Sr. Director: La flutamida es un antiandrógeno no esteroide aprobado por la Food and Drug Administation (FDA) solo o en combinación con análogos de la hormona luteinizante (LH-RH) para el tratamiento del cáncer de próstata avanzado. El motivo de esta carta es comunicar un nuevo caso de toxicidad hepática en una paciente joven en tratamiento por hirsutismo, que consideramos una complicación poco reflejada en la bibliografía española.
Paciente de 23 años, sin hábitos tóxicos, en tratamiento desde 5 meses antes con flutamida a dosis de 250 mg/12 h por hirsutismo, que acudió a urgencias por presentar un cuadro de 12 días de evolución de astenia, náuseas, vómitos y, posteriormente, ictericia progresiva de piel y mucosas. A la exploración se apreció una hepatomegalia dolorosa de 3 cm y los análisis practicados a su ingreso evidenciaron una GOT 1.361 U/l, GPT 1.268 U/l, bilirrubina total de 26,6 mg/dl, bilirrubina directa 16,07 mg/dl, gamma-GT 197 U/l, fosfatasa alcalina 119 U/l, tiempo de protrombina 49%, plaquetas 177.000, Hb 11,8 g/dl, siendo el resto de los parámetros analíticos normales. El estudio ecográfico hepático fue normal y los marcadores virales A, B, C, CMV, Epstein-Barr, así como los autoanticuerpos fueron todos negativos. La evolución fue favorable tras la retirada de la medicación con normalización completa de las pruebas hepáticas a los 3 meses de iniciado el cuadro.
La toxicidad hepática provocada por la flutamida es baja oscilando del 1 al 5%1, y aunque la mayoría de las veces con escasa repercusión clínica, se han descrito casos graves y de evolución fulminante2-4. Su mecanismo de acción es desconocido barajando las posibilidades de una reacción de hipersensibilidad o el resultado de la formación de metabolitos a través del citocromo P450 de acción hepatotóxica5. El patrón más descrito en la bibliografía médica es el de afectación hepática mixto y colestásico y la clínica puede aparecer a los 5 días de iniciado el tratamiento o 9 meses después6, su empleo terapéutico en el hirsutismo puede igualmente dar lugar a alteraciones grandes del funcionalismo hepático7 que en ocasiones han requerido trasplante8, por lo que dado la benignidad del cuadro que motiva su tratamiento y los graves problemas que puede dar lugar su uso, consideramos que no se debería de prescribir en estas situaciones por el riesgo tan importante que puede tener para el paciente.