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Vol. 14. Núm. 3.
Páginas 377-388 (julio - julio 2013)
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Vol. 14. Núm. 3.
Páginas 377-388 (julio - julio 2013)
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Modelado empírico simple del rompimiento de presas pequeñas de tierra (hidrograma de salidas)
Simple Empirical Modeling of Small Earth-Dam Break (Outflow Hydrograph)
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Campos-Aranda Daniel Francisco1
Facultad de Ingeniería Universidad Autónoma de San Luis Potosí
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Tabla 1. Resultados de la aplicación del modelo a la falla de la Presa Tetón, USA, incluyendo análisis de sensibilidad de parámetros
Tabla 2. Datos generales de las presas pequeñas con cortina de tierra de altura mayor de 10 metros y capacidad de conservación comprendida entre 1.00 y 30.00Mm3 (SRH, 1976)
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Resumen

Se exponen varias ideas generales respecto al rompimiento de presas con cortina de tierra. En seguida, se presenta con detalle el establecimiento de las dos ecuaciones diferenciales que rigen su proceso de falla, las cuales constituyen un modelo empírico, ya que su coeficiente de erosividad debe ser calibrado. Se expone únicamente la solución analítica de tales ecuaciones, para brecha de falla rectangular y erosión no lineal, por ser la más simple. Se describe brevemente el calibrado del modelo y el análisis de sensibilidad de sus parámetros. Antes de iniciar la aplicación numérica del modelo a 97 presas pequeñas con cortina de tierra del país, se citan varias fórmulas empíricas que resumen la experiencia mundial y que permiten estimar el ancho promedio de la brecha, la duración de la falla y el gasto máximo de descarga. El modelo expuesto es simple, está físicamente basado y su aplicación a cualquier presa pequeña del país requiere únicamente como datos básicos, la altura de la cortina y el volumen de agua almacenado antes de la falla; permite estimar el hidrograma de salidas debido al rompimiento de la cortina por desbordamiento.

Descriptores:
desbordamiento
proceso erosivo
brecha de falla
modelos analíticos
estudios de seguridad de presas
Abstract

In this work several general ideas about the earth-dam break are exposed. The two differential equations that govern the failure process are presented, constituting thus an empirical model, since the erosivity coefficient must be calibrated. For its simplicity, only the analytical solution for the case of rectangular breach of failure and nonlinear erosion is exposed. The calibration of the model and the analysis of the sensitivity of its parameters are described briefly. The empirical formulas that summarize the world-wide experience to estimate the average width of the breach, the time failure and the maximum outflow are cited. The model was applied to 97 small dams with earth embankment of the country. The results allow concluding that the exposed model is simple and physically based, and that its application to any small dam in the country only requires as input data: the embankment height and the stored volume of water before the failure. The model allows an estimate of the outflow hydrograph due to the dam breaking by overtopping flow.

Keywords:
overtopping
erosive process
breach failure
analytical models
dam safety studies
Texto completo
Introducción

Las presas son las obras de infraestructura hidráulica más importantes y también son numerosas. Son construidas para favorecer el desarrollo económico e involucran grandes inversiones de recursos financieros, naturales y humanos. Las presas están constituidas básicamente por tres estructuras: (1) la cortina, que es la obra que obstruye el flujo del río, represándolo y formando un lago artificial en lo que se llama el vaso o embalse de la presa; (2) el vertedor u obra de excedencias, diseñado para dar paso seguro a los escurrimientos excedentes o crecientes que llegan al embalse cuando éste está lleno, evitando que se derramen sobre la cortina con posibilidad de dañarla y (3) la obra de toma, la cual permite las extracciones controladas, ya sean éstas para abastecimiento de agua potable, riego o generación de energía hidroeléctrica.

De los diversos tipos de cortinas que pueden construirse, las de materiales térreos son las más comunes, en sus diferentes versiones, según su tamaño. Cuando son pequeñas, por lo general, son homogéneas y cuando son grandes lo común es que lleven corazón impermeable de arcilla, respaldos de otros materiales granulares y protecciones de enrocamiento. Desafortunadamente, son las cortinas de tierra las más susceptibles a fallar que las de otros tipos. La causa de falla normalmente está asociada al desbordamiento y la formación de una brecha en el cuerpo de la cortina, o bien, al flujo de agua y erosión consecuente cercana al desplante de la cortina, lo que origina tubificación, y a la postre, una brecha por colapso de tal cavidad (Singh, 1996).

En general, la falla o rompimiento de una presa resulta en un gran desastre, cuyas consecuencias abarcan pérdida de vidas humanas y daños a todas las construcciones de aguas abajo de una manera severa. La falla de una cortina, implica la liberación súbita del agua almacenada en su vaso, generándose una creciente de enormes proporciones comparada con las naturales, la cual amenaza todo lo que existe aguas abajo de la presa, incluyendo otros embalses (Arganis et al., 2009; Fuentes et al., 2010). Debido al mecanismo de la falla, son dos los factores más importantes que intensifican tal proceso y sus consecuencias, la altura de la cortina y el volumen de agua almacenado en el vaso.

