El quiste epidermoide es una entidad benigna intratesticular rara, de presentación en jóvenes y predominantemente unilateral, que tiene características ecográficas representativas, no presenta elevación de los valores de marcadores tumorales y en la actualidad el tratamiento que se utiliza es la enucleación quirúrgica con biopsia por congelación y estudio anatomopatológico definitivo posterior.
Presentamos el caso de un paciente varón de 18 años de edad, con tumoración en testículo derecho, marcadores tumorales negativos y estudio por ecografía, en la que se observan lesiones características en ambos testículos. Se realiza tratamiento conservador testicular con enucleación de las lesiones, biopsia por congelación y posterior estudio anatomopatológico definitivo.
An epidermoid cyst is a rare, benign, intra-testicular disorder, usually found in young adults and predominantly unilateral. It has typical ultrasound characteristics. There are no increases in tumour marker values, and the treatment currently used is surgical enucleation. A frozen biopsy is taken for a subsequent definitive histopathological study.
We present the case of an 18 year-old male, with a tumour in the right testicle, with negative tumour markers. In the ultrasound study, characteristic lesions were observed in both testicles. Conservative testicular treatment was performed with enucleation of the lesions, a frozen biopsy and subsequent definitive histopathological study.
El quiste epidermoide testicular es una entidad benigna rara, que representa el 1–2% de todos los tumores intratesticulares1, es de difícil diagnóstico debido a que tiene presentación clínica similar a la de las neoplasias testiculares2.
Los quistes epidermoides tienen presentación unilateral y se observan de forma más frecuente en el testículo derecho, siendo rara la manifestación bilateral3,4.
Mayormente se presentan en varones jóvenes, entre la segunda y cuarta décadas de la vida, con un rango de aparición desde los 3 hasta los 77 años de edad5–7.
Descripción del casoPaciente varón de 18 años de edad, que presenta sensación de dolor tipo presión en el testículo derecho de 4 meses de evolución, y que una semana antes de la consulta se palpó tumoración a ese nivel.
Al examen clínico se palpa tumor sólido en el polo inferior del testículo derecho.
Trae una ecografía realizada en otra institución, en la que se observa la presencia de nódulos hipoecogénicos en el parénquima testicular de ambos testículos.
El diagnóstico presuntivo fue de neoplasia maligna (NM) de testículo derecho, probablemente seminoma a descartar la posibilidad de bilateralidad.
De exámenes auxiliares se obtienen los resultados siguientes:
- –
Gonadotropina coriónica beta (β-HCG) no detectable.
- –
Alfafetoproteína: 1,7ng/ml.
- –
Lactatodeshidrogenasa: 561 (valor normal: 266-550).
La ecografía testicular, realizada con transductor lineal de 12MHz, mostró una lesión hipoecogénica, de morfología redondeada, que presenta láminas hiperecogénicas concéntricas en su interior, asociada a microcalcificaciones, que mide 1,8×2,4cm de diámetros transversos, ubicado en el testículo derecho. En el testículo izquierdo se observó otra lesión hipoecogénica de morfología redondeada, que presenta halo de mayor hipoecogenicidad de 0,55cm de diámetro transverso mayor, con calcificaciones periféricas, que proyectan una discreta sombra acústica posterior.
La radiografía de tórax y el estudio de tomografía computarizada de abdomen y pelvis fueron normales.
Posteriormente, se hospitaliza al paciente para exploración testicular bilateral y cirugía conservadora de ambos testículos, y se le realiza nodulectomía testicular bilateral previa al estudio patológico intraoperatorio por congelación, antes del diagnóstico definitivo.
La anatomía patológica fue de quiste epidermoide bilateral de los nódulos intervenidos.
DiscusiónEn el diagnóstico de quiste epidermoide testicular, son muy importantes las características ecográficas y la ausencia de elevación de marcadores tumorales.
El patrón ecográfico característico es una lesión redondeada, hiperecogénica, heterogénea con apariencia de “aros de cebolla” en su interior o con una zona periférica hipoecogénica en “diana u ojo de buey”; estas características las diferencian de los quistes simples8,9. Algunos autores consideran que la ecografía testicular no es específica en el diagnóstico de quiste epidermoide, mientras que otros creen que el patrón antes mencionado es muy indicativo de esta afección y permite una cirugía conservadora10,11.
El diagnóstico diferencial de masa intratesticular es limitada y la apariencia de capas de cebolla descrita por Malvica12 puede usarse para distinguir el quiste epidermoide de otras masas intratesticulares.
Price1 estableció pautas para identificar el quiste epidermoide intratesticular:
- a.
La lesión debe ser intraparenquimal.
- b.
El interior del quiste debe contener queratina.
- c.
La pared del quiste debe contener tejido fibroso con un revestimiento interior completo o incompleto de epitelio escamoso.
- d.
El quiste no debe contener componentes teratomatosos (glándulas sebáceas, pelo).
- e.
No se deben observar cicatrices en el parénquima restante.
En pacientes con testículo único, tumor bilateral o sospecha de quiste epidermoide con marcadores tumorales negativos, se debe realizar la enucleación de las lesiones, con conservación del parénquima testicular restante; este manejo conservador se realiza en pacientes jóvenes en los que se debe preservar la fertilidad, en pacientes que pueden tener implicaciones psicológicas y en aquellos que hasta el momento de la intervención quirúrgica no se ha observado metástasis13–15.
A partir de estos criterios se pueden diferenciar los quistes epidermoides de dos entidades de difícil diagnóstico como son:
- –
El teratoma, donde se encuentra la presencia de dos o tres capas dermoides, pudiendo encontrar glándulas sebáceas, pelos u otro elemento del mesodermo o endodermo.
- –
La diseminación metastásica de un carcinoma de células germinales en que no se encuentra tumor testicular, pero en su lugar se observa una cicatriz en el parénquima testicular2.
En el pasado se realizaban orquiectomías radicales debido a que no se conocía la evolución benigna de esta entidad. El tratamiento actual es quirúrgico, ya sea para confirmar el diagnóstico o para extirpar el quiste. El uso de biopsias intraoperatorias son altamente concordantes con las definitivas16, por lo que si se tiene sospecha ecográfica de quiste epidermoide, asociado a los marcadores tumorales negativos, las características macroscópicas típicas y un diagnóstico intraoperatorio por congelación, se realiza la cirugía conservadora, esperando de todas maneras la confirmación diagnóstica mediante anatomía patológica en cortes en parafina2,17.
Conflicto de interesesLos autores declaran que no presentan ningún conflicto de intereses.