contra el virus de la hepatitis B (VHB) en suero. Se estableció el diagnóstico de hepatitis aguda B. Seis semanas después, los marcadores de función hepática se normalizaron y el HBsAg se volvió indetectable. Seis meses después la función hepática permanece normal y el HBsAg negativo.
El paciente recibió 3 dosis de vacuna contra la hepatitis B de ácido desoxirribonucleico (ADN) recombinante en 1999. No se realizó medición de los valores del anti-HBs porque no era un trabajador sanitario. La serología a virus de la inmunodeficiencia humana fue negativa.
Tras realizar una búsqueda bibliográfica (PUBMED) no hemos encontrado ningún otro caso de hepatitis aguda B en paciente que hubiera recibido previamente vacuna contra la hepatitis B de ADN recombinante. En un número reciente del Journal of Hepatology, Boot et al describen un caso de hepatitis aguda B en un paciente al que se le había administrado 14 años antes una vacuna de hepatitis B derivada de plasma y posteriormente se le había administrado una dosis de vacuna ADN recombinante por mala respuesta a la vacunación inicial1.
Las guías internacionales recomiendan la vacunación de la población general con vacuna ADN recombinante contra la hepatitis B. La respuesta a la vacunación se evalúa mediante la determinación de los valores de los anti-HBs tras uno a 3 meses de la administración de la vacuna. La mayoría de los individuos vacunados alcanzan un valor igual o superior a 10U/l,, lo que se considera como una buena respuesta a la vacunación. Sin embargo, entre un 5 y un 10% de la población obtiene valores inferiores, lo que define una mala respuesta o no respuesta2. Aunque los valores de los anti-HBs descienden progresivamente con el paso de los años, la protección se mantiene a largo plazo3,4. Apoya la hipótesis de la larga duración de la protección el hecho de que los valores de los anti-HBs aumentan rápidamente en pacientes ya vacunados a los que se les administra una dosis de recuerdo de vacuna5.
El caso descrito se infectó con el VHB 9 años tras una pauta de vacunación estándar con vacuna ADN recombinante contra la hepatitis B. Hay 2 posibles explicaciones. La primera es que el paciente sea un no respondedor a la vacuna. La segunda consistiría en una respuesta inicial a la vacuna y a un posterior fallo de los mecanismos de memoria inmunológica.
La infección aguda por hepatitis B es posible años después de la administración de la vacuna ADN recombinante contra la hepatitis B. Sin embargo, el hecho de que sea el primer caso descrito es una prueba de la eficacia de esta medida preventiva.