La modelación de la falla de una cortina de tierra por desbordamiento, causa más común, es de vital importancia para el desarrollo de programas de seguridad y riesgo asociados a cada presa y su entorno de aguas abajo (Campos, 1993). En este trabajo se describe con detalle y aplica el modelo de Singh y Scarlatos (1988), el cual permite estimar de una manera simple el hidrograma de salidas de una presa pequeña de tierra debido a su falla o rompimiento por desbordamiento, lo que origina una brecha rectangular. El modelo requiere como datos, únicamente la altura de su cortina y su volumen almacenado, por lo cual es aplicable en cualquier presa pequeña del país. En las 97 presas procesadas, la altura de cortina varió de 10 a 34 metros y su capacidad de conservación fluctuó de 1.0 a 30.0Mm3 (millones de metros cúbicos).

DesarrolloRompimiento de presas de tierra (ecuaciones del proceso)

La falla de una cortina de tierra es un fenómeno dependiente del tiempo, que involucra la interacción del agua y los materiales térreos, los cuales no son homogéneos, ya sea porque existen diversos tipos o porque no tienen el mismo grado de compactación. En resumen, el proceso es dinámico y complicado, estando regido por la hidrodinámica, la mecánica del transporte de sedimentos y los aspectos relativos a la geotecnia; todo ello define la formación de la brecha y la falla subsecuente de la cortina (Singh, 1996).

Conceptualmente, la formación de la brecha en una cortina de tierra puede ser considerada un fenómeno de dos fases, en la interacción del agua y el sedimento, producto de la erosión. El agua que desborda por la cortina es la fuerza que erosiona y forma la brecha, cuyo aumento permite un mayor flujo de agua con el consecuente incremento en la erosión. El proceso continúa hasta que el agua del vaso es liberada o hasta que la cortina resiste la erosión. Entonces las ecuaciones que rigen el proceso son la fórmula que describe el abatimiento del agua en el vaso y otra que define la relación entre la erosión y las características del flujo. La primera fórmula es (Singh y Scarlatos, 1988; Singh, 1996):

en donde, As(H) es la superficie libre del agua en el vaso de la presa función de H, que es la elevación del agua referida a un cierto nivel, que comúnmente es el nivel del mar; I, Qb y Q son los gastos, el que entra al embalse, el que sale por la brecha y el que se descarga por encima de la cortina, el vertedor y obra de toma. La ecuación anterior se puede simplificar notablemente si se considera que la diferencia entre I y Q es mucho menor que la magnitud de Qb y por lo tanto se elimina; esta consideración implica que el vaciado del vaso se ha iniciado. Si además se considera que As es independiente de H, es decir, que el vaso es prismático y que el gasto Qb corresponde al de un vertedor de cresta ancha, la ecuación 1 se reduce a
siendo ahora, υ la velocidad del flujo en la brecha, cuya área es Ab. Esta velocidad es igual a
en la cual, α1 es un coeficiente empírico que Singh y Scarlatos (1988) y Singh (1996) adoptan igual a 1.50m1/2/s para tomar en cuenta la convergencia del flujo, ya que en vertedores de cresta ancha es del orden de 1.70; Z es la elevación del fondo de la brecha, referida a un cierto nivel. Finalmente la expresión 2 se transforma en
que es una ecuación diferencial ordinaria de primer orden con dos variables desconocidas, H y Z. La ecuación adicional necesaria se obtiene estableciendo a la erosión como una función potencial de la velocidad del flujo, esto es (Singh y Scarlatos, 1988; Singh, 1996):
en donde α2 y β son coeficientes empíricos. La expresión anterior es muy simple, pero está basada físicamente, ya que la erosión es directamente proporcional al esfuerzo cortante que origina la velocidad del flujo. La hidráulica del transporte de sedimentos en ríos ha establecido que su magnitud es función de la velocidad media del flujo a la potencia 4, 5 ó 6, de manera que cabría esperar que el exponente β tuviera un valor similar; sin embargo, Singh y Scarlatos (1988) y Singh (1996) encontraron que ciertas soluciones analíticas exactas sólo son factibles con valores de β enteros menores que dos. Estos autores consideran que tal discrepancia se absorbe o incorpora durante la calibración del coeficiente de erosividad (β2). Por lo anterior, el modelo descrito por las ecuaciones 4 y 5 es empírico, ya que implica el calibrado del coeficiente α2.

Si la forma de la brecha es conocida, entonces Ab puede ser fácilmente estimada y el sistema de ecuaciones 4 y 5 se puede resolver con respecto a H y Z, aceptando erosión lineal (β=1) o no lineal (β1) y proporcionado las siguientes condiciones iniciales H=H0 y Z=Z0 en t=0.

Solución analítica para brecha rectangular con erosión no lineal

Singh y Scarlatos (1988) analizan tres formas de brecha, la rectangular, la triangular y la trapezoidal; lógicamente, las soluciones analíticas al sistema de ecuaciones 4 y 5 más sencillas corresponden a la forma rectangular y de éstas, al enfoque de erosión no lineal. Tomando en cuenta que estos autores, encuentran que las cuatro soluciones relativas a las brechas rectangular y triangular conducen a resultados bastante similares, únicamente se expone la solución analítica cuya formulación algebraica es la más simple.

