Una mujer de 62 años acude por presentar melenas de 3 días, e informa de vómitos de retención de varios meses. El estudio endoscópico inicial realizado con endoscopio de visión frontal y un duodenoscopio de visión lateral, revela en segunda porción duodenal una lesión polipoidea pediculada de gran tamaño con una zona proximal ulcerada. Se realizó un TAC que describió una masa alargada de densidad grasa intraluminal en segunda porción duodenal de 70×18mm que ocupa casi totalmente la luz. Con la sospecha de tratarse de un lipoma se realizó la resección endoscópica de la lesión con un endoscopio de visión frontal Olympus® usando un asá de polipectomía tras inyección de su base con adrenalina diluida al 1/10.000 y posterior colocación de clips en la base de la polipectomía. El procedimiento que se resume en la figura 1 transcurrió sin incidencias. La lesión se recuperó con la propia asa y presentó una tonalidad algo amarillenta con una zona de ulceración superficial y una longitud de casi 9cm como se puede observar en la figura 2. El estudio histológico confirmó el diagnóstico de lipoma de 8,5×1,8cm. Los lipomas duodenales son raros (sésiles o pediculados) siendo esa localización el 4% de los lipomas gastrointestinales y suelen estar en segunda porción1. Son benignos y salvo los mayores de 4cm no suelen presentar síntomas, pero cuando estos suceden puede tratarse de: dolor abdominal, obstrucción intestinal, intususpección o hemorragia. La hemorragia sucede en el 5,5% por ulceración superficial sobre la mucosa que los recubre, lo cual es normal2. Su aparición es en la submucosa, y con el crecimiento del tumor la fuerza de los movimientos peristálticos y el contenido intestinal causan una tracción sobre la mucosa y se hace pediculado, dicha tracción puede también dar lugar a erosiones o ulceraciones que originan la hemorragia. Para el diagnóstico, la endoscopia es básica junto al TAC que muestra una lesión densidad grasa y la ecoendoscopia que muestra lesión hiperecoica homogénea en submucosa3. Los sintomáticos deben ser extirpados. Si bien antes eran remitidos a cirugía, actualmente el tratamiento endoscópico es el recomendado incluso en los de mayor tamaño. En nuestro caso, por su gran tamaño, el mayor referido en la literatura, no nos pudimos ayudar de endoloop, así que creemos que la colocación de clips posterior es un procedimiento que recomendamos para evitar la complicación más relevante que es la hemorragia pospolipectomía. La disposición tangencial de estas lesiones y su tamaño a veces hacen difícil su manejo con endoscopio frontal y se ha descrito el uso de endoscopios de doble canal y otras técnicas como el unroofing que sería solo resecar la mitad superior4,5. En nuestro caso fue posible realizar tanto la polipectomía con asa como la recuperación del pólipo con endoscopio frontal. La paciente evolucionó favorablemente sin incidencias y fue dada de alta a las 48h.
Información de la revista
Vol. 38. Núm. 4.
Páginas 301-302 (abril 2015)
Vol. 38. Núm. 4.
Páginas 301-302 (abril 2015)
Carta al director
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Tratamiento endoscópico de un lipoma duodenal gigante
Endoscopic treatment of giant duodenal lipoma
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Ignacio Casado Morentin
, Cesar Ibarra Ponce de Leon, Pilar Pazo Meijide, Manuel Zaballa Iñiguez
Autor para correspondencia
Unidad de Endoscopia, Servicio de Digestivo, Hospital de Cruces, Barakaldo, Bizkaia, España
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Bibliografía
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