Sr. Director: La cocaína produce preferentemente alteraciones cardiovasculares o neurológicas, y las digestivas son excepcionales. Entre éstas se incluyen las úlceras gástricas, los infartos viscerales, la isquemia intestinal, la perforación de víscera hueca y la fibrosis retroperitoneal1. Presentamos un caso de un varón de 41 años que ingresa en nuestro hospital por una parada respiratoria de origen desconocido. Entre sus antecedentes destaca la adicción a drogas por vía parenteral e inhalatoria y ser VIH+. Durante su estancia hospitalaria comienza con dolor abdominal brusco de intensidad creciente, que se acompaña de distensión abdominal. Tras la realización de una radiografía simple de tórax y abdomen se evidencia un neumoperitoneo con sospecha de perforación de víscera hueca (fig. 1). Ante los hallazgos descritos se decide una intervención quirúrgica urgente donde se aprecian microperforaciones colónicas de probable origen isquémico, por lo que se realizó una colectomía subtotal y una ileostomía. El informe anatomopatológico de la pieza quirúrgica informa de una colopatía isquémica grave compatible con isquemia por cocaína. Presenta una evolución postoperatoria sin incidencias, con posterior seguimiento en consultas, y está pendiente de reconstrucción del tránsito intestinal.
El aumento del consumo de cocaína en nuestro país, que actualmente es el mayor consumidor mundial (prevalencia del consumo anual del 26% de la población), hace que las complicaciones asociadas sean cada vez más numerosas y frecuentes2.
El consumo de cocaína favorece la vasoconstricción de las arterias esplácnicas, la formación de trombos y la agregación plaquetaria. Su mecanismo fisiopatológico se realiza a través del bloqueo de la reabsorción de neurotransmisores, lo que provoca un aumento de la estimulación de los receptores alfaadrenérgicos3.
Las perforaciones intestinales asociadas al consumo de cocaína son más frecuentes en el intestino delgado que en el colon, sin asociación aparente con la vía de administración4.
Se debe sospechar ante cualquier dolor abdominal en un paciente joven con historia de consumo habitual de cocaína, para lo cual es útil el test de detección en orina5.