Considerando una brecha rectangular de ancho constante b, la cual crece exclusivamente en la dirección vertical, es decir que se erosiona en su piso, su área será

Combinando la ecuación 4 con la 6 y dividiendo entre la 5, se obtiene (Singh y Scarlatos, 1988; Singh, 1996):

con
las soluciones de la ecuación 7 sólo son alcanzables cuando β=2 y son las siguientes:
el resultado de esta ecuación, que está en función de la carga hidráulica, se utiliza en la expresión siguiente para obtener la nueva elevación del fondo de la brecha, conforme transcurre el tiempo t.

Finalmente, cuando el proceso de erosión se ha completado, es decir que Z=0, la ecuación 4 se reduce a

cuya solución es (Singh y Scarlatos, 1988; Singh, 1996):
en la cual, Ht es la carga hidráulica en el instante t en que la erosión terminó (Z=0). La ecuación 11 establece el vaciado del agua del vaso a través de la brecha rectangular formada. Lógicamente, la fórmula que permite evaluar el gasto descargado por la brecha en cada instante analizado es:

El modelo del rompimiento de presas pequeñas de tierra con una brecha rectangular, definido por las ecuaciones 8, 9, 11 y 12, es empírico y válido exclusivamente donde la diferencia entre el gasto que entra a la presa (I) y el que sale de ella (Q) es pequeña comparada con la descarga a través de la brecha (Qb) y donde la función As(H) no varía sustancialmente. Su desventaja principal se centra en la necesidad de adoptar un coeficiente α2 y por ello, se requiere buscar relacionarlo con algunas características físico-químicas de los suelos utilizados en la construcción de cortinas de tierra; ya que desafortunadamente, el conocimiento sobre la erosión en ríos no es aplicable al mecanismo del rompimiento de presas de tierra (Singh y Scarlatos, 1988; Singh, 1996).

Calibración del coeficiente de erosividad (α2)

Singh y Scarlatos (1988) recopilaron información mundial de 52 casos de fallas de presas, para establecer relaciones geométricas promedio con la forma y tamaño de la brecha. De tal recopilación, 19 casos que cuentan con más datos y de éstos, los autores citados seleccionaron 14 para realizar el calibrado del coeficiente α2 Se encontró que la media aritmética y la mediana de los coeficientes α2 calibrados fue 0.000725s/m, magnitud que deberá ser utilizada como valor inicial en la modelación del rompimiento de presas pequeñas de tierra. El coeficiente α2 varía entre 0.00015 y 0.00210s/m como valores extremos calibrados.

Análisis de sensibilidad del modelo en la Presa Teton, Idaho

Varios modelos del rompimiento de presas han sido contrastados con los datos disponibles de la falla de la Presa Teton, en el río del mismo nombre en el estado de Idaho, USA, ocurrida el 5 de junio de 1976, cuyo gasto máximo de descarga fue de 68,500m3/s. Para esta aplicación del modelo (ecuaciones 8, 9, 11 y 12), Singh y Scarlatos (1988) y Singh (1996), definieron los valores mostrados para el ensayo 1 (tabla 1), cuyo intervalo de tiempo de los análisis fue de 60 segundos.

Tabla 1.

Resultados de la aplicación del modelo a la falla de la Presa Tetón, USA, incluyendo análisis de sensibilidad de parámetros

Ensayo Núm.  α1 (m1/2/s)  α2 (s/m)  H0 (m)  Z0 (m)  b (m)  As (106·m2Qmax (m3/s)  Tp (min) 
1.50  0.00040  90  89  100  2.70  66,214  73 
1.30  0.00040  90  89  100  2.70  51,702  95 
1.50  0.00020  90  89  100  2.70  35,806  126 
1.50  0.00060  90  89  100  2.70  82,707  51 
1.50  0.00040  90  84  100  2.70  65,643  36 
1.50  0.00040  90  89  50  2.70  44,976  78 
1.50  0.00040  90  89  150  2.70  73,337  68 
1.50  0.00040  90  89  100  2.00  51,182  69 
1.50  0.00040  90  89  100  3.40  74,961  75 

A partir de los resultados de la tabla 1 se establece que en el modelo el gasto máximo de descarga (Qmax) se incrementa o disminuye, conforme se asignen valores mayores o menores a α2, b o As. Afortunadamente, el modelo es insensible a la carga hidráulica inicial (H0Z0), pero resulta altamente dependiente del valor de α2, como se observa en los ensayos 3 y 4. El ensayo 2 demuestra que cuando α1 disminuye también lo hace le gasto máximo y se retrasa su ocurrencia.

