Tal y como se refiere en la revisión de Rivero et al aparecida recientemente en su revista1, las aplicaciones de los clips en la terapéutica endoscópica actual son cada vez más numerosas. Además, su accesibilidad y relativa facilidad de colocación han hecho que sea un procedimiento ampliamente utilizado en la mayoría de las unidades de endoscopia de nuestro país, fundamentalmente con fines hemostáticos.
En el campo de la resección endoscópica de pólipos los clips han demostrado ser una excelente técnica para el control de la hemorragia aguda pospolipectomía2, aunque se carece actualmente de estudios amplios comparativos frente a otras actuaciones. Por otra parte, tal y como señalan Rivero et al, su empleo como método profiláctico previo al abordaje de lesiones polipoideas con alto riesgo de sangrado es un tema controvertido; su uso en esta situación estaría limitado por la buena efectividad demostrada por la esclerosis y los endo-loops3 y por las escasas comunicaciones al respecto. En este sentido, le presentamos una serie de 15 casos de extirpación completa de pólipos en enfermos considerados como de alto riesgo de sangrado realizados en nuestro servicio en los cuales se utilizaron clips previos a la exéresis endoscópica.
Los 13 pacientes (12 hombres y una mujer) fueron derivados para colonoscopia por diferentes y variados motivos. Su edad media era de 66 años (rango: 44-84 años), presentando el 66% factores de riesgo cardiovascular y padeciendo el 41,5% enfermedades cardiopulmonares graves; el 25% tenía antiagregación basal mientras que el 16,5% estaba anticoagulado, habiéndose retirado previamente ambas medicaciones según las recomendaciones actuales4. Todos los 15 pólipos extirpados (en 2 enfermos existían pólipos sincrónicos) fueron pediculados o semipediculados (14 colónicos y uno gástrico), con un tamaño medio estimado a partir de la pinza de biopsia de 2,1cm (rango: 0,5-4cm); en el colon se empleó un clip por cada pólipo, utilizándose 3 en la lesión gástrica. La técnica de colocación fue la habitual, con la mayor insuflación posible y abordaje perpendicular a la zona de implantación del tallo (fig. 1); una vez fijado el clip se realizó corte con electrobisturí de asa, intentando mantener un margen de al menos 3mm entre el clip y el punto de sección. La mitad de los situados en el colon estaba en el sigma, lo que facilitó la recuperación de todas las piezas excepto tres; todas las muestras colónicas analizadas correspondieron a adenomas (un 25% con displasia moderada-grave), mientras que el pólipo gástrico fue informado como hiperplásico. No existió sangrado ni otra complicación aguda, sin que fuera necesario el empleo de otros métodos hemostásicos endoscópicos o quirúrgicos. En el seguimiento realizado (telefónico y a partir de la historia informatizada) tampoco hemos registrado ninguna complicación.
La implantación de clips de manera preventiva previa a la realización de polipectomías de alto riesgo está empezando a ser considerada como una opción a valorar debido a que ofrece una línea suplementaria de protección frente al posible sangrado5. Algunos autores han comunicado incluso su validez aunque las lesiones sean catalogadas como de bajo riesgo6. Un estudio español que demostró la eficacia y seguridad de los clips y en el que su utilización fue previa a la exéresis en 16 enfermos refirió que esta metodología facilitaba la resección en bloque, lo que mejoraba la evaluación histológica7. En nuestra experiencia esto también fue así, sin que hayamos objetivado sangrado ni otras complicaciones tipo perforación o quemaduras derivadas del carácter metálico del dispositivo. Su colocación previa es sencilla de realizar en la mayoría de los casos en los que existe pedículo sin que se precise un entrenamiento especial, pudiéndose recolocar fácilmente (al contrario que el endo-loop) y sin que su presencia suponga una limitación relevante para el corte posterior o la recuperación de la pieza. A estas ventajas se añadiría el hecho de tener en el momento de su fijación un campo de visión limpio de sangre (al posicionarlos antes de la incisión), una permanencia larga en el tiempo que superaría la ofrecida por la esclerosis8 y la posibilidad de ser utilizados como elementos de marcaje en futuras revisiones endoscópicas, radiológicas o tratamientos quirúrgicos.