Presentamos el caso de una mujer de 72 años, afebril, enviada a nuestro centro por ictericia y cuadro de dolor localizado en el hipocondrio derecho. Tras el estudio ecográfico (no mostrado), se visualizó dilatación de vía biliar intrahepática, colecistolitiasis y otra litiasis, de mayor tamaño, en la confluencia de ambos conductos biliares principales. En la analítica, existía una bilirrubina total de 11mg/dl con un patrón colestásico. En la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) se canalizó la vía biliar hasta llegar al segmento intrahepático, donde se introdujo contraste (fig. 1), y se evidenció un defecto luminal ovoideo por compresión extrínseca (flecha hueca), que motivaba una dilatación de la vía biliar intrahepática (flecha). Se colocó un stent plástico de 10cm y 8,5Fr previo a la intervención quirúrgica.
Las ictericias obstructivas constituyen el motivo principal de estudio de todas las CPRE que se realizan en la práctica diaria (58,3%), y el sustrato patológico principal es la existencia de colelitiasis (27%)1. El enclavamiento de un cálculo en el infundíbulo vesicular o el conducto cístico constituye una complicación infrecuente de la colelitiasis, que determina una obstrucción parcial o completa del conducto hepático común. Esta enfermedad patológica se denomina síndrome de Mirizzi (SM); este autor la describió hacia 1948, y presenta una incidencia del 0,1–0,7% en los pacientes con colelitiasis2. También están descritas variantes del SM causadas por otros sustratos patológicos, como el raro adenoma de la vía biliar.
Si la coledocolitiasis provoca una respuesta inflamatoria y una obstrucción de vía biliar secundaria, hablamos de un SM tipo 1; si la respuesta inflamatoria provoca una fístula coledococoledociana, hablamos de un SM tipo 22.
Existe una relación probada con el carcinoma de vesícula biliar en pacientes con SM; participando tanto la propia neoplasia de la vesícula biliar como el colangiocarcinoma en su diagnóstico diferencial3. Aunque el diagnóstico preoperatorio suele ser complicado, y es habitualmente un hallazgo quirúrgico2, la reciente introducción de la colangio-RM y el uso de la CPRE permiten reconocer esta entidad.
El tratamiento indicado para el SM tipo 1 suele ser una colecistectomía, mientras que se han descrito diversos procedimientos para la resolución del SM tipo 2, como la coledocoplastia con pared vesicular, la anastomosis biliodigestiva o la utilización de ligamento redondo para corregir los defectos biliares, de acuerdo con el proceder quirúrgico, su tamaño, la calidad de los tejidos circundantes y la experiencia del cirujano4.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.