Estimación de los parámetros del modelo

Buscando dejar sólo al coeficiente α2 como parámetro predictivo del modelo, habrá que realizar estimaciones confiables del ancho promedio de la brecha (b) y de la superficie representativa del embalse (As). Para b se puede utilizar la fórmula propuesta por Froehlich (2008), obtenida al procesar 69 casos de fallas de presas, ésta es

en la cual, b está en metros, k0 es adimensional y vale 1.30 para fallas debidas a desbordamiento y 1.00 para los otros tipos, tubificación por ejemplo; V es el volumen de agua almacenado arriba del fondo de la brecha, en m3 y que por lo tanto define el hidrograma de salidas y Hb altura de la brecha, en m.

En presas pequeñas de tierra que fallan por desbordamiento y cuyo fondo de la brecha llega al cauce, Hb corresponde a la altura de la cortina (Hc), es decir, la diferencia entre la elevación de la corona de la cortina y el nivel del cauce; para el volumen V se puede adoptar el doble de la capacidad de conservación (Cc), considerando que en promedio del nivel de la cresta del vertedor de excedencias, al nivel de la corona existe un almacenamiento similar a Cc (Wetmore y Fread, 1984). Lógicamente, cuando la falla es por erosión en el cuerpo de la cortina y la consecuente tubificación, V es igual a la Cc.

Froehlich (2008) también presentó, con base en 23 casos, la expresión para la estimación del tiempo que tarda en desarrollarse la brecha trapecial o tiempo de falla (Tf) en segundos, ésta es

Una estimación que puede ayudar en la selección del coeficiente α2, es la del gasto máximo descargado por la brecha, el cual según MacDonald y Langridge (1984) es función del factor de formación de la brecha (VHb), con las dos expresiones siguientes expuestas por Wahl (2004), ya que estos autores presentaron sus resultados en un gráfico logarítmico

La primera ecuación corresponde a la mayoría de los casos observados de presas de tierra y la segunda a la curva envolvente de valores extremos registrados.

Aplicación numérica en 97 presas pequeñas de tierra

En el libro Presas Construidas en México (SRH, 1976), se tienen catalogadas por orden cronológico de construcción 1,007 presas, cuya capacidad es mayor de medio millón de m3 y altura de cortina superior a 5 metros, construidas desde la época de la Colonia hasta finales de 1974. De estas presas, sólo se presentan 382 láminas con fotografía de la presa e información sobre capacidades y datos generales de cortina, vertedor y obra de toma. Para la aplicación numérica, se adoptó una altura mínima de cortina (Hc) de 10 metros y una capacidad de conservación (Cc) mínima de un millón de m3 (1.00Mm3); este almacenamiento corresponde a la suma de la capacidad para sedimentos y la útil. Con tales restricciones se tienen 112 presas con cortina de tierra, pero sólo 97 con lámina conteniendo más información.

En las láminas citadas, se presenta el llamado “sobrealmacenamiento” que corresponde al volumen retenido por el funcionamiento libre del vertedor al presentarse la creciente máxima. Este dato hidrológico, toma en cuenta de manera implícita el crecimiento del vaso hasta el llamado NAME o nivel de aguas máximas extraordinarias y por ello se utilizó para estimar el volumen almacenando hasta un nivel mayor al de la corona de la cortina (V), de la manera siguiente; se aceptó que entre el NAME y el nivel de desbordamiento existe un volumen igual a 150% del sobrealmacenamiento (Salmac) por lo tanto

Esta aproximación se puede evitar al disponer de las curvas elevaciones-áreas-capacidades del vaso de la presa bajo estudio y obtener la capacidad (V) para una cota igual a la elevación de la corona de la cortina más una carga de 50cm durante el desbordamiento en cortinas sin protección de enrocamiento o pasto, o bien, de un metro en cortinas con tal protección. El recubrimiento con roca está recomendado en zonas áridas y semiáridas; en cambio, el de pasto puede ser una opción económica en zonas húmedas.

En las 97 presas de esta aplicación numérica, se considera probable su falla sólo por desbordamiento (k0=1.30 en la ecuación 13), ya que debido a su antigüedad es muy probable que su azolvamiento o aterramiento sea significativo, con lo cual disminuye la carga hidráulica y se sellan los caminos posibles al flujo del agua, limitándose así el proceso de tubificación.

Por otra parte, debido a que la información que presenta la lámina de cada presa para la altura de cortina, corresponde a la diferencia entre su corona y el nivel más bajo de la cimentación, se corrigió tal dato, restándole la profundidad de la trinchera para obtener la diferencia entre nivel de desplante y la corona o altura de cortina (Hc). En la aplicación del modelo definido por las ecuaciones 8, 9, 11 y 12, se adoptaron las consideraciones siguientes: (1)H0=Hc, Z0=Hc1, α2=0.000725s/m y Δt=60 segundos; (2) b se estima con la ecuación 13 y (3) el área As del vaso se consideró igual al cociente entre el volumen almacenado (V) y la altura de la presa (H0). Los resultados se presentan en las dos últimas columnas de la tabla 2, conjuntamente con los datos generales de cada presa y las estimaciones de las ecuaciones 13 a 16. Al final de la tabla 2 se detalla cómo se estimó cada valor consignado en sus columnas 7 a 16; en la columna 2 se indica el número de orden cronológico de construcción según catálogo SRH (1976), mismo que corresponde al de cada lámina de la presa.

Tabla 2.

Datos generales de las presas pequeñas con cortina de tierra de altura mayor de 10 metros y capacidad de conservación comprendida entre 1.00 y 30.00Mm3 (SRH, 1976)

10  11  12  13  14  15  16 
Núm.  Núm. orden  Nombre  Año Termin.  Arroyo o Río  Estado  Hc (m)  Cc (Mm3Salmac (Mm3As(Mm2b (m)  Tf (min)  Qmax (m3/s)  QMAX (m3/s)  Qp (m3/s)  Tp (min) 
511  Las Grullas  1959  San Francisco  AGS.  11  1.32  0.15  0.154  38.0  39.8  1145  3747  922  14 
541  El Cedazo  1960  El Cedazo  AGS.  12  1.00  0.20  0.125  36.7  34.3  1129  3693  781  12 
48  Hipólito  1963  El Tulillo  COAH.  15  9.00  1.00  0.767  71.1  76.0  2863  9349  4029  23 
147  El Centenario  1936  San Diego  COAH.  13  15.00  2.00  1.538  84.4  115.7  3391  11067  4302  23 
524  La Pailita  1959  El Tulillo  COAH.  11  3.60  0.90  0.532  56.6  73.9  1907  6234  2144  20 
637  La Lagunilla  1962  Boca de Domingo  COAH.  20  5.80  1.40  0.465  67.2  51.3  2954  9643  4430  23 
845  Nacapa  1968  Nacapa  COAH.  13  3.50  0.42  0.350  52.5  55.2  1842  6022  1956  19 
864  Corralitos  1969  Armería  COL.  13  1.02  0.20  0.117  37.0  31.9  1173  3837  739  11 
536  El Aguijito  1960  El Aguijito  CHIH.  10  1.05  0.21  0.157  37.0  42.2  1068  3496  862  14 
10  673  El Porrazo  1963  Florido  CHIH.  15  2.00  0.30  0.183  45.0  37.2  1588  5193  1459  16 
11  737  El Cuervo  1965  San Ignacio  CHIH.  19  3.11  0.60  0.243  53.6  38.0  2166  7076  2491  19 
12  951  Centenario de Juárez  1972  Galindo  CHIH.  14  2.46  0.65  0.292  50.9  48.6  1817  5939  2041  19 
13  1002  El Salto  1974  SanAntonio  CHIH.  12  1.10  0.40  0.175  40.9  40.6  1296  4241  1099  15 
14  1004  Texcoco  1974  Texcoco  CHIH.  12  2.15  0.30  0.242  45.3  47.7  1481  4842  1411  17 
15  1005  Texcoco  1974  Texcoco  CHIH.  11  1.90  0.20  0.218  42.5  47.4  1321  4323  1169  16 
16  579  Veinte Amigos  1960  Yerbaniza  DGO.  15  2.00  0.10  0.150  42.2  33.6  1462  4782  1154  14 
17  644  San Jacobo  1962  Caballos  DGO.  11  1.10  0.05  0.111  34.3  33.8  1002  3279  662  11 
18  719  S. A.de la Laguna  1964  Santa Clara  DGO.  14  4.21  0.30  0.354  54.2  53.5  1968  6432  2355  20 
19  883  Rancho Viejo  1969  Agua Zarca  DGO.  16  1.10  0.20  0.100  37.9  26.6  1305  4268  723 
20  349  El Palote  1954  de Los Gómez  GTO.  15  10.00  1.50  0.917  75.3  83.1  3082  10062  4794  24 
21  418  Támbula  1956  Támbula  GTO.  13  1.30  0.10  0.119  37.2  32.2  1182  3868  847  13 
22  547  Gambuita  1960  Gambuita  GTO.  13  1.50  0.10  0.135  38.7  34.2  1243  4066  933  13 
23  874  Ignacio Aldama  1969  Tributario Lerma  GTO.  13  1.81  0.19  0.176  42.1  39.1  1387  4537  1158  15 
24  149  Debodé  1936  Actopan  HGO.  24  6.95  0.80  0.373  66.8  41.9  3134  10231  4904  23 
25  537  Los Ángeles  1960  Omitlán  HGO.  16  4.50  0.20  0.313  54.6  47.0  2086  6818  2538  20 
26  634  Huatongo  1962  Acayuca  HGO.  13  1.85  0.15  0.171  41.8  38.6  1372  4488  1164  15 
27  707  La Loma  1964  Batha  HGO.  18  1.20  0.20  0.094  38.8  24.4  1404  4593  732 
28  709  Metepec  1964  Tortugas  HGO.  15  6.30  0.60  0.520  62.8  62.6  2440  7970  3329  22 
29  910  Julian Villagran  1970  de La Vega  HGO.  21  2.00  0.40  0.143  46.9  27.7  1891  6180  1322  13 
30  985  Peña Alta  1973  Peña Alta  HGO.  27  3.00  1.00  0.204  57.5  29.2  2692  8791  2470  17 
31  182  La Quemada II  1941  La Quemada  JAL.  10  1.09  0.11  0.137  35.4  39.3  1007  3296  770  13 
32  229  El Estribón  1946  Yahualica  JAL.  24  6.50  0.50  0.323  63.8  39.0  2954  9643  4286  22 
33  315  Mexticacán  1952  Mexticacán  JAL.  24  1.30  0.30  0.085  41.7  20.1  1708  5583  544 
34  395  El Cuervo  1956  La Tejada  JAL.  11  4.40  0.20  0.445  53.4  67.7  1773  5796  1820  19 
35  478  La Joya  1958  La Joya  JAL.  11  5.00  0.80  0.636  59.9  80.9  2054  6711  2194  20 
36  481  Ojo de Agua  1958  Tepehuaje  JAL.  10  2.60  0.42  0.365  48.4  64.3  1510  4938  1478  18 
37  485  Partidas  1958  Partidas  JAL.  10  2.60  0.30  0.335  47.1  61.6  1458  4767  1471  18 
38  543  La Concha  1960  La Providencia  JAL.  17  1.70  0.20  0.129  42.1  29.3  1525  4988  1011  12 
39  750  Peñas de León  1965  Agua de Obispo  JAL.  11  2.20  0.80  0.382  50.9  62.7  1664  5440  1800  19 
40  797  La Cantera  1967  La Cantera  JAL.  16  1.43  0.45  0.160  44.0  33.6  1582  5174  1370  15 
41  884  S.Cruz de la Soledad  1969  Los Sabinos  JAL.  12  1.20  0.80  0.267  46.8  50.1  1542  5042  1623  18 
42  998  El Marijo  1974  El Marijo  JAL.  14  3.00  0.50  0.304  51.6  49.5  1847  6037  2038  20 
43  189  Embajomuy  1942  Cristo  MEX.  20  1.40  0.10  0.083  38.6  21.6  1449  4738  526 
44  219  J.Trinidad Fabela  1945  Del Salto  MEX.  19  6.50  3.50  0.803  78.5  69.1  3546  11571  6060  25 
45  630  Dolores  1962  La Gavia  MEX.  15  3.34  0.16  0.249  49.6  43.4  1803  5892  1856  18 
46  782  Los Quelites  1966  El Quelite  MEX.  10  1.14  0.46  0.229  41.7  50.9  1246  4077  1102  16 
47  67  La Purisima  1910  Trib. Río Tuxpan  MICH.  12  1.00  0.20  0.125  36.7  34.3  1129  3693  781  12 
48  178  Tarécuato  1940  Tarécuato  MICH.  15  1.20  1.55  0.338  54.7  50.5  2044  6680  2444  20 
49  230  Laguna Fresno  1946  Cachiví  MICH.  18  13.20  1.00*  0.872  79.1  74.0  3509  11452  5980  25 
50  235  Pucuato  1946  Pucuato  MICH.  15  9.76  1.54  0.907  75.0  82.7  3069  10020  4786  24 
51  248  Sabaneta  1948  Chiquihuite  MICH.  17  5.50  1.00  0.471  63.6  56.0  2596  8479  3522  22 
52  264  Las Fuentes  1949  Sahuayo  MICH.  16  2.10  0.40  0.163  47.2  31.2  1839  6011  1542  15 
53  330  De Gonzalo  1953  Las Nutrias  MICH.  10  10.00  0.80  1.200  70.9  116.5  2466  8054  2726  21 
54  431  Los Fresnos  1957  Los Fresnos  MICH.  14  3.50  1.20  0.464  59.1  61.2  2200  7188  2756  21 
55  454  Tuxpan  1957  Tuxpan  MICH.  23  18.00  2.00  1.000  90.3  70.1  4544  14818  9144  27 
56  766  Antonio Rodríguez  1966  Zináparo  MICH.  14  7.50  2.80  1.036  76.3  91.5  3062  9996  4102  23 
57  768  Caballerías  1966  San Miguel  MICH.  10  1.92  0.18  0.237  42.2  51.8  1264  4135  1100  16 
58  794  Las Alazanas  1967  Las Alazanas  MICH.  13  5.20  1.10  0.612  62.8  72.9  2319  7574  2730  21 
59  817  Santa Fe del Río  1967  Santa Fe del Río  MICH.  10  2.65  0.45  0.378  49.0  65.3  1531  5007  1481  18 
60  904  I. López Rayón  1970  La Yerbabuena  MICH.  17  3.20  0.80  0.306  55.4  45.1  2174  7103  2630  20 
61  906  José Antonio Torres  1970  Quiringuícharo  MICH.  14  1.50  0.40  0.179  43.5  38.0  1484  4854  1401  16 
62  925  Albino García  1971  Quiringuícharo  MICH.  14  2.20  1.40  0.393  56.0  56.3  2054  6711  2361  20 
63  783  Rancherías  1966  Rancherías  N.L.  17  1.09  0.16  0.088  37.1  24.1  1299  4250  638 
64  793  Agualeguas  1967  de Vázquez  N.L.  20  7.80  4.20  0.915  83.4  71.9  3904  12737  7315  26 
65  826  El Carmen  1968  El Carmen  N.L.  12  1.06  0.24  0.138  37.9  36.1  1177  3850  872  13 
66  841  Loma Larga  1968  La Laja  N.L.  14  2.00  1.50  0.411  56.8  57.6  2092  6835  2736  21 
67  862  El Cinco  1969  Los Bueyes  N.L.  10  2.50  1.40  0.600  56.8  82.4  1853  6057  1799  19 
68  870  La Estrella  1969  Chocolate  N.L.  18  3.00  1.70  0.403  61.8  50.3  2552  8336  3611  22 
69  886  Santa Rosa  1969  La Pita  N.L.  13  1.20  1.40  0.362  53.1  56.1  1867  6103  2265  20 
70  920  Servando T.de Mier  1970  Blancas  N.L.  12  1.80  0.60  0.275  47.2  50.9  1562  5106  1621  18 
71  820  El Águila  1968  Blanco  OAX.  18  1.00  0.20  0.083  37.3  22.9  1334  4363  616 
72  894  El Capulín  1970  Mixtlahuaca  OAX.  15  1.00  0.20  0.138  41.1  32.3  1414  4625  1028  13 
73  66  Nexapa  1910  Xaltepuxtla  PUE.  34  15.50  1.50  0.566  86.6  43.4  4960  16173  10556  27 
74  68  Los Reyes  1910  Apapaxtla  PUE.  24  26.05  6.45  1.757  109.8  91.0  5936  19348  13796  29 
75  240  Cacaloapan  1948  Canal Valsequillo  PUE.  16  20.00  2.20  1.594  92.0  106.1  4082  13318  6338  25 
76  70  Capulín del Batán  1955  Agua Fría  QRO.  15  2.08  0.45  0.214  47.2  40.1  1692  5530  1638  17 
77  361  Ceja de Bravo  1955  Ceja de Bravo  QRO.  10  4.50  0.50  0.575  56.0  80.6  1821  5952  1788  19 
78  265  Gonzálo N. Santos  1949  El Peaje  SLP  33  9.30  1.00  0.358  74.0  35.0  4005  13065  5941  23 
79  136  Jecolúa  1934  Jecolúa  SIN.  10  3.20  0.50  0.445  51.6  70.9  1639  5357  1736  19 
80  483  Ortiz  1958  San Marcial  SON.  11  30.00  2.00  3.182  100.2  180.9  3986  13004  4795  23 
81  649  Villaverde  1962  Villaverde  SON.  10  1.65  0.20  0.215  40.9  49.3  1214  3973  957  15 
82  238  Santa Engracia  1958  Santa Engracia  TAM.  10  4.30  3.20  1.230  71.5  117.9  2491  8136  2740  21 
83  982  La Navaja  1973  Derramadero  TAM.  11  1.45  0.30  0.200  41.4  45.3  1275  4171  1179  16 
84  614  El Sol y La Luna  1961  Ixcotla  TLAX.  12  1.15  0.31  0.160  39.8  38.9  1251  4092  969  14 
85  624  La Cañada  1962  De Axocapa  TLAX.  12  1.68  0.42  0.228  44.5  46.3  1444  4724  1418  17 
86  642  Recoba  1962  Totolac  TLAX.  15  1.32  0.34  0.145  41.7  33.0  1440  4711  1169  14 
87  819  Teometitla  1967  Teometitla  TLAX.  13  1.60  0.25  0.171  41.8  38.6  1372  4488  1164  15 
88  909  J.M.Guridi y Alcocer  1970  La Cantera  TLAX.  14  1.40  0.43  0.177  43.4  37.8  1478  4834  1215  15 
89  987  Tenexac  1973  Tenexac  TLAX.  17  1.50  0.50  0.162  45.2  32.8  1672  5467  1425  15 
90  730  Boquillas  1965  El Grande  ZAC.  15  1.10  0.15  0.098  36.8  27.2  1229  4020  689 
91  733  Calera  1965  La Calera  ZAC.  14  1.56  0.24  0.154  41.5  35.3  1397  4571  1089  14 
92  769  El Cantil  1966  Saladillo  ZAC.  16  1.15  0.10  0.088  36.3  24.9  1235  4040  600 
93  803  Encino Mocho  1967  Encino Mocho  ZAC.  15  1.40  0.30  0.143  41.6  32.9  1435  4693  1172  14 
94  822  Arroyo de Enmedio  1968  de Enmedio  ZAC.  15  2.50  0.60  0.267  50.7  44.8  1853  6057  2134  19 
95  824  La Bomba  1968  La Bomba  ZAC.  16  2.00  0.70  0.234  49.8  40.7  1853  6057  1945  18 
96  835  El Izote  1968  Santa Ma.de la Paz  ZAC.  19  1.00  0.20  0.079  37.4  21.7  1364  4461  521 
97  908  José María Coss  1970  El Tecolote  ZAC.  14  2.00  0.60  0.250  48.4  44.9  1705  5574  1781  18 

SimbologíaHc

altura de cortina (dato)

Cc

capacidad de conservación (dato)

Salmac

sobrealmacenamiento (dato)

V

volumen máximo almacenado (ecuación 17, no expuesto en la tabulación)

As

área media del vaso, considerado prismático (As=V/Hc)

b

estimación del ancho promedio de la brecha (ecuación 13)

Tf

estimación del tiempo de falla (ecuación 14)

Qmax

estimación del gasto máximo (ecuación 15)

QMAX

estimación del gasto máximo (ecuación 16)

Qp

gasto máximo calculado con el modelo (ecuación 12)

Tp

tiempo de ocurrencia del Qp, calculado con el modelo

*

valor estimado

Análisis de los resultados de la aplicación numérica

En presas con cortinas altas (>15m.) y volumen de almacenamiento reducido, los tiempos estimados al pico resultan de unos pocos minutos, siendo entonces recomendable realizar la aplicación del modelo con intervalos de tiempo menores de un minuto, quizás de 10 ó 15 segundos, para mejorar la exactitud de los resultados. Este es el caso de las presas números: 19, 27, 33, 43, 63, 71, 90, 92 y 96.

En general, se observa que las estimaciones del gasto máximo obtenidas con el modelo, columna 15 de la tabla 2, son coincidentes con los órdenes de magnitud que establecen las ecuaciones 15 y 16. Lo anterior es sumamente importante, pues implica que el modelo reproduce la experiencia mundial de las fallas ocurridas en presas con cortinas de tierra; permitiendo además obtener el hidrograma de salidas, como se ilustra en las figuras 1 y 2 para una presa pequeña y otra grande.

Figura 1.

Hidrograma de salidas por rompimiento de la Presa El Cedazo, Aguascalientes, obtenido con el modelo de Singh y Scarlatos (1988)

(0.09MB).
Figura 2.

Hidrograma de salidas por rompimiento de la Presa Los Reyes, Puebla, obtenido con el modelo de Singh y Scarlatos (1988)

(0.1MB).

Respecto a los límites de aplicación del modelo, conviene destacar que la reproducción aceptable que hace del hidrograma de salidas de la falla en la presa Teton, implica que puede ser aplicable a cortinas y almacenamientos de hasta 90 metros y 308Mm1, respectivamente, que fueron las características físicas de esta presa (300ft y 250,000 acre–ft).

Conclusiones

El modelo expuesto (ecuaciones 8, 9, 11 y 12), relativo al rompimiento gradual de cortinas de tierra por desbordamiento según una falla rectangular, está físicamente basado y su aplicación a cualquier presa del país requiere únicamente como datos, la altura de su cortina y el volumen almacenado al nivel máximo antes de la falla.

La aplicación del modelo, utilizando estimaciones del ancho promedio de la brecha de falla (b), del área media del vaso (As) y un coeficiente de erosividad (α2) de 0.000725s/m, conduce, en las 97 aplicaciones numéricas realizadas a presas pequeñas del país con cortinas de tierra, a valores del gasto máximo descargado que se apegan a la experiencia mundial de este tipo de fallas.

La sencillez del modelo y el hecho de sólo requerir dos datos físicos de la presa, lo vuelven aplicable a cualquier presa pequeña del país, en la cual se desea estimar el hidrograma de salidas debido al rompimiento de su cortina por desbordamiento. Lo anterior como requisito básico para la formulación de cualquier plan de riesgo y emergencia y la elaboración de los planos de zonas inundables y áreas de peligro, ya que es imposible garantizar un riesgo nulo en relación con la falla de una presa.

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Citación estilo Chicago Campos-Aranda, Daniel Francisco. Modelado empírico simple del rompimiento de presas pequeñas de tierra (hidrograma de salidas). Ingeniería Investigación y Tecnología, XIV, 03 (2013): 377–388.

Citación estilo ISO 690 Campos-Aranda D.F. Modelado empírico simple del rompimiento de presas pequeñas de tierra (hidrograma de salidas). Ingeniería Investigación y Tecnología, volumen XIV (número 3), julio-septiembre 2013: 377–388.

Obtuvo el título de ingeniero civil en diciembre de 1972, en la entonces Escuela de Ingeniería de la UASLP. Durante el primer semestre de 1977, realizó en Madrid, España un diplomado en hidrología general y aplicada. Posteriormente, durante 1980–1981 llevó a cabo estudios de maestría en ingeniería en la especialidad de hidráulica, en la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Ingeniería de la UNAM. En esta misma institución, inició (1984) y concluyó (1987) el doctorado en ingeniería con especialidad en aprovechamientos hidráulicos. Ha publicado artículos principalmente en revistas mexicanas de excelencia: 40 en Tecnología y Ciencias del Agua (antes Ingeniería Hidráulica en México), 14 en Agrociencia y 12 en Ingeniería. Investigación y Tecnología. Fue investigador nacional (nivel I) desde el 1° de julio de 1991 hasta el 31 de diciembre de 2007. Actualmente es profesor jubilado de la UASLP, desde el 1° de febrero del 2003. En noviembre de 1989 obtuvo la medalla Gabino Barreda de la UNAM y en 2008 le fue otorgado el Premio Nacional “Francisco Torres H.” de la AMH, a la práctica profesional de la Hidráulica.

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